A cuatro años de la inhumación de sus restos en la humilde piedra del cementerio patrimonial de Santa Ifigenia, Fidel Castro convoca hoy a los cubanos a la defensa de la Revolución en tiempo de definiciones.
 
Las flores frescas renovadas por manos de niños, jóvenes, adultos, hombres y mujeres, indican el tributo eterno al líder histórico, vencedor de una y mil batallas a lo largo de décadas de enfrentamiento a la mayor potencia 'imperial' del orbe y a los nacidos por equivocación en esta tierra.
 
Estudiantes y profesores universitarios reeditaron la peregrinación por la Avenida Patria para llegar hasta la necrópolis y expresar su reverencia, cuando la noble herejía que significó la epopeya del Primero de Enero de 1959 atraviesa momentos de radicalización histórica.
 
Este jueves, jóvenes santiagueros subieron hasta el vara en tierra de las estribaciones de la sierra de la Gran Piedra, donde fue apresado Fidel junto a otros compañeros tras el asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, en pos del derrocamiento del dictador Fulgencio Batista.
 
Allí, en ese lugar tan especial de la naturaleza y la historia cubanas, bajo la advocación Las ideas no se matan, versos y canciones renovaron el compromiso con los héroes y mártires de la Patria y con los sueños de mejoramiento humano por ellos defendidos.
 
La Unión de Jóvenes Comunistas, la Federación Estudiantil Universitaria y la Cátedra consagrada al estudio de la obra y el pensamiento del Comandante en Jefe de la Universidad de Oriente, auspiciaron la cita que devino otra muestra de adhesión de los más nuevos a la causa revolucionaria.
 
Cuando baten aires de tormenta y está una vez más a prueba la resiliencia de la Revolución cubana, Fidel es otro misterio que, junto a Martí, nos acompaña.