"Hoy 16 de septiembre, como habíamos previsto, se inaugura oficialmente el curso escolar y se proclama con fuerza la necesidad de llevar adelante hasta sus últimas consecuencias la revolución educacional profunda y sin precedentes en que estamos envueltos. Más allá de un elemental deber de humanidad y justicia social, es también para nuestro pueblo un imperativo de nuestra época y nuestro futuro. Del éxito que obtengamos, podrán beneficiarse muchos otros pueblos del mundo".
Riferimento al testo originale:
Discurso pronunciado en el acto de inauguración oficial del curso escolar 2002-2003, el 16 de septiembre del 2002