El Ministerio de Educación de Nicaragua realizó hoy una sencilla ceremonia en uno de los barrios más humildes de esta capital como recuerdo de cuatro cubanos mártires de la Cruzada Nacional de Alfabetización, en 1981.
 
Bárbaro Rodríguez, Águedo Morales, Francisco Concepción y Pedro Pablo Rivera fueron víctimas de crímenes de odio de las fuerzas contrarrevolucionarias (contras) que enfrentaban a la naciente Revolución Popular Sandinista, recordó Juan Carlos Hernández, embajador de la Isla en este país centroamericano.
 
Hernández citó las palabras que Daniel Ortega dirigiera por aquellos días a Fidel Castro: 'en esta hora de dolor común nuestro pueblo quiere reafirmar la voluntad de seguir adelante en la lucha por una Nicaragua nueva en cuya construcción los maestros cubanos están contribuyendo con generosidad y alto espíritu internacionalista'.
 
El extremo al que llegó aquel enfrentamiento puede resumirse en una consigna enarbolada por la contra: 'Haga patria, mate a un cubano', la cual fue puesta en práctica en la carne de los cuatro alfabetizadores llegados de la mayor de Antillas para traer el pan de la enseñanza a la tierra de Sandino.
 
Hoy Águedo Morales, Bárbaro Rodríguez, Francisco Concepción y Pedro Pablo Rivera nos recuerdan que los lazos que unen a Cuba y Nicaragua son de hermandad y solidaridad y que su ejemplo llegó a otras generaciones para demostrar que el internacionalismo proletario tendrá que seguir siendo nuestra fuente de inspiración, expuso el embajador.
 
Por último expresó la intención de que este sencillo homenaje a los jóvenes mártires lo sea también a todos los educadores cubanos que este mes celebran su día.
 
En el acto celebrado en la casa comunal del barrio Solidaridad, en el extrarradio capitalino, el funcionario del Ministerio de Educción nicaragüense Omar Cortedano resaltó el compromiso internacionalista de aquello jóvenes que abonó la libertad en una tierra fértil como lo es Nicaragua.