26 de Julio: Una fecha que consolida el presente y trasciende al futuro
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Reflexiones a los 60 años del 26 de Julio de 1953…
Existen acontecimientos que son punto de referencia en el decursar de los pueblos. Ni se atrasan, ni se adelantan. Tienen lugar en un momento preciso. En la gesta del 26 de julio de 1953 coinciden estas consideraciones.
En Cuba había tenido lugar el golpe militar del 10 de marzo de 1952. Se había derribado un presidente, suplantado el ordenamiento constitucional y jurídico del país, a solo 82 días de unas elecciones generales señaladas para el primero de junio de 1952. El golpe militar agudizó todas las contradicciones existentes en el país. Prevalecía un vacío de dirección nacional frente a la dictadura. Partidos políticos, en inútiles divergencias, sin visión histórica de aquel momento crucial. Su programa volver al 9 de marzo.
El año 1953 estaba marcado por fechas significativas en el mes de enero, era el centenario del natalicio de nuestro José Martí cuya presencia va a estar latente como ideólogo, y motor impulsor de todo aquel proceso. La colina universitaria bajo su conocida tradición de lucha había tenido su primer mártir, el estudiante Rubén Batista Rubio herido de muerte el 15 de enero de 1953 en la manifestación que tuvo lugar ante la profanación del busto del inolvidable líder estudiantil Julio Antonio Mella.
Un día antes del natalicio de José Martí el 28 de enero en horas de la noche desde su pedestal el Alma Mater vería a cientos de cubanos bajar la escalinata en manifestación organizada por la FEU, empuñando una antorcha encendida y dirigirse hacia la Fragua Martiana donde tan solo con 17 años el apóstol cumplió condena en el año 1870. Era la marcha de las antorchas, el homenaje sincero del estudiantado y del pueblo al centenario de nuestro José Martí frente a los sombríos y hipócritas actos de la dictadura. Las llamas de aquellas antorchas eran la luz entre las tinieblas imperantes.
Dentro de aquella imponente multitud había un grupo que se distinguía y llamaba la atención por su organización y disciplina. Tiempos después Fidel Castro expresaba “Esos hombres desfilaron por las calles de La Habana con la manifestación estudiantil en ocasión de conmemorarse el Centenario de Martí y llenaron 6 cuadras“ 1. Parte de esos participantes seis meses después atravesaron la Isla de oriente a occidente unos se quedaron en Bayamo, otros llegaron a la granja Siboney a solo 17 km de Santiago de Cuba y con magistral exactitud y compartimentación clandestina atacaron los cuarteles de ambas ciudades sincronizadamente sin que nadie supiera de su preparación y su traslado . Era la madrugada del 26 de julio de 1953, había trascurrido 16 meses del golpe militar.
En el cuartel Moncada en Santiago de Cuba se conocería de la acción cuando se escucharon los primeros disparos luego de la fatiga del tradicional carnaval de Santa Ana así como también el dictador Fulgencio Batista, mientras dormía dentro de su yate Marta, en la playa Varadero sin que los servicios de inteligencia, seguridad y represión detectaran los pormenores de aquel audaz asalto.
En la capital de la antigua provincia de oriente se encontraba el cuartel Moncada, fortaleza militar, sede del regimiento 1 “Antonio Maceo “que alza su estructura militar prácticamente en el centro de la ciudad. Aunque equipado con todos los medios y efectivos de guerra nunca se previó un ataque, pues su función fundamental era garantizar el poder político cualquiera que fuera su procedencia. La represión y el orden era su objetivo. Había que tener en cuenta que la provincia de oriente posee como característica especial su tradición e lucha, desde la guerra de Independencia, y rebelde siempre. Situación que era conocido por los combatientes.
En el combate fundamental existieron más bajas de soldados que de asaltantes. Fue después de terminada la misma, en que su odio feroz la dictadura desató durante 4 días después el asesinato a prisioneros y heridos así como sus torturas. A pesar del recio control de la dictadura, no se logró ocultar estos crímenes y atrocidades.
La noticia de aquellos hechos llegó pronto desde la región oriental a toda la nación. Se conoció que el dirigente de aquellas acciones era Fidel Castro un conocido líder estudiantil recién graduado de derecho de la Universidad de la Habana que con gallarda dignidad asumía la responsabilidad de los hechos , denunciaba los crímenes perpetrados y señalaba a José Martí como autor intelectual de aquellas acciones. Todo un acontecimiento.
Pero si de acuerdo a estas realidades en el orden militar no lograron su objetivo, meses más tarde se convirtió en victoria, cuando el propio Fidel Castro en su autodefensa desde un pequeño local de un hospital de Santiago de Cuba, en su penúltima vista de juicio sobre aquellos acontecimientos el 16 de octubre de 1953, como acusado en su alegato se convierte en acusador, denuncia los crímenes y precisa los contornos ideológicos de la acción.
Aquellas palabras conocidas como La Historia me Absolverá, al principio una publicación clandestina se convierte en el documento raigal del programa de la revolución y un texto indispensable en el pensamiento político, nacional y latinoamericano. El asalto al cuartel Moncada, no termino cuando se escucharon los últimos disparos , todo lo contrario , comenzó: los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes fijó la necesidad irreversible de la lucha armada; enarbolo un programa ;cerró una etapa y abrió otra.
El pueblo de Cuba sintió de nuevo la presencia de José Martí, galopando en su caballo blanco, pistola en ristre disparando contra los males heredados del colonialismo, la politiquería, la injerencia política, izando la bandera de nuestra verdadera independencia y identidad.
Las acciones del 26 de julio de 1953 continuaron con fuertes ráfagas e indoblegable espíritu en: el desembarco del Granma, montañas y ciudades en la fuerza de su unidad, rompiendo esquemas. Continuo combatiendo no sólo contra un cuartel, sino contra muchos cuarteles, frente a un poderoso ejército de tierra , mar y aire en hazañas que asombro al mundo. Y un día 1 de enero, comenzando el año 1959 en un amanecer de victoria , entraron los rebeldes con sus simbólicas barbas , Fidel al frente, precisamente donde comenzó aquella batalla hacia cinco años y cinco meses ,en Santiago de Cuba !cuanto simbolismo! ..
Resultaría interesante como colofón de todo lo expresado repasar y analizar lo manifestado por el dirigente de aquella gesta Fidel Castro, en el noveno aniversario de aquellas acciones cuando expreso: “El 26 de julio comenzó la última y definitiva etapa de la contienda por la independencia nacional que había librado nuestro pueblo desde 1868”. Así como lo manifestado al año siguiente en el próximo aniversario” Esta fecha tiene el valor no como hecho que se proyecta en el pasado, sino como un hecho que se proyecta hacia el porvenir “.
Por la profundidad de estas reflexiones que precisan dos de los rasgos fundamentales de aquel histórico acontecimiento, su punto de partida presencia y continuidad se desprende la vigencia de estos acontecimientos como un canto de esperanza tanto nacional como internacional.