Protestas por la ofensa a Martí y a Cuba
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Tras su regreso a La Habana, luego de su participación en el Bogotazo, Fidel contrajo matrimonio el 11 de octubre de 1948, con Mirta Díaz-Balart, también estudiante universitaria. Gracias a unos tres mil pesos, que les obsequió don Ángel, pudieron viajar a Miami y, de allí, a Nueva York. La joven pareja recorrió museos, monumentos, teatros, restaurantes y otros sitios de interés. También llegó Fidel a Harvard en busca de los programas de estudio, pues planeaba aprobar las cincuenta y tantas asignaturas que le restaban del cuarto y quinto cursos, para después estudiar Economía Política, en alguna prestigiosa universidad extrajera.
De regreso a su hogar, Fidel se entregó a los libros; pero no abandonó sus actividades políticas contra el gobierno de Carlos Prío Socarrás. Por entonces ya militaba en las filas de la Juventud Ortodoxa y, como tantos otros cubanos, tenía cifradas sus esperanzas en el líder de este partido, Eduardo Chibás Ribas.[1]
El 11 de marzo de 1949 se produjo la profanación del monumento al Apóstol José Martí en el Parque Central de La Habana, repudiable acción cometida por un grupo de marines yanquis, pertenecientes a una escuadra fondeada en la bahía de La Habana: borrachos y prepotentes, aquellos infantes de marina subieron a la estatua de nuestro Héroe Nacional y se orinaron en ella. La población habanera respondió con coraje y, prácticamente, obligó a los policías a conducir detenidos a aquellos marinos.
Aunque la gran prensa burguesa intentó silenciar la afrenta; otros medios más progresistas dieron a conocer la insultante fotografía y se hicieron eco de las indignadas protestas de la población. El movimiento obrero, los estudiantes y el pueblo en general exigieron el castigo de los culpables. Se efectuaron mítines y manifestaciones contra la ofensa. En primera línea entre los que denunciaban el hecho y acusaban al imperialismo por el irrespeto a los símbolos de la nación se hallaba Fidel, cuya firma encabeza, además, el documento de Protesta de la FEU, que fue publicado por el rotativo Pueblo, el 12 de marzo de 1949:
«Algo más que un desagravio formalista exigimos del Gobierno Norteamericano que debe entregar a las autoridades cubanas a los marineros responsables para que sean juzgados conforme a Derecho y a la salvajada que cometieron.
»Protestamos además de la conducta del Jefe de la Policía Coronel Caramés que fusta en mano atacó a los estudiantes que fuimos hasta la Embajada norteamericana para demandar la acción pertinente de parte del gobierno al que pertenecen. Es una vergüenza para Cuba tener por jefe de policía a un individuo que en vez de evitar que los marinos yanquis profanen a Martí se dedique a atacar a los que salieron en defensa del honor”.[2]
Los estudiantes convocaron a una asamblea general y demostraron ante la prensa las graves lesiones recibidas en su encuentro con la policía por Baudilio Castellanos, presidente de la Escuela de Derecho —firmante de la Protesta—, por cuyo atropello presentarían una denuncia ante el juez de Instrucción. La Protesta de la FEU concluía:
«Los que creen que esto terminó están equivocados […] Si no fuimos responsables de los hechos vandálicos, no se nos puede pedir ahora una calma que envuelva a los asesinos, con leguleyismos, poses y subterfugios». [3]
Los universitarios, y entre ellos Fidel, continuaron repudiando la injuria a la dignidad del pueblo cubano y la parcialidad del gobierno de Prío y las autoridades policiacas. Solicitaron la solidaridad de los estudiantes de Latinoamérica; crearon un Comité de Desagravio a Martí y declararon el 23 de marzo como Día de Desagravio. Hasta ese día se colocaron flores todas las noches junto a la estatua.
Una vez más, Fidel se revelaba como martiano y antimperialista.
[1] Eduardo René Chibás Rivas (Santiago de Cuba, 1907-1951). Combatiente antimachadista; fundador, en 1947, del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), que movilizó grandes sectores populares en torno a un programa democrático; creador del lema “vergüenza contra dinero”, difundido los domingos por la radioemisora CMQ. En una de sus trasmisiones, en dramático discurso conocido como “el último aldabonazo”, al no poder presentar las pruebas prometidas sobre las actividades corruptas del gobierno, se disparó a sí mismo (5 de agosto) y, a consecuencia de esa herida, falleció el día 16.
[2] Cit. en Francisca López-Civeira y Fabio Fernández Batista: Fidel en la tradición estudiantil universitaria, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2016, pp. 168-169.
[3]Ibidem.