Un adiós para el Comandante
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Miguel Alfonso, residente angolano de primer año de cirugía cardiovascular, en el Hospital Ameijeiras.
“Llevo 7 años en Cuba y uno de mis deseos era conocer en persona a Fidel Castro. Desafortunadamente ya no tendré esa oportunidad pero ha dejado un legado marcado en mi vida personal y en la de mis compañeros que compartieron la experiencia de haberle oído hablar, de haber leído a quien es una figura histórica para el mundo.
Es una figura insustituible en la historia de la humanidad. A pesar de que sea este un momento muy triste es también la ocasión para reflexionar sobre los verdaderos ideales de la humanidad porque él fue un hombre muy comprometido con ellos.
Hay algo que él decía y siempre recuerdo: nosotros no damos lo que nos sobra sino lo que tenemos. Es una pérdida muy sentida. Ahora queda mantener esos ideales y seguir, seguir.
Cuba tiene un lugar importante en la historia de Angola, y en el fin de un sistema de segregación racial en mi continente como el Apartheid. Hay una parte en nuestra historia en la que Cuba y Fidel se hacen presentes y es el momento de nuestra lucha de liberación. Él se quedará con nosotros porque es parte de nuestra historia”.
Mabele Bernardo, residente angolano de primer año de cirugía cardiovascular, en el Hospital Ameijeiras,
“Es un momento muy difícil, en el que tienes mucho que decir pero las palabras no salen”. Coincide que Cuba y Angola comparten una historia común. “La muestra es que nosotros estemos estudiando acá, la mayoría de los de mi tierra que venimos a formarnos a Cuba provenimos de familias muy pobres, y Fidel ha significado en nuestras vidas justamente oportunidad, oportunidad de estudiar una carrera, de hacernos médicos.
“Al pueblo cubano? Que compartimos su dolor, que estamos muy agradecidos por esa puerta que nos abrió y que convencidos de que Dios está con él”.
Ismail Hussein Dabó, estudiante de segundo año de la carrera de Derecho de Guinea Bissau
Ha sido una gran pérdida. Fidel fue uno de los mandatarios que apoyó la independencia de mi país, un defensor de la paz, de su pueblo, que hizo todo por lograr la equidad de los hombres, por garantizar la salud, la educación, la estabilidad económica. Creo que cubanos y extranjeros como nosotros debemos procurar seguir el ejemplo y el camino que él definió, una muestra de gratitud por la oportunidad que nos dio estudiar.
Augusto Jorge Lutete, estudiante angolano de tercer año de psicología de la Universidad de La Habana.
Fidel Castro es también un referente para mi país. Él lucho por los míos. Por tanto esa pérdida para ustedes es también nuestra pérdida, él no fue un hombre grande solo para Cuba sino para toda la humanidad. Fue como cuando perdimos a Nelson Mandela, lo sentimos los africanos y todo el mundo con nosotros. A Fidel lo recuerdo como un hombre de bien que luchó por la liberación más allá de sus fronteras. Fidel logró hacerse eterno, su eternidad ya está escrita en la historia de la humanidad.
Carlos Rodríguez, estudiante angolano de primer año de Derecho. Él es un hombre inmortal, es una imagen viva para nosotros.
Lucía Pérez Cuervo, estudiante del Instituto Superior de Relaciones Internacionales: Aunque sabíamos que este día iba a llegar no dejó de sorprendernos. Cerca de la media noche cuando supimos la noticia, varios estudiantes del Instituto Superior de Relaciones Internacionales nos fuimos para la escuela y allí estuvimos toda la madrugada conectados en las redes sociales para combatir la campaña contrarrevolucionaria de quienes no respetaron este momento de duelo para el pueblo de Cuba.
Luego vinimos para la escalinata de la Universidad de La Habana donde Fidel, de joven, tantas veces arengó a los estudiantes revolucionarios. Fue la manera de expresar lo que sentimos y pensamos y es que a pesar del dolor estamos convencidos que Fidel no termina aquí, que este proyecto de país no acaba y que seguir adelante, es lo que toca cumplir a los de mi generación.
