Una amistad probada en el tiempo
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Dicen que el tiempo cura cualquier enfermedad. Sin embargo, ¿por qué cuando han pasado más de 20 años de la catástrofe de Chernobil, muchos no levantan los ojos para ocultar sus lágrimas?
En el mes de abril se cumplirá el 23 Aniversario de este fatal acontecimiento. Se organizaran mítines solemnes, donde intervendrán “liquidadores” y victimas del accidente, intercambiando sus vivencias.
Y… de nuevo, enfrentaran solos sus desgracias.
¿Cómo viven estas personas, cómo luchan contra las dolencias que sufren durante tantos años? A esta interrogante responden los médicos del Centro Sanatorial Infantil “DRUZHBA” en la ciudad de Evpatoria creado por Decreto del Presidente de Ucrania en 1989 en el Centro Medico Pediátrico Internacional “Evpatoria.”
Todos estos años los médicos del “DRUZHBA” han curado muchas patologías relacionadas con las zonas de contaminación antropogénica.
Los galenos han acumulado una vasta experiencia en el tratamiento de enfermedades como el vitíligo, la psoriasis, enfermedades del tiroides, de la sangre y del aparato locomotor.
En principio ahora es difícil sorprender a alguien con nuevos tratamientos, pero aquí se aplican métodos realmente excepcionales. El problema es que ya hace 11 años los médicos de Evpatoria no luchan solos contra estas enfermedades, sino que se sienten respaldados por especialistas cubanos del Hospital Pediátrico de Tarará y otras instituciones de Cuba, la bella isla caribeña.
En Tarará por espacio de 19 años, de ha brindado asistencia médica gratuita a niños ucranianos, victimas de la catástrofe de Chernobil.
Durante estos años 23 mil infantes han recobrado la salud y el Estado Cubano ha invertido más de 350 millones de dólares en esta noble misión. Una cifra impresionante. No obstante quedan muchos pacientes que necesitan asistencia medica. Por supuesto, todos no pueden viajar a Cuba. Entonces, todas sus esperanzas se centran en Evpatoria. La combinación de métodos cubanos y evpatorianos para el tratamiento del vitíligo, alopecia y la psoriasis reporta notables resultados.
Veinte y cuatro especialistas cubanos han trabajado en Evpatoria a lo largo de estos años en colaboración conjunta.
El 9 de agosto del 2006 arribó a Evpatoria una Brigada Medica Cubana que actualmente continúa prestando sus servicios. El coordinador de esta Brigada Dr. Guillermo Pacheco Yanes, especialista en Dermatología, y esta integrada por el cardiólogo Dr. Alberto Alvarez Puentes, el hematólogo Dr. Leobaldo Prieto Jiménez, la psicóloga Rossana de la Guardia Delgado y el traductor Carlos Manuel García Cabrera.
La Dra. Liudmila Semenova, Vicedirectora de Asistencia Médica del Sanatorio “Druzhba”, considera que esta colaboración contribuye a crear nuevos enfoques en el tratamiento de enfermedades, reportando resultados más eficientes.
En opinión del Dr. Guillermo Pacheco, la medicina alternativa ha despertado particular interés entre los especialistas cubanos en Evpatoria.
Consideran que aplicar la fangoterapia en tratamiento dolencias similares a pacientes en la Isla aportaría notables resultados, teniendo en cuante que en ella el fango tiene otra composición química.
Los medicamentos cubanos son incomparables en el mundo por su alta calidad. Los mas usados en el sanatorio son elaborados por una metodología excepcional del Centro de Histioterapia Placentaria de la Ciudad de La Habana. El Dr. Carlos Miyares Cao, Profesor de Farmacología de la Facultad de Ciencias Medicas de la Universidad de La Habana, descubrió una sustancia que estimula la pigmentación de la piel, lo que ha permitido curar el vitíligo a numerosos pacientes.
Los especialistas cubanos participan de forma activa en el trabajo científico- práctico del Centro Sanatorial Infantil “DRUZHBA”. Junto a los médicos ucranianos trabajan en temas como las anemias ferropenicas, la aplicación de los fitobaños en la rehabilitación de los pacientes, los problemas de obesidad, la dermatitis atópica, la hipertensión y muchos temas de interés común.
Defienden sus ponencias en conferencias científicas, participan en debates y hablan del trabajo del Centro de Histioterapia Placentaria y los resultados de su aplicación en Tarará.
El Ministerio de Balnearios y Turismo de la Republica Autónoma de Crimea (R.A.C.) confirió un Diploma de reconocimiento a los especialistas cubanos por su activo trabajo. Sin lugar a dudas, ellos se sintieron estimulados, pero su mayor premio es que los pacientes recobren su salud y les regalen sus sonrisas.
Como me comentó el traductor Carlos Manuel García Cabrera, los médicos cubanos durante este tiempo en Evpatoria, no solo han consultado a los pacientes del “DRUZHBA” sino también a todos los que han requerido de sus servicios. Se han visto en consulta pacientes de otras ciudades de Crimea y de Ucrania, así como de otros países europeos.
Es destacable la labor del traductor Carlos, quien por su trabajo también recibió un Diploma de Reconocimiento, conferido por el Ministerio de Balnearios y Turismo de la RAC. En este diploma reza:
“POR SU GRAN APORTE EN LA ELABORACION DE MÉTODOS DE TRATAMIENTO Y REHABILITACIÓN DE NIÑOS VICTIMAS DEL ACCIDENTE DE CHERNOBIL”.
A primera vista, la redacción parece extraña porque se le confiere un diploma al traductor que no es médico, pero si reflexionamos un poco, comprendemos que es justa la decisión.
El aporte de los traductores en este proyecto internacional, no es menor que el de los galenos. Se ha estimado que en estos años se han realizado mas de 35 000 traducciones.
Carlos Manuel García Cabrera trabaja vinculado a los médicos hace alrededor de 20 años. Por consiguiente, merece estas palabras de reconocimiento y con la experiencia adquirida bien podría poner tratamiento…
Próximamente se organizaran recordatorios y veladas, rindiéndole tributo a las victimas de la catástrofe de Chernobil. Estas actividades no solo se realizaran en Ucrania, sino también en Cuba. El día de este aniversario tendrá lugar un panegírico en el Convento de San Francisco de la Ciudad de La Habana. La misa se dará en tres idiomas: español, griego y ucraniano y participaran pacientes ucranianos que reciben tratamiento en Tarará.
A estos niños a los que un día el destino les jugo una mala pasada, después encontró la forma de compensarlos: les brindó la posibilidad de estar en Cuba y percibir el calor y la preocupación de los mejores doctores cubanos.
Pienso que al escuchar ”OTCHESNASH” en el templo ortodoxo de San Nicolás en el convento de San Francisco, ellos le agradecerán a Dios haberlos conocido y les pedirán que ore por sus salvadores y todos los médicos del mundo.