«Fidel fue un gigante político del siglo XX. Perteneció a una generación que supo cultivar la lealtad y la firmeza. Con su palabra y acción defendió incondicionalmente las ideas revolucionarias y los principios de justicia social. De él aprendimos que solo los que luchan tienen derecho a triunfar, y la convicción profunda que alcanzar la victoria depende del liderazgo, la motivación y la conciencia unitaria que logremos en el pueblo y sus trabajadores», expresó Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, primero en hacer uso de la palabra en el Acto político de homenaje póstumo al Comandante en Jefe, en la Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo Grajales, en la ciudad de Santiago de Cuba.
 
El dirigente, quien refirió el profundo dolor y tristeza que por el fallecimiento del líder de la Revolución sienten los trabajadores y su movimiento sindical, dijo sobre Fidel que su «talla como estadista mundial se revela en su extraordinaria capacidad para interpretar el sentimiento de las masas populares». Ello, dijo, quedó expuesto de modo magistral en su alegato La historia me absolverá, como un vivo testimonio de las condiciones de explotación y miseria en las que se hallaba el pueblo cubano en la etapa de la dictadura.
 
«Es también un programa revolucionario que planteó lo que había que hacer para su transformación, objetivo cumplido por la Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes», señaló el secretario general de la CTC.
 
Con el triunfo revolucionario del 1ro. de enero, la clase trabajadora cubana no solo encontró solución a sus reivindicaciones laborales y alcanzó el poder, sino que se convirtió en actor protagónico de las transformaciones que demandaba la construcción del nuevo proyecto social, desde cuyos cimientos se articulara la unidad en defensa de los intereses de la nación, subrayó el líder sindical.
 
«Como señalara Fidel entonces, batallas como esas no se libran ni se ganan, si no las libra una clase obrera consciente, revolucionaria y firme», dijo.
 
Consecuente con esa premisa, recordó que la presencia de Fidel fue sistemática en congresos sindicales, fábricas, campamentos agrícolas, zafras azucareras, contingentes y microbrigadas de la construcción, hospitales, escuelas, entre otros muchos sectores de la sociedad.
 
«Siempre estimuló la consulta al movimiento obrero de las más importantes y complejas decisiones adoptadas durante todos estos años, lo que ratifica su seguridad y confianza en los trabajadores», afirmó.
 
«Comandante en Jefe, el cumplimiento con eficiencia de los programas vinculados al desarrollo de nuestro socialismo es hoy y será siempre el más digno homenaje de los trabajadores a su práctica revolucionaria y a su ejemplo como soldado de las ideas.
 
Su estatura de líder mundial nos hace sentirnos orgullosos de ser cubanos», expresó Guilarte de Nacimiento.
 
Fidel, «gracias a usted Cuba es hoy una patria digna, independiente, antimperialista y solidaria. Su obra estará siempre viva en el corazón de los trabajadores. Con su lucha incansable usted nos ha demostrado que un mundo mejor es posible. ¡Hasta la victoria siempre! ¡Comandante en Jefe, Ordene!, concluyó.