Para desarrollar el histórico combate del Uvero, el núcleo guerrillero vivió en algo más de dos meses importantes momentos: el arribo del primer refuerzo de 50 hombres enviados por Frank País, su reorganización, intenso fogueo con largas y agotadoras marchas y escasa alimentación, conocimiento del terreno y la recepción del armamento rescatado en el asalto al Palacio.
 
El 25 de mayo conocen que por Mayarí habían desembarcado un grupo de expedicionarios, lo que originó apurar los planes para ayudarlos en lo posible.
 
El día 27 se reunió el Estado Mayor con todos los oficiales. Fidel anunció que dentro de las próximas 48 horas entrarían en combate.
 
Por la noche se pusieron en marcha y al final el Comandante dio las órdenes del ataque que eran muy simples: tomar las postas y acribillar a balazos el cuartel de madera. Este estaba colocado a la orilla del mar, de tal manera que para rodearlo solamente necesitaban atacarlo por tres partes.
 
En la madrugada del 28, Fidel, con un disparo desde una pequeña elevación logra obstaculizar las comunicaciones de los soldados y dio inicio al combate.  
 
“Todo el mundo empezó a avanzar sobre los objetivos fijados y el ejército a responder con fuego nutrido […] la tarea más importante en el centro, era la de Almeida, encargado de liquidar […] la posta para permitir el paso de sus tropas y las de Raúl.
 
Almeida es herido pero logra cumplir su misión. “Por el otro lado, Guillermo García había liquidado a cuatro defensores. Raúl con su pelotón […] fue avanzando rápidamente sobre el cuartel”. Por último, el jefe enemigo levantó bandera blanca en son de rendición.
 
En el combate participaron 133 efectivos: 53 enemigos de los cuales resultaron 14 muertos, 19 heridos, 14 prisioneros y 6 escaparon; de la parte rebelde,  80 combatientes con 6 muertos y 9 heridos; en total 15 bajas. Todo ocurrido en poco más de dos horas y media.
 
Finalmente, el Che resumía “debe reconocerse que por ambos lados se hizo derroche de coraje […] para nosotros fue, además, la victoria que marcó la mayoría de edad de nuestra guerrilla”.