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Quisqueya 1969: un juego de beisbol que levantó a Fidel

Дата: 

26/08/2024

Источник: 

JIT La Actualidad del Deporte Cubano

Автор: 

EL AMBIENTE parecía diseñado por un guionista de cine. Pero era muy real. XVI Serie Mundial de Beisbol. 26 de agosto de 1969. Estadio de Quisqueya. Los equipos de Estados Unidos y Cuba se enfrentaban invictos en el último partido de un todos contra todos (¡el decisivo!), algo bien previsto así por los organizadores en aras del espectáculo.
 
Los aficionados dominicanos gritaban enardecidos «Yanquis, go home» (en rechazo al envío de marines y otros soldados ahí en 1965). Y llegado ya el octavo inning, de un juego muy dramático, ellos… ¡Iban ganando!
 
Uno de los muchos cubanos -¿De cuántos millones?- que estaba aquella noche inolvidable muy atento a la transmisión por radio era… ¡Fidel Castro Ruz! Hasta contaba los fouls. Y, como escribiremos después, hubo un momento en que se levantó.
 
¿Podía ser de otra forma teniendo en cuenta su preocupación histórica por el beisbol, el cual incluso practicó mucho, o por aquel equipo, o siempre por todo el deporte cubano?
 
No aspiro a que todos los lectores estén de acuerdo: ¡Aquel puede haber sido nuestro juego más importante y dramático de la historia en todos los campeonatos mundiales!
 
Lo propongo así por lo que significaba, por todo lo que había detrás, porque no se habían consolidado del todo los éxitos de nuestros peloteros después del triunfo de la Revolución, por el escenario…
 
No lo duden: el ambiente parecía diseñado por un guionista de cine. Es que incluso los antecedentes más recientes no eran halagadores: los cubanos perdieron la corona ante los estadounidenses en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1967. En realidad nuestros compatriotas les ganaron dos veces en la fase regular, pero luego se realizó una serie extra y cayeron por dos juegos a uno.
 
Y, un año después, cedieron dos veces en un torneo celebrado en México, luego de que se montaran ahí los Juegos Olímpicos. Es verdad que esos tres desafíos llegaron empatados a la octava entrada. Pero… habían perdido.
 
Es por todo eso que Fidel estaba muy atento a la radio…
 
MUY DIFÍCIL
 
Volvamos a aquella noche inolvidable de 1969, en el estadio de Quisqueya. Larry Osborne, pítcher zurdo, para más detalles con el número 22 en la espalda, se había presentado muy dominante. No solo lanzaba bien: también bateaba (dos hits en tres turnos). La carrera de los norteños fue marcada en el cuarto inning. Así de dramático, una por cero, se llegó al octavo.
 
Osborne no pudo sacar los tres outs de ese octavo inning. Primero llegó el empate, impulsado por el también lanzador Gaspar “Curro” Pérez (tercero de nuestros lanzadores ese día, quien demostró que el nuestro también bateaba, y le dio la razón a la atrevida estrategia de no traer a uno de los buenos emergentes que estaban en el banco). Un poco después el zurdo Rigoberto Rosique, segundo bate y jardinero central, lo impulsó con la que en definitiva resultó la carrera decisiva. El “Curro”, quien trabajó cinco entradas, en las que solo aceptó dos hits, no dio opciones ni en el final del octavo ni en el noveno.
 
No había mucha ofensiva entonces, a lo cual se debe sumar el buen pitcheo y la utilización del bate de madera. Los números finales confirman lo anterior: Cuba (dos carreras-cinco hits-un error), Estados Unidos (una-seis-uno). Los otros tres hits, además de los del “Curro” y de Rosique fueron de Fermín Laffita, Lázaro Pérez y Rodolfo Puente (un doblete).
 
CONFESIONES DE FIDEL
 
La llegada del victorioso equipo, y una ceremonia posterior en el propio aeropuerto, fueron transmitidas por la televisión.
 
Al aterrizar el avión Fidel se encontraba a unos 15 kilómetros del aeropuerto. La lluvia era tan fuerte que obligó a detener la caravana. Pero en definitiva pudo llegar.
 
Le preguntaron:
 
—¿Cuál fue para usted el momento más emocionante ayer en el juego?
 
—Bueno, déjame decirte que fue en el que se produce el batazo del “Curro”, sin duda después de dos strikes y cinco fouls. Incluso, después le tiró a la bola —que narró “Bobby” Salamanca— pero la pellizcó y después la volvió a pellizcar.
 
—¿Y usted iba llevando el conteo?, le preguntó entonces el gran animador Germán Pinelli.
 
—Tres caguazos al… (Risas).
 
Entonces la línea del “Curro” que empató el juego. Sin duda que fue un gran momento para todo el mundo, porque además ya venía la tensión desde el primer inning. ¡Ocho entradas y estaban perdiendo el juego! Y el pítcher contrario se mostraba con bastante eficacia (…).
 
