Pocos minutos antes de las dos de la tarde de aquel 24 de julio de 1961, aterrizó en la pista del aeropuerto internacional José Martí de Rancho Boyeros, el avión que trasladaba a Yuri Gagarin, el primer humano en volar al espacio.  
 
Desde hacía varias horas, a pesar de la constante lluvia, el pueblo se había congregado para darle la bienvenida al comandante soviético que había viajado al espacio sideral el 12 de abril de ese año, pilotando la nave Vostok 1.  
 
Vestido con el uniforme blanco de gala del Ejército Rojo, descendió por la escalerilla el hombre pequeño y admirado por el pueblo, a quien la fuerte lluvia no le borró la sonrisa. En suelo cubano lo recibirían los principales dirigentes del país, entre los que se encontraban el entonces Presidente Osvaldo Dorticós y el Primer Ministro Fidel Castro, a quienes abrazó fuertemente.  
 
Tras cumplir el protocolo con el cuerpo diplomático y pasar revista a la tropa miliciana que le rindió honores, Gagarin, Fidel y Dorticós abordaron un auto convertible del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, que los llevó por varias calles habaneras desafiando el temporal que no amainaba.  
 
En las avenidas Boyeros, Paseo, 23 y 41, hasta Ciudad Libertad, la asistencia del pueblo fue constante. Todos vitoreaban con entusiasmo al cosmonauta, que por aquellos días era noticia por haberle dado la vuelta al globo terráqueo durante 1 hora y 48 minutos.  
 
Durante cuatro días estuvo Gagarin en La Habana. El 25 participó en un desfile deportivo con la presencia de 70 000 cubanos; y el Gobierno Revolucionario le ofreció una recepción oficial en el Palacio Presidencial, donde intercambió gorras con Fidel.  
 
Al día siguiente, depositó flores ante la estatua de José Martí del Parque Central; y hacia el mediodía, visitó el Hospital Militar de Marianao (hoy Hospital Militar Central Carlos J. Finlay), para interesarse por la recuperación de los soldados y milicianos que se hallaban convalecientes de las heridas recibidas en los combates de Playa Girón y Playa Larga, sucedidos entre el 17 y 19 de abril, a pocos días del vuelo de Gagarin al espacio.  
 
Después participó en el acto conmemorativo por el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, celebrado en la Plaza de la Revolución, donde el presidente Osvaldo Dorticós, a nombre del Gobierno Revolucionario, le impuso la recién creada Orden Playa Girón a pocos meses de la victoria popular.
 
En su discurso de agradecimiento, ante más de un millón de personas procedentes de cuatro provincias cubanas, Gagarin profetizó: “Yo estoy seguro de que no está lejos el tiempo en que al cosmos volarán los cosmonautas cubanos, los hijos gloriosos del pueblo cubano, para en esta rama contribuir al progreso de la humanidad”.  
 
Entre el extenso conjunto de actividades realizadas por el héroe, sobresalió la conferencia de prensa del 27 de julio en el Aula Magna de la Universidad de La Habana. Un encuentro donde participaron intelectuales, profesores universitarios, estudiantes, periodistas y otras personalidades, quienes tuvieron la oportunidad de realizarle preguntas al navegante del espacio. Un intercambio que fue transmitido por televisión nacional y donde profetizó una vez más que también habría un cosmonauta cubano.