Con una velada político-cultural los combatientes de las FAR homenajearon al líder indiscutible de la Revolución Cubana.
Fidel es el resultado de nuestras luchas emancipadoras y su mayor legado fue confiarnos la continuidad de esa obra revolucionaria por la que luchó incansablemente.

La historia mundial sabe de su grandeza, tanto,  que unió al azar en un mismo día, la salida de los 82 expedicionarios del yate Granma desde Tuxpan, México y el paso a la inmortalidad del artífice de aquella epopeya, con la que se cimentó el devenir de nuestras gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
 
Merecido homenaje, el Comandante en Jefe recibió en la tarde de ayer, 25 de noviembre, en la Sala Universal de las FAR, en el quinto aniversario de su desaparición física, multiplica el sentir y compromiso de los combatientes de la institución armada, de ser fieles a la confianza depositada en ellos, de acompañar al pueblo en los momentos más trascendentales de la Revolución.
 
Esta velada, fue una muy oportuna ocasión,  para la felicitación  expresada por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, en ocasión de conmemorarse el próximo 2 de diciembre el aniversario 65 de la fundación de las FAR.
 
Prosa vibrante, música, danza…enaltecieron al revolucionario de todos los tiempos, cuya obra en favor de la paz, lo hacen presente e inmortal, al multiplicarse en millones de seres humanos su ideal libertario y humanista.
 
Presidieron la gala, los miembros del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, General de Cuerpo de Ejército, Álvaro López Miera, ministro de las FAR, y el General de División, Lázaro Alberto Álvarez Casas, ministro del Interior.  
 
También participaron jefes principales de las FAR y del Ministerio del Interior una representación de generales de la reserva, vinculados a la gesta de liberación nacional, el cuerpo diplomático militar acreditado en Cuba; así como una parte del personal que participó en la organización de la caravana, que trasladó las cenizas del líder histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz desde La Habana hasta Santiago de Cuba.  
 
Sin su presencia física, pero sabiéndonos observados por él desde el espacio donde persiste su ideal; se ensanchan las páginas de la historia de un país que vive, en el alma imperecedera de nuestro Comandante en Jefe.