Fidel, Revolución y Poesía
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Así como hay poetas que encuentran su forma de expresión en otros géneros literarios como el teatro o la narrativa (García Márquez, Arguedas, Cortázar), los hay aquellos que eligen la acción y la palabra, y también quienes a lo largo de su vida dejan con sus actos una estela de poesía en la historia. Neruda hablaba de “palabras en acción, hechos que cantan”, tal es el caso del comandante Fidel Castro. Desde sus albores, la Revolución Cubana está ligada a la poesía.
¿Qué fue el asalto al Moncada si no un episodio épico digno de la mitología?; el dramatismo en la tragedia final de Abel Santamaría, avizorando sin ojos el porvenir, víctima de Caín y de sus horrendos crímenes; ¿no hay líneas acaso de conmovedora poesía en prosa en la “La historia me absolverá” de Fidel? ¿La aventura en el Granma, esa liviana nave aquea, parte inseparable de uno de los pasajes más románticos de la guerrilla, no contiene intensos momentos de poesía?; los días en Sierra Maestra; el ascenso al cielo de Camilo Cienfuegos; la “Primera Declaración de La Habana”, pieza memorable comparable al “Sermón de la Montaña”; el día de las expropiaciones; la épica victoria de Playa Girón; los poemas y las páginas del Diario del Che (“entramos a la Era del pájaro”, dice en uno de sus párrafos).
Ver a Fidel, con un millón de cubanos, liderando las marchas en el malecón de La Habana, dando la cara al Norte, es ya un hecho casi cotidiano. ¡Cuánta juventud en toda una edad entregada a la lucha por su pueblo y junto a su pueblo, en defensa, sin desmayo, de la condición humana. ¿Y los cantores de la revolución comandando la revolución de la palabra? Te lo prometió Martí y Fidel te lo cumplió. Poblando la Isla de arpegios pachangueros, Carlos Puebla. Y la Nueva Trova congregando multitudes.
Recordemos la poesía de los mártires, la poesía de los que se inmolaron— ¡patria o muerte!— y ofrendaron su simiente para que la patria naciera inexpugnable y lozana; la historia nos enseña que la poesía también se escribe con la piel y con la sangre, no la poesía pura (admirada y respetada), sino esa pura poesía que constituye la historia de Cuba. Por eso al comandante Fidel Castro quiero saludarlo con un poema que se cimbree en el aire de este día como una rosa blanca:
El perfil de Fidel
Para hablar de Fidel
hay que cederle la palabra al mar,
pedir su testimonio a las montañas.
El Turquino canta y cuenta su biografía,
los pájaros la propagan,
saben su edad y repiten su nombre.
La edad de Fidel
es la edad de los framboyanes en flor,
la enhiesta edad de su barba verde olivo.
Todos lo sabemos,
los héroes no tienen edad,
tienen historia,
hacen la historia,
son la historia.
No lo arredra la cuadratura del Pentágono
ni las bravatas al rojo de cara pálida
en la hora oscura de la Casa Blanca.
Quien lo dude puede ver en alerta al héroe
y un millón de cubanos cara al Norte
en el malecón de La Habana.
Él es América Negra,
América Hispana,
América Andina:
el perfil de Fidel
es el perfil
de América Latina.