“Siempre seré un economista de Fidel”: Ramón Labañino Salazar
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Sorpresa enorme sintió esta reportera cuando su “amigo” de Facebook Ramón Labañino invitó a opinar sobre la realidad económica cubana. Ante la duda de que fuera una identidad falsa, me comuniqué con la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), de la cual es su vicepresidente. Preparada mentalmente a que dijera que le habían usurpado el perfil, volví a quedar turbada: “Sí, soy yo”. Aproveché y le pedí una entrevista. “Claro, ¿puede venir mañana?”, dijo, y esto fue un mazazo total a mi subjetividad, acostumbrada a las casi habituales demoras de acuse de recibo de muchos funcionarios, mal que sufre la población y del que no escapa el gremio periodístico.
Ramón, a secas, como lo llama afectuosamente el pueblo, es remiso a los elogios, a tal punto que cuando expresé estar nerviosa frente a él, ripostó: “¿Por qué?”. “Es usted un luchador antiterrorista, contra el Imperio y en su misma guarida. Es héroe de la República de Cuba y no uno cualquiera: es parte de ese grupo inseparable de los Cinco”, enfaticé. Nueva admiración: “Na’, lo que hay es que amar profundamente a la patria; cualquier cubana o cubano digno y leal es capaz de hacerlo”. Acto seguido aseguró el tremendo gusto que sentía en ofrecer declaraciones a nuestra centenaria revista. Café mediante, nos adentramos en la charla.
–¿Cómo surge la idea de indagar a través de las redes sociales sobre los actuales problemas económicos cubanos?
–“Nosotros los Cinco somos bastante atrevidos, pero es que en realidad hoy en día las redes sociales tienen un poder y un alcance tremendo a nivel mundial. Es importante usarlas en beneficio nuestro para llegar a un segmento poblacional más amplio, más diverso. Al tener posibilidades instantáneas de comunicación, deben ser vistas no como perjuicio, ni con prejuicio. El enemigo las utiliza ahora contra nosotros para intentar dar sus ‘golpes suaves’ o difundir mentiras sobre Cuba. Entonces, ¿por qué no verlas desde un objetivo distinto, desde la economía, que en definitiva es defender a nuestro pueblo mediante mi profesión? Lo hice a partir del análisis de las medidas económicas impulsadas en el país.
“Las tareas en esta esfera emprendidas por el Gobierno cubano no pueden estar dirigidas únicamente desde la superestructura porque aquí es una tarea de todos, de pueblo. Tenemos que hacer que este las suscriba como propias; lo mismo las 43 medidas en el sector empresarial, las 63 en el agropecuario, que las 93 de aplicación en el azucarero. Si solo lo discutimos a nivel de la superestructura, del nivel central, ahí se quedarán.
“Los mejores economistas que tenemos están en el pueblo. Fíjate en un ama de casa. Ella a diario está ‘batía’ para buscar los alimentos de los hijos, hace la cola del pan o coge una guagua. De ahí surgen, pienso yo, las grandes ideas, porque tal vez haya asuntos que los economistas académicos no vemos. Entonces este acercamiento personal a las redes creo que es muy útil. Yo lo recomiendo. Es quizás un método no científico de investigación, pero da muchos datos. He aprendido cantidad con el intercambio, donde la gran mayoría de las opiniones son positivas hacia la Revolución, aunque también están los que critican por criticar y otros que a todas luces forman parte de la subversión.”
Foto: A partir del VIII Congreso de la ANEC, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, convocó a los afiliados a “poner pensamiento”, entre otras cosas, para ayudar a desatar todas las fuerzas productivas; a concluir el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030; a lograr que el comercio interior sea más robusto y satisfaga las demandas de la población. (radioreloj.cu)
–¿Cuáles problemas priorizó la población?
–“Cuando indagué sobre los diez elementos económicos que más impactaban, el primero fueron las tiendas en MLC y eso nos abre los ojos. Se pregunta por qué los productos de primera necesidad se venden en esas tiendas. Criterios que nos enfocan en qué medidas tomar. En segundo lugar, están los precios de los productos y servicios, asociados a la inflación. La otra cuestión importante fueron los revendedores y acaparadores, que van a los comercios en MLC y luego ofertan los productos tres veces más caro. Apareció el tema del salario, que ha crecido, pero en la práctica el poder adquisitivo es menor que antes. Se planteó como negativo las empresas que venden en MLC cuando no deben hacerlo.
“Cada uno de estos elementos está relacionado porque en economía, como ciencia, tú no puedes separarlos. Toda esa lógica de comportamiento económico está reflejada en la encuesta: La inflación, la relación oferta y demanda, el aumento de los precios de bienes y servicios… Por supuesto, salieron las afectaciones económicas y financieras que trae el bloqueo yanqui. Sin embargo, esto último también se vincula a dos asuntos neurálgicos. Me explico. Las personas señalaron que algunos desde sus puestos los usan como pretexto para poner trabas burocráticas y caer en la corrupción. Ambas cosas tienen un coste económico elevado y, lo más peligroso, comprometen el prestigio de la Revolución.
