ELAM: 18 años de historia
Sueños que dejan de serlo, así diría el Líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz en 2005, sobre las aspiraciones de Cuba de formar personal médico foráneo, durante la primera graduación de la Escuela Latinoamericana de Medicina, (ELAM) ubicada en La Habana, y que vio la luz el 15 de noviembre de 1999.
La idea surgió – acotaba el Comandante en Jefe en su discurso – cuando los cables comenzaron a divulgar la noticia de que el huracán Mitch había arrancado la vida a más de 40 mil personas en Centroamérica. Propusimos enviar una fuerza médica capaz de salvar cada año tantas vidas como las que había destruido el huracán.
Fue así que nació uno de los proyectos más nobles nacidos al calor de la Revolución Cubana, con Fidel en la proa, y que ha beneficiado a miles de jóvenes de más cien países del mundo, en sus 18 años de historia real.
La Universidad de Ciencias Médicas de Sancti Spíritus devino extensión de este programa de formación de médicos. Bajo las doctrinas de los profesionales yayaberos unos 985 extranjeros han abrazado sus títulos, en cuyas letras está la huella de su paso por Cuba. De ello vive orgulloso el joven hondureño Nelson Figueroa Soriano.
“Yo tenía referencia de la medicina cubana porque en los países latinoamericanos tiene un alto prestigio. Luego de constarlo con mis ojos y mi piel, me voy de este país satisfecho por haber cumplido mi sueño. En mi maleta, de regreso a mis orígenes, me llevo la solidaridad y el humanismo que enseñan aquí”.
Y porque el pueblo caribeño le abrió las puertas como nadie, Figueroa Soriano se siente en deuda con la Mayor de las Antillas, a la que llamó su segunda casa.
“Agradezco mil veces al ya fallecido Comandante Fidel Castro Ruz por la iluminarnos el camino y pensar siempre en la humanidad y en los más pobres. Lo que hace Cuba por nuestros pueblos es la mejor muestra del altruismo y de buen corazón, porque esta nación brinda lo que tiene, y no lo que le sobra”.
Sin dudas es la ELAM una muestra de que, como dijera Fidel, “todo el oro del planeta no puede doblegar la conciencia de un verdadero guardián de la salud y de la vida”.
Es la ELAM, una puerta abierta para aquellos jóvenes, que como el venezolano – graduado en Sancti Spíritus- Edgar Salvatierra Jiménez, juran sanar las heridas de personas pobres que los aclaman con desesperada urgencia.
“Me llevo de Cuba la solidaridad que profesan sin importar sexo, color de la piel, características físicas. En Cuba me enseñaron que el humanismo es la principal cualidad que debe tener un médico. Eso lo pondré en práctica en mi país.”
Como Edgar y Nelson, centenares de médicos extranjeros formados en Cuba sentirán este 15 de noviembre la nostalgia de sus pininos en la sede de la Escuela Latinoamericana de Medicina, un sitio donde las diversas culturas se dan la mano en pos del conocimiento y la creación de un mundo mejor.
Este 15 de noviembre la historia dará la razón, una vez más, al embajador de la solidaridad mundial, Fidel Castro, quien sentenció: “No hemos conquistado toda la justicia, pero es nuestro deber salvar la justicia conquistada”.