Cuba rechaza alegaciones de EEUU sobre cooperación contra terrorismo
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba rechazó hoy categóricamente la certificación del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la poca cooperación de la isla con sus esfuerzos antiterroristas.
La Cancillería de la nación caribeña emitió una declaración en la que señala que esas acusaciones son totalmente infundadas y responden a fines políticos, con lo cual intentan justificar las agresiones contra el país antillano, incluido el bloqueo económico, comercial y financiero que sufre el pueblo cubano.
El texto igualmente condena 'la práctica unilateral y selectiva estadounidense de singularizar en listas arbitrarias a países con respecto al terrorismo', que carece de legitimidad y es contraria al Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
El documento precisa que Cuba ha sido víctima de 713 actos terroristas, la mayoría de ellos organizados, financiados y ejecutados por Washington o por individuos y organizaciones que reciben refugio o actúan con impunidad en territorio norteamericano. Más de tres mil 400 cubanos perdieron la vida debido a esas acciones, en tanto otros dos mil 99 quedaron discapacitados.
La Cancillería recordó además el ataque perpetrado el 30 de abril de 2020 contra la Embajada cubana en Estados Unidos, que puso en peligro a los integrantes de la misión diplomática, y sobre el cual el gobierno norteamericano no ha reconocido públicamente su carácter terrorista.
En cambio, la nación caribeña refrenda en su Constitución el repudio y la condena al terrorismo en cualquiera de sus formas y manifestaciones, y mantiene una actitud transparente e intachable en la lucha contra este.
La declaración enfatiza, además, la disposición de la isla antillana a cooperar con autoridades estadounidenses en el enfrentamiento al flagelo, del mismo modo en que lo hace con otros Estados.
Cuba fue calificada por la administración de Donald Trump como un país que no coopera suficientemente con los esfuerzos antiterroristas, desde junio del pasado año, un paso previo para la inclusión en la lista del Departamento de Estado sobre países que supuestamente patrocinan el terrorismo internacional.