Y, por supuesto, después cuando Rosique batea el hit allá por el right field fue el otro momento culminante. Y, por último, otro momento tremendo fueron los dos últimos ponches del “Curro” Pérez, cuando tiró con una gran confianza, una gran seguridad y con un gran dominio lanzó los strikes finales. Y también emocionaba mucho el hecho del público: el apoyo que teníamos del público dominicano (…) hubiera dolido mucho si hubiesen quedado defraudados.
 
Fidel, ante otras preguntas, confesó lo que hizo tras el final:
 
Yo me senté al principio. Yo estaba con un radio oyendo el juego. Y ya en el octavo realmente me levanté (Risas). Y no podía y me levanté. Y en ese momento caminaba… Después, en el noveno, traté de sentarme. Yo dije: Tengo que sentarme (Risas). Me senté, pero lo oí y me levanté otra vez. Entonces ya al final estaba también parado, cuando fue el último out…
 
Hasta Buck Canel, el famoso narrador de beisbol, había dicho que era muy difícil ganarle a ese equipo estadounidense.
 
Ese día, cuando el recibimiento, Fidel comentó nuestras dificultades ante los lanzadores zurdos, y pletórico lanzó una frase para la historia.
 
Conquistaron la luna, pero no pudieron conquistar el campeonato mundial de amateurs.
 
EL “CURRO”
 
Hubo un momento, ante las cámaras, en que le preguntaron al “Curro” Pérez cómo se sintió cuando vino al bate y conectó el hit del empate. «Bueno, yo me sentía… esperando dar el batazo porque sabía que el pueblo de Cuba me estaba oyendo. Y esperaba eso de mí: que yo diera un hit para empatar el juego».
 
—¿Pero no te pusiste nervioso ni nada?
 
—No, en mí no cabe el nerviosismo.
 
—¿Y en el último inning, que cerraste tan duro con esos dos ponches?
 
—Eché el resto, ahí tenía que echar el resto. No podía batear nadie.
 
Y mientras se vivían esos strikes, “Bobby” Salamanca narraba: «¡Azúcar!». Era, como se recuerda, un simpático estilo que había creado para ambientarlo con la Zafra de los 10 Millones: «caña de un trozo» (al hit)… «caña de cuatro trozos» (al jonrón).
 
LA ALINEACIÓN
 
1.-Félix Isasi (segunda base)
 
2.-Rigoberto Rosique (jardinero derecho)
 
3.-Fermín Laffita (jardinero central)
 
4.-Owen Blandino (tercera base)
 
5.-Silvio Montejo (jardinero izquierdo)
 
6.-Felipe Sarduy (primera base)
 
7.-Lázaro Pérez (receptor)
 
8.-Rodolfo Puente (torpedero)
 
9.-Roberto Valdés (lanzador)
 
Luego, Andrés Telemaco bateó de emergente por el lanzador Santiago “Changa” Mederos, quien había relevado en el cuarto a Valdés. El “Curro” entró en el quinto. Antonio González corrió por Lázaro Pérez en el octavo y anotó la primera carrera. Ramón Hechavarría se puso entonces la careta.
 
Una curiosidad con nuestras segundas bases: Andrés Telemaco jugó los cinco primeros encuentros y Félix Isasi los otros cinco.
 
MÁS CONFESIONES
 
¿Quedó claro por qué Fidel se levantó de su asiento, aquella inolvidable noche del 26 de agosto de 1969?
 
Hora de confesiones. Lo aquí contado se lo debo a una vieja guía de beisbol. Yo tenía 10 años cuando me la regaló mi papá, ese sí era buen periodista, fallecido en 2008.
 
Creo que ya me había regalado un guante con el cual atrapé durante años muchos rollings. Y llevado algunas veces al Estadio Latinoamericano. Quiero pensar que por muchas razones él también es autor de esta crónica. En honor a la verdad es más suya que mía…
 
LOS DIEZ RESULTADOS DE CUBA
 
8x0 a Venezuela.
 
10x1 a Nicaragua.
 
8x0 a Panamá.
 
17x0 a Guatemala.
 
10x3 a República Dominicana, que estaba ganando 3x2 al llegar al final del sexto.
 
9x3 a Colombia.
 
9x1 a Puerto Rico.
 
5x3 a México, que iba al frente 3x0 en el principio del quinto, hasta ese momento el partido más difícil.
 
12x1 a Antillas Holandesas.
 
2x1 a Estados Unidos.
 
Un dato: los dominicanos disfrutaron no solo del triunfo de los cubanos, sino del tercer lugar de su conjunto, que terminó con siete victorias y dos derrotas (ante los dos primeros de la competencia), entre once países, todos de América.
 
EL CUADRO DE HONOR
 
Equipo campeón: Cuba (10-0=1000).
 
Líder de bateo: Owen Blandino (Cuba), 40 veces al bate-20 hits=500 de average.
 
Anotador: Owen Blandino (Cuba) 13.
 
Jonronero: Fermín Laffita (Cuba) 3.
 
Estafador: Carlos Urriola (Venezuela) y Orlando Ramírez (Colombia) 5.
 
Pitcheo (Juegos Ganados): Gaspar Pérez (Cuba), 4-0=1000.