“Voy a ejemplificar: nuestras empresas están autorizadas a exportar, pero se crean tantos mecanismos burocráticos que al final se vuelve muy difícil abrirse al mercado exterior. Así, una buena idea se ve paralizada. Fenómenos de ese tipo son inadmisibles en Cuba. Si hay sospechas sobre cadenas de corrupción, hay que primero denunciarlas, luego investigarlas y después abrir procesos judiciales y, sobre todo, ponerles rostro, apellidos; entonces divulgarlo; aquí el trabajo de la prensa es fundamental. Hay que publicarlos en primera plana, sin temor. También la prensa puede contribuir a la labor de fiscalización del pueblo y a que comprenda las medidas económicas, y las abrace.”
– ¿Le sugirieron ideas interesantes?
–“Muchas. Es lógico, porque nuestra gente es culta, formada por más de 62 años de Revolución; tenemos una gran sabiduría popular. Las propuestas que se han hecho son sumamente relevantes. Una de ellas se relaciona con las tiendas en MLC y que las mismas pasen a vender en moneda nacional, a precios equivalentes o rebajados, donde los que tengan MLC los cambien en CADECA o en el Banco. Se opinó unirlas a otras medidas de cambio haciendo la tasa más competitiva.
“Debo decir que este mecanismo fue pensado al principio para mercancías duraderas, productos de alta gama –casi de lujo–, no cosas indispensables. Es verdad que el contexto cubano es altamente complejo, pero cuando algo se vuelve contraproducente deben verse otras opciones o adecuaciones porque puede llegar a ser desmotivador para el pueblo imaginar que nada se hace y es todo lo contrario. Díaz-Canel, la dirección del país y el Partido se empeñan a fondo en soluciones creativas (se están estudiando medidas antiinflacionarias). Hay que ser radical, como el comandante, por eso siempre seré un economista de Fidel.”
– ¿Tendrá alguna salida útil su encuesta virtual?
–“Sí, estoy haciendo un análisis profundo de todas las propuestas para hacerlo llegar a los decisores y destinatarios. Se está en un proceso de evaluación desde la ciencia, pero sustentada en lo que nosotros identificamos como ‘criterio económico del pueblo’. Existe claridad sobre la urgencia con la que debe ser enfrentada la situación actual. Exhorto a seguir confiando, que aquí nadie está cruzado de brazos; de hecho, las medidas que se tomaron en el sector empresarial son también antiinflacionarias.”
–Leyendo algunas de esas opiniones vi que varias sugieren la privatización de todo: la vuelta atrás, antes de 1959. Estando en prisión realizó cursos sobre “Economía del Capitalismo” o “Cómo invertir en la bolsa de valores”; con ese bagaje, más el título de Oro en la Universidad de La Habana, ¿sigue pensando que la sociedad socialista supera a la capitalista?
–“Yo he vivido tanto en el socialismo como en el capitalismo y no en uno cualquiera. Fue en los Estados Unidos, que tienen un alto estándar de vida, sustentado en el robo a los demás países. Y a nosotros en Cuba nos mueve la solidaria justicia social, esencia de la economía socialista. Gracias a esa guía conquistamos derechos inimaginables en otros continentes. Ahí están África o Haití. Aquí tenemos educación, salud, seguridad social, seguridad pública, cultura. Todos, base de los derechos humanos. A quienes sueñan con la restauración del capitalismo en Cuba les contesto: sí, habría una cúpula muy rica, mientras la inmensa mayoría volvería al atraso; seríamos otro Haití. Seríamos sin duda un lugar de esparcimiento para los norteamericanos y los yanquis nos harían pagar la osadía de haberlos desafiado con nuestra soberanía, ejemplo mundial. Sin duda, actuarían con semejante crueldad a la que tienen en estos tiempos que corren con el reforzamiento del bloqueo imperial.”
De las más de mil mipymes existentes ahora en Cuba, muchas se dedican a la producción de alimentos. Imagen de Ciego de Ávila. (www.tvavila.icrt.cu)
–Entre los varios cometidos de la ANEC se encuentra “de desempeñar las actividades de asesoría y construcción práctica de la actividad económica del país, con el propósito de contribuir a elevar su nivel de desarrollo socioeconómico”. ¿Cómo lo hacen?
–“Tenemos muchas tareas; entre las más significativas están los vínculos con las empresas en su revisión de fichas de costo y otros asuntos. La ANEC, a través de los gobiernos municipales, se despliega en la base. Contamos con cuadros profesionales brillantes en espera de una mayor oportunidad. Nos preocupa y ocupa cómo lograr que el pueblo sea un factor decisor, que denuncie a aquel que esté sobrevaluando un producto para sacarle mucho provecho. Sé que se espera el tope de precios, pero eso no sería efectivo: se esconderían las mercancías y se venderían en el mercado negro a un precio considerablemente mayor. La solución es producir, si bien es cierto que los resultados no se verán enseguida. De todas formas, pienso que a nivel local se pueden tomar medidas de precios, aunque a nivel nacional no sea una orden. Ideas tenemos miles.”
–Por último se impone una pregunta relativa a usted como parte de los Cinco. Es inevitable verlo y sentirlo como un héroe que no dudó en asumir en los EE. UU. la condena de una cadena perpetua y 18 años. ¿Qué sintió Ramón Labañino Salazar cuando Fidel dijo: “Volverán”?
–“Cuando Fidel da a conocer nuestros nombres yo compartía la celda del ‘hueco’ con René. Fue enorme la emoción, al punto de las lágrimas. Quedamos totalmente convencidos de que alcanzaríamos la victoria. Nunca lo dudamos, pero escuchar ese ‘¡Volverán!’ fue la confirmación definitiva del regreso a la Patria.”