Pilar González, universitaria: Lo que estamos viviendo es más grande que todo, es más fuerte….Somos una generación que nació con Fidel, la generación que sucedió a otra también hija de Fidel. Es una ausencia que nos desgarra. Hoy nadie nos dijo que viniéramos para la universidad, nadie nos convocó aquí, de manera voluntaria nos citamos entre nosotros mismos para la legendaria escalinata de Alma Máter, un anfiteatro natural de los jóvenes cubanos, y una tribuna que también fue de Fidel, porque lo que no podíamos era quedarnos quietos y en silencio, ante tanta tristeza.
Grupo de maestras de enseñanza primaria del Municipio Centro Habana
“Como Fidel Castro nadie…”
“Este es un pueblo fidelista”
“Es un dolor profundo, que nos llega bien adentro. Sabíamos que iba a pasar… un día, pero no pensamos que iba a llegar así…”
“Es muy duro pensar en una Cuba sin Fidel”
“La deuda que tendremos en lo adelante los maestros cubanos es enseñarles a los niños quién era Fidel, cómo pensaba y que hizo ese hombre para merecer la gratitud y la adoración de tantos en su país y fuera de él”.
“Fidel era familia. Era padre, era amparo, protección. Y nunca se está preparado para despedir cosas como esas”.
Regla Macina: Hoy Cuba entera está de luto. Con independencia de la diversidad de creencias, puntos de vista y posiciones ideológicas que se manifiesta entre nosotros —los cubanos— hoy la tristeza y el dolor nos unen por encima de cualquiera de esas divergencias, porque por encima de todo, somos un pueblo fidelista.
Aida Laurence, guantanamera: “Hombre como pocos, Fidel nos dio cosas que son difíciles de medir, de tocar: nos dio un ejemplo, nos dio certidumbre, esperanza, un futuro, educación; una sociedad de paz, sin violencia, que te puedo decir yo que nací con la Revolución, para mi Fidel es todo”.
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Murió un líder, el más grande
«Supe la noticia anoche y fue un impacto tremendo. De algún modo, ya el pueblo se estaba «preparando», pero nadie pensó que finalmente sucedería. Y que sucedería, justamente, el 25 de noviembre, cuando se conmemoraban 60 años de su salida desde México en el yate Granma. Ha muerto un líder, uno de los más grandes estadistas del siglo XX». José Luis del Pino, informático.
Cuba es fidelista
«Escuché a Raúl y me sorprendí. La noticia me impactó, y sobre todo, el modo sentido como habló. Porque yo sí admiraba a Fidel. Porque Cuba es Fidelista. Para mi Fidel es lo más grande, lo máximo, con Cuba y con el mundo. Por él fui internacionalista en Angola. Por el tengo tres hijos médicos. Y por él estamos preparados para seguir adelante». Luis Robles, carpintero.
Una flor para el Comandante
«Lo supe hoy a las siete de la mañana cuando me lo contó mi tía. Fue una noticia impactante que no podía creer. Este ramo de flores es para mi papá, pero también le dedicaré una flor al Comandante». Lissette de la Caridad de Armas, estudiante.
Él nos dio dignidad
«Somos de una generación que nació y creció con Fidel, que confiaba en Fidel porque nos dio educación, seguridad y dignidad, sobre todo a las mujeres, pues su obra nos emancipó. Ya no estará más físicamente, pero sí estarán sus ideas y su espíritu. Cuba está triste y no aceptamos su partida. Lo recuerdo cuando el regreso de Elián, cuando el regreso de Los Cinco Héroes, por quienes tanto luchó y tuvo la dicha de verlos en casa. Recuerdo sus palabras aquel octubre de 1976, tras el Crimen de Barbados. Y como aquel día, también lloramos hoy. Quienes celebran su muerte no sienten respeto, ni siquiera, por sí mismos». Elsa Rodríguez, especialista docente de la Facultad de Biología, de la Universidad de La Habana.
