Una foto de los primeros médicos y personal sanitario cubano que llegaron a Sierra Leona en 2014 para combatir el Ébola, ilustra hoy una de las tantas páginas del liderazgo global de Iberoamérica en la cooperación sur-sur.
 
La instantánea aparece en el capítulo III del libro 'Una década de Cooperación Sur-sur en Iberoamérica' y eterniza el momento en que los galenos, sin importar convencionalismos, cargan cajas de medicamentos e insumos a su arribo al aeropuerto de Freetown.
 
Sin duda, una de las páginas más emotivas de la solidaridad de Cuba hacia ese pueblo africano no podía faltar en la publicación recién presentada en la XXVI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que tiene lugar en la ciudad colonial de Antigua Guatemala, a 45 kilómetros de esta capital.
 
La pequeña isla de las Antillas, junto a gigantes como Brasil, México y Argentina, aparece entre los protagonistas de la cooperación horizontal, ya sea sur-sur (CSS) o Triangular, considerada esta última como la modalidad más idónea para que los países desarrollados se sumen en condiciones de pares.
 
Los datos del compendio, calificado como el testimonio más completo de la acción colectiva fundada sobre la solidaridad, ubican a Cuba con 686 proyectos, de ellos, 454 como oferente, 185 en el rol de receptor y 47 en ambos.
 
La historia de buenas prácticas que aporta el texto condensa siete mil 300 iniciativas de programas, intercambio de experiencias y diseño de soluciones adaptadas a los desafíos de cada uno de los 22 países que conforman Iberoamérica.
 
Temas sociales, de salud, industria, productividad, agricultura, gobernabilidad, medio ambiente, transparencia, ciencia, tecnología e innovación evidencian los resultados de una década de cooperación fuerte y dinámica como se refleja en los capítulos tres y cuatro.
 
La información recopilada nace de la revisión exhaustiva de las 10 ediciones publicadas del informe de la CSS en Iberoamérica, un proceso técnico y político, de construcción multilateral y siempre consensuada con el fin de relatar su evolución dentro y fuera de los 22 países que integran la comunidad.
 
Diez casos en detalle conforman el capítulo cuatro, una selección en extremo difícil para acercar las historias humanas detrás de las cifras.
 
A juicio de la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, Diez décadas... 'es más que un objeto de conmemoración porque confiamos en que se convierta en libro de referencia para entender el modo en que la región mira, entiende, impulsa y apuesta por la CSS'.
 
Esta, según Grynspan, entendida como instrumento de paz y de construcción de una cultura de convivencia y solidaridad internacional.
 
Para los cubanos, compartir lo que tienen y no ofrecer lo que les sobra forma parte del ideario humanista que sustenta su proyecto de gobierno y país, a pesar de un férreo bloqueo de casi 60 años por parte de sucesivas administraciones estadounidenses.