Fiel de la Revolución
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Fidel inició una nueva travesía este 25 de noviembre. Justo 60 años antes, a sus 30 años de edad, partía del puerto de Tuxpan, México, junto a 81 compañeros en el yate Granma, a liberar la Patria, a la que le prometió cumplir.
El propósito era desembarcar por un punto de la costa oriental el 30 de noviembre de 1956, cuando Santiago de Cuba se levantaba para apoyarlo y cubrirlo. El alzamiento fue liderado por los valerosos hijos de la ciudad, tan jóvenes como él.
Santiago siempre fue, ha sido y será su ciudad amada, aquella en la que el 18 de octubre de 1953, en la improvisada sala de justicia que se estableció en el local de estudio de la Escuela de Enfermeras del antiguo Hospital Civil Saturnino Lora, pronunciaba, con apenas 26 años, su alegato La Historia me absolverá, el Programa de la Revolución.
En el aniversario 50 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en 2003, Fidel decía a los santiagueros que entonces había expresado «con crudeza, en cifras aproximadas, la situación de nuestro pueblo 55 años después de la intervención norteamericana contra una España ya militarmente derrotada por la tenacidad y el heroísmo de los patriotas cubanos, frustrando los objetivos de nuestra larga guerra por la independencia y estableciendo en 1902 un dominio político y económico total sobre Cuba».*
El Programa del Moncada, aquel que guio la lucha del pueblo cubano por su definitiva emancipación, primero con las armas y luego con el sudor del trabajo y el sacrificio, fue cumplido y sobrecumplido con creces en los duros años de brega que vinieron y aún continúan tras el triunfo de la Revolución.
«En Cuba, la pesadilla social y humana denunciada en 1953, que dio origen a nuestra lucha, había quedado atrás pocos años después del triunfo de 1959», decía Fidel al pueblo cubano 50 años después del juicio del Moncada.
«Pronto —recordaba— no hubo campesinos sin tierras, ni precaristas, ni aparceros, ni pago de rentas; todos eran dueños de las parcelas que ocupaban; ni hubo niños desnutridos, descalzos y llenos de parásitos, sin escuelas o maestros aunque fuese debajo de un árbol; ya no se producían entre ellos las muertes masivas por hambre, enfermedades o falta de recursos o de atención médica; los largos meses sin ocupación laboral desaparecieron; no se volvieron a ver hombres y mujeres en las áreas rurales sin trabajo».
Entonces —agregaba— se «iniciaba una etapa de creación y construcción de instituciones educacionales, médicas, habitacionales, deportivas y otras de carácter social junto a miles de kilómetros de carreteras, presas, canales de riego, instalaciones agrícolas, centros de generación eléctrica y sus líneas transmisoras de energía; industrias agrícolas, mecánicas, de materiales de construcción y todo lo indispensable para el desarrollo sostenido del país».
Y fue a pesar de que el país era objeto y lo sigue siendo —denunciaba el Comandante en Jefe— de «décadas de riguroso bloqueo y guerra económica, agresiones de todo tipo, cifras masivas de sabotajes, actos de terrorismo, planes de asesinato y una interminable lista de hechos hostiles contra nuestra Patria (...)».
Fidel inició una nueva travesía este 25 de noviembre. Pronto desandará, de nuevo, su Caravana de la Victoria. Ahora será de La Habana a Santiago. Y allí estará, con su mirada siempre profunda y escudriñadora, atento a la continuación de nuestra (su) obra. Es y será nuestro fiel de la Revolución.
La vejez en Cuba está garantizada. Casi dos millones de personas de la tercera edad son protegidas por la Seguridad y la Asistencia Social. Foto: Roberto Ruiz
Con una tasa de mortalidad infantil en 2015 de 4,3 por mil nacidos vivos, los niños cubanos vienen al mundo sanos, felices y con una esperanza de vida de 79 años. Foto: Calixto N. Llanes
* Palabras tomadas del discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto por el aniversario 50 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Santiago de Cuba, 26 de julio de 2003
Algunos datos del Censo de 1953 (1)
•Población: 5 820 000.
•Personas analfabetas: 807 700 (22,3% de la población, «cifra que sin duda se elevó después durante los siete años de la tiranía batistiana»).
•Personas con nivel medio superior y bachillerato aprobado: 139 984 (3,2% de la población con diez años y más).
•Graduados universitarios: 53 490.
•Fuerza laboral activa: 2 059 659.
•Desempleo: 8,4% de la población económicamente activa (el «censo de 1953 se llevó a cabo en pleno período de zafra azucarera, una etapa de máxima demanda de fuerza de trabajo», que apenas duraba unos cuatro meses).
•Bohíos: 33,3 % de las viviendas.
•Electrificación: 55,6%.
(1) Datos del Censo de 1953 comentados por Fidel en el acto por el aniversario 50 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.