Fidel, de Cuba y del mundo
«La noticia la supe por una vecina y fue impactante. Perdí el sueño. A los cubanos esa noticia nos llega hondo, incluso a quienes no son revolucionarios. Hasta sus adversarios, si fueran honestos, deberían admirar a Fidel, por su capacidad de volar alto, hasta el futuro, y luego volver a contarlo. Cuba pierde a su líder, y el mundo pierde un referente de lucha, de unidad, de integración. La gente está triste. Pero Fidel queda prendido para siempre a la historia de la Humanidad. Fidel cambió la historia de África y alimentó los movimientos revolucionarios y guerrilleros de América Latina. Fidel no solo es nuestro, sino del mundo». Juan Alberto González, taxista.
Vivir en todas las generaciones
«Supe la noticia por mi hija, que está en México. Ella da clases en una universidad. Me llamó en un grito, estaba muy afectada. Desde entonces hemos hablado seis veces y ahora está más tranquila, porque ya tiene el pasaje para estar el martes en la Plaza. Se trata de un acontecimiento muy triste, aunque sea la ley de la vida. Estuve muchas veces cerca de Fidel y siempre terminé siendo entrevistada. El preguntaba sobre todo, quería saberlo todo. Ese era Fidel. Hay silencio y sobrecogimiento. Pero para seguir siendo lo que hemos sido hasta hoy, es preciso continuar su legado y enseñarlo a los jóvenes. Tengo un nieto de 13 años. Me llamó temprano y me preguntó cómo estaba. Le dije muy triste y el respondió que también lo estaba. Es en esa, y en todas las generaciones, donde deberá seguir vivo Fidel». Marta Matamoros, periodista jubilada.
Inmortal
«Cuando vi a Raúl, rápido lo imaginé. Ya él se había despedido, en abril, durante el séptimo Congreso. Pero Fidel es inmortal, porque lo son sus ideas. Fidel es un líder inigualable, con defectos y virtudes. Todos cometemos errores. Ya no estará más físicamente, pero de cualquier forma estará. Y nosotros seguiremos porque así nos lo enseño». Luis Rodríguez, músico.
Nos hizo invencibles
«Hay un silencio profundo en las calles, tan profundo como la tristeza. Pero Fidel estuvo, está y estará entre nosotros. En nuestros hijos, nietros y bisnietos, en los internacionalistas, en el mundo. Aquí mismo, ahora. La obra de Fidel nos hizo invencibles». Luis Romero, coronel retirado de las FAR.
Cuba tiene que seguir
«Soy de esos que deben su formación a las ideas de Fidel y a la Revolución. Y en honor a ello, a todo lo bueno que nos legó tenemos que seguir. Cuba está callada, pero tranquila, y triste, como la abuela de mi esposa que hoy, por la tristeza, no quiso desayunar» Olián Valdés, licenciado en Cultura Física.
Lo más grande que ha nacido en este mundo
«Cuando lo supe no lo podía creer. Yo nací en Habana Vieja, antes del Triunfo de la Revolución y conocí bien de cerca los males de aquella época: los niños sin escuelas, sin protección, sin acceso a la salud. Y viví desde el inicio las transformaciones de Fidel, que le fue dando a quien nada tenía. Fidel es lo mejor que ha nacido en este mundo. Y yo, que soy católica, creo que Dios lo puso en la tierra para salvarnos» Teresa Julia Martínez, ingeniera civil.
Lo siento como un familiar
«Se trata de un presidente sin igual, que no se repetirá. Es un líder para Cuba y para el mundo. A él le debemos todo. Por le fui internacionalista. Y su muerte, no la he sentido como la muerte de un presidente sino como la muerte de un familiar». Luis Enrique Garlobo, cuentapropista.