“La Revolución despoja de la mente de los jóvenes toda aquella hojarasca de la sociedad burguesa, todas aquellas vanidades, todos aquellos prejuicios, todos aquellos absurdos, e inculca en el ánimo de los jóvenes sentimientos generosos, sentimientos nobles, sentimientos dignos”.
Riferimento al testo originale:
Discurso pronunciado en la clausura del Primer Congreso Nacional de la Unión de estudiantes secundarios, 10 de agosto de 1962