El escenario apropiado y el momento justo. Así se podría describir la pertinencia de la recién concluida XV Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP).
 
La cita de este lunes en Caracas, Venezuela, ocurre en medio de las agresiones contra la nación bolivariana y las maniobras internacionales, lideradas por Estados Unidos, para asestarle un golpe a todos los movimientos progresistas de la región.
 
El mensaje de la Cumbre fue claro: Nuestra América ha esperado 200 años por su verdadera integración e independencia y no se puede dar un paso atrás en el camino andado durante las últimas décadas para conquistar ese propósito.
 
No por gusto el presidente anfitrión, Nicolás Maduro, utilizó la plataforma del ALBA para hacer un llamado a retomar organismos regionales vitales creados en los últimos años como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
 
Precisamente el foco de la estrategia estadounidense está en la desarticulación de nuestros países y minar la unidad alcanzada en las últimas décadas dejando atrás los siglos de desuniones que abrieron paso a las injerencias externas.
 
«Estas plataformas expresan el sueño de los libertadores de unir e integrar como un todo a la región», dijo Maduro.
 
DEFENDER A VENEZUELA ES DEFENDER A NUESTRA AMÉRICA
 
El presidente boliviano, Evo Morales, hizo un llamado a la unidad de los pueblos y gobiernos latinoamericanos para combatir la política injerencista y neoliberal de Estados Unidos.
 
En ese sentido, señaló que compartía las palabras del General de Ejército Raúl Castro Ruz. Durante su intervención, el líder cubano señaló que la defensa de Venezuela era una tarea estratégica e impostergable del ALBA.
 
Evo aseguró que Estados Unidos quiere gobiernos latinoamericanos sumisos. «Pero somos dignos».
 
«Aquí estamos con los pueblos, con la dignidad, con la soberanía», agregó y mencionó que la esperanza de las actuales generaciones halla expresión en los líderes históricos de Nuestra América que libraron grandes batallas contra el colonialismo.
 
«Somos países (dijo en referencia a los miembros del ALBA) que buscamos igualdad para la humanidad», subrayó el mandatario boliviano, el primer presidente indígena de su país.
 
«Como presidente –sostuvo– debo seguir luchando por la integración. Nuestros gobiernos no pueden ser cómplices de una intervención en Venezuela».
 
«El diálogo, la diplomacia y el compromiso bilateral constituyen la esencia para avanzar en cualquier ámbito. Reiteramos que nuestra región debe mantenerse como zona de paz bajo cualquier circunstancia», señaló por su parte la Canciller y jefe de delegación de Surinam, Yldiz Pollack-Beighle.
 
Añadió que el pueblo venezolano, utilizando el legado de Chávez como guía,  tiene las facultades de resolver sus problemas sin necesidad de agentes externos.
 
ALBA: FRUTO DEL ENCUENTRO DE DOS GENIOS
 
La cita coincidió también con el quinto aniversario de la desaparición física del líder impulsor de la Revolución Bolivariana, el Comandante Hugo Chávez, de cuyo genio unido al de Fidel Castro salió la idea del ALBA.
 
«Estamos convencidos de que la semilla que sembraron Fidel y Chávez ya dio frutos y sigue multiplicándose», señaló el presidente de Nicaragua, Comandante Daniel Ortega, durante su intervención en la XV Cumbre.
 
A pesar de aquellos que pronosticaban que el ALBA desaparecía, añadió Ortega, podemos decir que la obra que construyeron sigue firme. «Aquí estamos todos ratificando los principios de paz».
 
«Todos juntos logramos constituir este sólido bloque que es el ALBA y que a la vez promovió la creación de la Celac», refirió el líder nicaragüense. «No podemos imaginarnos la creación de la Celac, sin la existencia del ALBA-TCP».
 
Con la participación de Cuba en la Cumbre de las Américas celebrada en Panamá en el 2015, recordó Ortega, América Latina y el Caribe demostraron un grado alto de madurez y que se empezaban a respetar los principios consignados en las Naciones Unidas.
 
«Cuánto habíamos logrado avanzar», rememoró y criticó los intentos actuales de algunos gobiernos por cercenar el derecho de Venezuela a asistir a eventos regionales como la próxima Cumbre de las Américas, que está programada para mediados de abril en Lima, Perú.
 
Criticó que esos gobiernos se entrometan en las decisiones que solo competen a los venezolanos. «Es sencillamente una actitud irracional», sostuvo.
 
Aquí, dijo, se enfrenta la política egoísta, que es la esencia del imperialismo y ha sido la esencia del colonialismo a lo largo de la historia: ocuparnos para saquearnos.
 
Por el contrario, señaló el mandatario nicaragüense, lo que predicaron y practicaron Fidel y Chávez fue la política de la justicia, la generosidad, de contribuir con los pueblos en cualquier parte del mundo.
 
En otro momento, el primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, recalcó el legado de Chávez en la integración de América Latina con los pueblos del Caribe.
 
«Los líderes caribeños siempre esperamos la unión entre nuestros pueblos y los del resto del continente. Chávez trabajó por conseguir esto», recordó Skerrit.
Y en ese afán «Petrocaribe y el ALBA sirvieron como medios fundamentales para promover una mayor unificación entre nuestras naciones», añadió.
 
Respecto a la decisión de retirar la invitación al presidente Nicolás Maduro a la VIII Cumbre de las Américas, el político caribeño señaló que «si permitimos que esto pase inadvertido, socavaríamos el legado de Hugo Chávez y su liderazgo».
 
En su alocución, Camilo Gonsalves, jefe de la delegación de San Vicente y las Granadinas, se refirió también a la situación creada para la cita de Lima.
 
Señaló al respecto que los principios de respeto que animaron la creación de estos grupos regionales insisten en que «todos seamos incluidos».
 
Otro aspecto que centró el interés de la Cumbre fueron las posibilidades de continuar avanzando en la integración económica del bloque.
 
El presidente Nicolás Maduro anunció que en las próximas semanas se realizará una reunión en aras de articular un plan conjunto del ALBA con el objetivo de impulsar el sistema financiero de los países miembros.
 
La cita tuvo como invitado especial al luchador independentista puertorriqueño Oscar López Rivera, un símbolo de la resisten