La magnética relación entre Fidel Castro y los argentinos
El magnetismo y la cálida relación del fallecido líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, con los argentinos y las profundas huellas de su pensamiento aquí, afloraron en una emotiva charla homenaje.
En una repleta sala en el Instituto Patria, diferentes generaciones se unieron para rendir tributo al Padre de América, al líder, al humanista, a ese orfebre de las liberaciones, como lo definió la escritora y periodista Stella Calloni, quien tuvo la oportunidad de estar a su lado varias veces.
Las lágrimas, las anécdotas, pero sobre todo el compromiso de llevar adelante sus ideas de un mejor mundo, que siempre dijo, es posible, marcaron el espacio titulado Fidel y los argentinos.
Fidel «es inmorible, además de todo lo que nos legó nos dejó ese pueblo cubano, porque sin ese pueblo, como el mismo expresó, no podíamos haber resistido nunca», expresó emocionada Calloni.
La escritora destacó esa virtud del Comandante en Jefe de los cubanos de ir al futuro y regresar, dijo. También su profunda relación y amistad con el guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara. Se anticipó a todos los acontecimientos del mundo, subrayó.
Era un ser increíble, sentía un eterno amor por los argentinos, sabía incluso más que nosotros de nuestro país. En todo momento, agregó, y sobre todo en la época de la dictadura, nos abrió las puertas para ampararnos.
Estudió las raíces de estas dictaduras del Cono Sur, quiso entender el peronismo siempre, relató la intelectual y periodista.
En su viaje a Argentina, en 2003, la emoción más grande de Fidel fue pensar que todos esos que lo acompañaron en aquel histórico discurso en la Universidad Nacional de Buenos Aires fueron el Che Guevara, el pueblo del Che, enfatizó.
Calloni apuntó que en estos momentos el legado de Fidel es una fuente teórica extraordinaria porque, dijo, estamos luchando otra vez contra un proyecto de recolonización de nuestra América Latina.
El mejor homenaje a ese hombre que luchó ferozmente contra el colonialismo donde estuviera, es hablar menos y hacer más, sentenció la autora, quien llamó a sus coterráneos a defender a la región, para que no caiga bajo las garras de un colonialismo tardío que quiere venir sobre nosotros.
«Nos toca ahora en este siglo XXI ser una América libre y soberana y este es nuestro tiempo, nuestra hora, la hora de los pueblos, rindamos homenaje a Fidel asumiendo el compromiso que no dejaremos caer a nuestra patria ni a la patria grande», resaltó.
Al tomar la palabra el exsenador y actualmente presidente de la Fundación Espacio Progresista, Leopoldo Moreau, relató aquel encuentro con Fidel hace unos años, que duró por casi cinco horas.
Recordó también el viaje del presidente argentino Ricardo Alfonsín a Cuba, en 1986, la primera de un mandatario de este país a la isla en ejercicio en el cargo, y su relación con el Comandante. Esa visita, dijo, tuvo un significado político muy importante, se trataba no solo de romper el bloqueo económico contra la isla sino el bloqueo político.
«Hoy nosotros los argentinos podemos decir que la paz, la libertad y la democracia, en buena medida se la debemos a Fidel», manifestó.
Por su parte el presidente del Partido Comunista argentino, Patricio Echegaray, apuntó la magia de la curiosidad insaciable del líder mundial, a quien, dijo, alguien lo definió como «una fuerza de la naturaleza».
Rememoró que en Mar del Plata, se fue abajo el ALCA (área de libre comercio de las Américas), con Néstor, Chávez, con Lula, con Evo y Correa, pero también con Fidel, en su permanente lucha contra los tratados de libre comercio, afirmó. Al agradecer a los presentes, el embajador cubano en Argentina, Orestes Pérez, apuntó que el Che condujo al Comandante por ese mundo de los argentinos, por ese insaciable deseo que tenía por saber de esta nación.
Fidel, destacó, siempre los acompañará a ustedes con su pensamiento y legado, con ese espíritu de seguir construyendo un futuro mejor.