Frustrado atentado contra Fidel Castro en Panáma
Datum:
12/10/2007
Quelle:
Enciclopedia contra el Terrorismo
El terrorista Luis Posada Carriles fue detenido en Panamá junto a los cubano-americanos Guillermo Novo, Pedro Remón y Gaspar Jiménez Escobedo luego de que el presidente cubano Fidel Castro denunciara en la inauguración de la X Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobiernos que estos hombres planeaban un atentado con explosivos durante su visita a ese país.
Posada Carriles era el cabecilla del grupo que planeaba asesinar al presidente cubano mientras pronunciaba un discurso en el Paraninfo de la Universidad Nacional de Panamá, el 18 de noviembre de 2000. Miles de personas hubiesen muertos en ese atentado en el que planeaban hacer detonar una carga de 9 kilos de explosivos C-4.
La policía panameña fue alertada por los servicios de inteligencia cubanos y arrestó a Posada Carriles y sus cómplices, a los que se les incautó varios kilogramos de explosivos y un mapa del área donde planeaban llevar a cabo el atentado. Los abogados de Posada y sus cómplices alegaron que sus defendidos habían sido víctimas de una trampa tendida por la inteligencia cubana.
Sin embargo las pruebas presentadas por los abogados querellantes resultaron contundentes. Los detenidos fueron acusados de asociación ilícita para delinquir, atentar contra la seguridad colectiva y posesión de explosivos. Posada Carriles y Escobedo fueron acusados además de posesión de documentos falsos.
Posada Carriles era el cabecilla del grupo que planeaba asesinar al presidente cubano mientras pronunciaba un discurso en el Paraninfo de la Universidad Nacional de Panamá, el 18 de noviembre de 2000. Miles de personas hubiesen muertos en ese atentado en el que planeaban hacer detonar una carga de 9 kilos de explosivos C-4.
La policía panameña fue alertada por los servicios de inteligencia cubanos y arrestó a Posada Carriles y sus cómplices, a los que se les incautó varios kilogramos de explosivos y un mapa del área donde planeaban llevar a cabo el atentado. Los abogados de Posada y sus cómplices alegaron que sus defendidos habían sido víctimas de una trampa tendida por la inteligencia cubana.
Sin embargo las pruebas presentadas por los abogados querellantes resultaron contundentes. Los detenidos fueron acusados de asociación ilícita para delinquir, atentar contra la seguridad colectiva y posesión de explosivos. Posada Carriles y Escobedo fueron acusados además de posesión de documentos falsos.