Nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz visitó por primera vez a Chaparra el 13 de abril de 1978, acompañado del primer secretario del Partido en la provincia, comandante Faure Chomón Mediavilla. Al llegar estuvo en el área donde se construía la fábrica de tableros de bagazo, la que culminada años después constituiría, por entonces, la mayor de su tipo de América Latina.
 
Luego fue al central, donde hubo cálidas escenas de afecto y cariño del pueblo, que irrumpió en la entrada de la industria y zonas aledañas al saber de su presencia. En compañía de Francisco Mendrel, director de la empresa, hizo un breve recorrido por el área de los molinos, saludó a muchos miembros del colectivo, dialogó sobre la zafra durante largo rato con dirigentes y trabajadores, y formuló numerosas interrogantes acerca del plan para elevar allí la capacidad de molida.
 
Pero es Griseldo Peña Ramírez, un sencillo obrero del ingenio, quien llama la atención del jefe de la Revolución Cubana; el que ahora, a más de cuatro décadas rememora emocionado, el acontecimiento que marcó su existencia:
 
"Ese día nunca se me olvida. Me encontraba en la fábrica de cera cuando José González Martínez se acercó y gritó a todo pulmón: '¡Fidel está en los molinos!
 
"Sin pensarlo dos veces partí hacia allá. Cuando lo vi traté de acercarme para saludarlo, pero un escolta me lo impedía, me apartaba, insistí dos veces más sin lograr mi objetivo. Entonces me paré a prudencial distancia y es cuando él emprende la marcha y precisamente se cruza conmigo. Yo estaba junto a Orlando Leyva y Fidel nos puso las manos en los hombros y preguntó sobre nuestra función.
 
"Yo trabajo en la planta de cera refinada, le respondí, y de inmediato lo invité a que la visitara. Contestó 'me gusta la idea' y agregó 'no te alejes para que me lleves hasta allí'. Me comió a preguntas sobre el proceso de refinación y le dije:
 
-Es mejor que el administrador le explique con más detalles.
 
"Se adelanta con su paso largo y me quedo rezagado, al percatarse se vira y...
 
- ¿Dónde está el compañero que me iba a llevar a la planta de cera?
 
-Aquí Comandante.
 
"Me puse a su lado y el jefe de la escolta afirmó que debíamos ir en carro y no a través de la industria. Me monté entre el chofer y Fidel, pasamos frente al taller de mecánica y quise saber algo:
 
- ¿Comandante, usted no había visitado Chaparra antes?
- No, pero volveré pronto.
 
"Llegamos y es cuando le digo a Mariano Martínez:
 
-Mira, aquí te traigo a Fidel para que le expliques los detalles de la fábrica.
 
"Allí estaba Faure Chomón, Ramiro Valdés y el ministro del azúcar Marcos Lage. Mariano le enseñó varias muestras de derivados, entre ellas betún. Nuestro Líder se interesó en conocer por qué estaba tan duro y le detallaron que se necesitaban otros elementos para alcanzar más calidad. Supo que los norteamericanos intentaron refinar la cera, pero que desistieron porque utilizaban acetona como disolvente y esa variante es muy costosa.
 
"Marcos Lage intervino y refirió que no valía la pena abundar en el tema, porque la compañía Jhonson había fracasado en el intento. Mariano, sin perder tiempo comentó:
 
-Comandante, ellos fracasaron porque emplearon acetona, pero nosotros usamos como disolvente alcohol metílico, que al ser derivado de la caña es más barato y se obtiene en los centrales Antonio Guiteras y Amancio Rodríguez".
 
El eterno rebelde se interesó y solicitó la lista de necesidades para mejorar el proceso. Así fue como se construyó una nueva planta, la cual alcanzó significativas producciones de cera refinada, aceites y grasas, materias primas necesarias para la elaboración de fármacos y cosméticos.