En horas de la mañana del día 29, Fidel acudía a El Puntico, zona rural de Campechuela, donde con la puesta en marcha de la instalación del lugar, quedaba inaugurado nacionalmente el programa Salas de Televisión para comunidades no electrificadas.
 
Elogió la solución de los paneles foto voltaicos para facilitar la energía eléctrica al equipamiento de las 800 salas del país y dijo sentirse orgulloso de todos los compañeros que hicieron posible el proyecto en solo siete meses.
 
Cada sala requiere de cuatro trabajadores seleccionados por la sociedad y se busca la posibilidad de que el máximo responsable sea un graduado universitario.
 
Acerca del impacto social de las salas, Fidel mencionó como con estas llega la televisión a sitios alejados y los vecinos cuentan con las posibilidades de informarse y ver programas educativos
 
Es indudable, aseveró, que mejora el nivel de vida, la recreación y la disminución del alcoholismo, tabaquismo y trasmisión de enfermedades sexuales.
 
Destacó como en el barrio se lucha por establecer normas rigurosas de participación en las salas, donde no se fuma, no se toma y se asiste correctamente vestido.
 
Fidel reconoció la participación de compañeros para el inicio de ese programa, entregó estímulos a organismos participantes, y a Amado Calzadilla, organizador y ejecutor de las salas en Granma, en nombre de los cuadros, y a Marcos Salgado, en representación de los obreros.
 
El día 29 en la tarde-noche, Fidel asistía a la inauguración del programa de introducción de la computación en la enseñanza primaría, en acto efectuado en la Escuela Enma Rosa Chuig, en el municipio de Pilón.
 
Por esa vía fueron instaladas en las escuelas primarias del país 24 000 computadoras en centros de primaria, unidas a las 20 000 existentes en las enseñanzas media, superior y técnico profesional.
 
Más de un millón 77 mil alumnos de primaria y enseñanza especial son beneficiados con la computación y surgen 12 600 empleos.
 
Recordó Fidel que cerca de allí la tiranía batistiana asesinó a varios de los expedicionarios del Granma y que en honor a ellos y a todos los caídos se inauguraba ese cuarto programa.