"Sin que fuese un propósito deliberado de la Revolución, nuestro país se ha convertido en ejemplo de lo que un pequeño Estado puede lograr si sostiene con firmeza una política de principios, aún cuando los avances científicos y tecnológicos, sus patentes y la distribución de las riquezas del planeta están en manos de las naciones más desarrolladas y ricas, que antaño fueron las potencias coloniales, sembradoras del saqueo y la pobreza en nuestros países".
Ссылка на текст оригинала:
La voluntad de acero (Primera Parte), 16 de octubre de 2011