Abanderado en la lucha contra la corrupción y el desgobierno (I)
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En un artículo publicado titulado“Yo acuso al presidente Prío de traicionar los altos intereses de la nación”, Fidel denunció la corrupción y miseria moral del mandatario y se refirió a sus ya tradicionales mentiras, de las que citó varios ejemplos, incluido uno que serviría para reivindicar la figura de Eduardo Chibás Rivas, si ya la historia no se hubiera encargado de poner las cosas en su lugar:
«[...] Cuando Chibás lo acusó de estar emprendiendo grandes negocios de compras de edificios de apartamentos en Estados Unidos, el presidente se cubrió el rostro ruborizado como virgen vestal limpia de pecado y pedía la excomunión del inclemente fiscal. Era verdad, y un informe de la Comisión Económica delataba el torrente de millones que salía del país. Cuando lo acusó de los repartos residenciales en Guatemala y el imperio maderero, armaron la más colosal escandalera que conoce la polémica política. Ahora se empieza a conocer toda la verdad de aquella cívica denuncia».1
En esta ocasión, Fidel comenzó denunciando «[…] una de las más grandes inmoralidades del señor Carlos Prío Socarrás que, por sí sola, es capaz de invalidarlo del respeto y la consideración de la ciudadanía […]». Y advirtió el abogado, en alusión a lo ocurrido con Chibás, que «esta vez en una mano tengo la denuncia y en la otra las pruebas […]».2
Relató Fidel que el 11 de julio de 1944, una madre se había presentado ante un agente de la Policía Judicial a denunciar la brutal violación de su hija de nueve años.El juez de Instrucción de Marianao radicó la causa 792/1944 y dictó auto de procesamiento con dos mil pesos de fianza contra el acusado Emilio Fernández Mendigutía, hombre inmensamente rico. El 13 de noviembre comenzó el juicio oral; pero el 25 de abril de 1945, en plenodesarrollo de este, el abogado defensor, por profundas discrepancias con el acusado, renunció a su defensa. Entonces, Fernández Mendigutía designó como abogado a Carlos Prío Socarrás. En ese momento, Grau era presidente y Prío, senador y aspirante a la Presidencia.
El 26 de mayo fue dictada sentencia condenatoria de seis años de privación de libertad y obligación de indemnizar a la perjudicada con la suma de diez mil pesos. Poco después, el 18 de junio, dicha sentencia fue recurrida y después de varios fallos del Supremo, fue dictada con carácter definitivo y ratificada en todas sus partes.
Para entonces, yaCarlos Prío era presidente de la República y 10 días después, sin que el sancionado estuviera siquiera una hora en la cárcel,adonde solo iba a firmar acompañado de un ayudante del presidente, Prío firmó el decreto no. 182 del 1.o de agosto de 1950, publicado en la Gaceta Oficial el día 4, mediante el cual indultaba a Fernández Mendigutía.
A cambio de ello, Prío recibió una cadena de fincas situadas entre Calabazar y Managua a través de la Compañía Agropecuaria e Industrial El Rocío, S. A., constituida el 10 de septiembre de 1946. En su denuncia, Fidel enumeró cada una de las fincas y detalló sus características, así como la formaen que habían pasado a dicha compañía. En su trabajo escribió: «[…] un voraz apetito de tierras se apoderó del insaciable Carlos Prío. Una tras otra, fue adquiriendo una serie de fincas en cada una de las cuales se vieron erguir fastuosos palacios, piscinas, aeropuertos y toda una serie de fantasías».3
Una carretera que iría desde Calabazar a Managua fue construida inmediatamente, aunque no hasta Managua, sino solo hasta el corazón de las fincas pertenecientes a El Rocío, S.A., valga decir a Prío. Además, Mendigutía, mucho antes de ser indultado, fue designado secretario civil del presidente, cargo creado expresamente para él y, como testaferro de Prío, adquirió otras fincas.
Fidel presentó en su contundente artículo otros elementos relacionados con este asunto, a los cuales me referiré en un próximo trabajo. El artículo publicado en Alerta permite catalogarlo como abanderado de la lucha contra la corrupción y el desgobierno.
Referencias:
1 Fidel Castro: “Yo acuso al presidente Prío de traicionar los altos intereses de la nación”,Alerta, 28 de enero de 1952, enAntología documentos y discursos, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2016, p. 19.
2Ibidem, p. 20.
3 Ibidem.