“La excelencia de Alicia, su talento, su tenacidad y su ejemplo, que inspiraron a generaciones de brillantes artistas, hicieron posible el milagro: la existencia del Ballet Nacional de Cuba con calidad y prestigio mundiales; el nacimiento de la Escuela Cubana de Ballet, síntesis de universalidad, tradición, cubanía y estilo propio, reconocida y aclamada en cualquier parte del planeta; la formación de nuevos y extraordinarios valores y la posibilidad de lograr otros ambiciosos sueños”.
Referência ao texto original:
Discurso pronunciado en la inauguración del XVIII Festival Internacional de Ballet de La Habana, 19 de octubre de 2002