Las aspiraciones del Guerrillero Heroico, Ernesto Che Guevara, sobre el papel de la juventud, resuenan en el presente y determinan la senda del porvenir. Ese gigante de Latinoamérica y del mundo, cuya obra colosal representa la más genuina inspiración, convoca diariamente al autoexamen, e incita a que, sin renunciar a la euforia de los bisoños, la nueva generación se comporte a la altura de su época.
 
Innumerables son los desafíos de los tiempos actuales. En un contexto mundial marcado por la voracidad imperialista, el consumismo, los paradigmas engañosos de éxito, y otras plagas similares; los jóvenes cubanos y revolucionarios tienen ante sí el reto de edificar una sociedad más justa, equitativa, y consecuente con el precepto martiano de que Patria es Humanidad.
 
Tiene la juventud de estos tiempos altísimas misiones. Y tanto el Che, como el Comandante en Jefe Fidel Castro, fueron capaces de valorar en toda su dimensión el infinito caudal de luz que emanan las nuevas generaciones.
 
No fue casual que palabras de tan alto vuelo y trascendecia fueran pronunciadas por Fidel Castro a la juventud. Me refiero a su inolvidable discurso el 17 de noviembre de 2005 en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, donde convidó a los jóvenes a emplear proyectiles de mayor calibre en defensa de la Revolución, como la crítica y la autocrítica. Así mismo, desenmascaró públicamente y llamó a pelear contra enemigos poderosos que habitan también en el seno de la Patria, como la burocracia, la corrupción, y otros males.
 
Con este profundo mensaje, el líder histórico de la Revolución Cubana manifestaba una vez más su confianza en la juventud. Igualmente, puso en la mira de la nueva generación, el duro combate al que está llamada. Aunque sea en épocas diferentes, pero la importancia de esa batalla es comparable con la sostenida por todos aquellos jóvenes liderados por Fidel, contra los males de la República Neocolonial. Y es que la construcción del socialismo lleva en sí la permanente inconformidad con lo logrado, y el anhelo constante que busca perfeccionar las conquistas.
 
El oriental municipio Palma Soriano cuenta con numerosos ejemplos de la integración de los jóvenes a las grandes tareas de la Patria. Su protagonismo en esferas claves de la sociedad, como la salud, la educación, la defensa, la esfera productiva, entre otras, es muestra fehaciente de ello. También se ve, por ejemplo, en el destacamento Noveno Congreso de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), que agrupa al sector juvenil de vanguardia de la mayor organización de masas de la nación cubana.
 
Este heterogéneo contingente de jóvenes anima el protagonismo de las nuevas genraciones, comenzando desde el barrio, la comunidad, y extendiéndose a todos los niveles de la sociedad. Y aunque el movimiento debe sumar empeños y no perder la ruta trazada , no cabe duda que representa una entusiasta fuerza, capaz de grandes hazañas en la cotidianidad de nuestro municipio en particular, y del país en general. La risa y el vigor los acompañan , junto con la convicción de los desafíos que tienen por delante. Ser fieles al ejemplo de gigantes como Fidel y Che, son motivación suficiente para también dejar una huella profunda en el presente.