Fidel Castro y su legado, evocaciones desde Estados Unidos
Fidel Castro fue un guía político y espiritual cuyo legado revolucionario aún está vivo, destacó hoy el activista estadounidense Benjamin Chavis en un panel realizado en esta capital sobre el líder cubano.
Agradezco a Dios por Fidel Castro, expresó el luchador afronorteamericano por los derechos civiles, quien resaltó que el espíritu del revolucionario del país caribeño es un recordatorio de que todavía queda trabajo por hacer en 2019 a favor de las causas que él defendió.
Durante el evento, que tuvo lugar en la Embajada de Cuba en Washington D.C. con motivo de cumplirse este lunes el tercer aniversario la desaparición física del líder revolucionario, Chavis celebró la importancia del proceso liderado por Fidel Castro a nivel internacional.
En ese sentido, afirmó que la Revolución de la nación antillana iniciada el 1 de enero de 1959 no solo tuvo un carácter liberador para los cubanos, sino también para los pueblos de África y del Caribe, y para las personas que luchaban por la justicia social aquí en Estados Unidos. Chavis se refirió, en particular, a la presencia cubana en África en el enfrentamiento contra el apartheid. 'Cuando Fidel envió tropas cubanas a Angola, cambió la historia del mundo', manifestó el norteamericano, actual presidente y director ejecutivo de la Asociación Nacional de Editores de Periódicos.
Una cosa es tener retórica revolucionaria y otra llevarla a la práctica, añadió Chavis, quien resaltó esa otra característica del líder cubano cubano, y se refirió a la importancia de que las generaciones más jóvenes conozcan 'todo su viaje, su historia, su genio'.
Para la activista Cheryl LaBash, por su parte, el legado de Fidel Castro radica en la idea de que entre todos podemos construir un mundo mejor que es posible y necesario.
Ante amigos del país caribeño y trabajadores de la misión diplomática, la codirectora de la Red Nacional de Solidaridad con Cuba mencionó éxitos de la Revolución y sus aportes a otras naciones bajo la conducción de su líder histórico.
Rememoró que en septiembre de 2000, cuando supo que el líder cubano daría un discurso en la Iglesia Riverside de Harlem, condujo unas 10 horas hasta Nueva York para escucharlo, y señaló que allí Fidel Castro habló sobre la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de La Habana, donde se han graduado más de 200 jóvenes estadounidenses.
La ELAM fue el proyecto de Fidel, su idea, parte del internacionalismo cubano, remarcó LaBash, quien también habló de la labor de la Brigada Médica Internacional Henry Reeve, la cual acude a lugares del mundo afectados por desastres; o del método de alfabetización Yo sí puedo, entre otros logros de la isla.
A su vez, la abogada cubanoamericana Magda Montiel relató anécdotas de sus encuentros con el líder cubano y el asedio al cual fue sometida en Miami, Florida, tras difundirse un video en el cual le daba un beso en la mejilla a Fidel durante la I Conferencia sobre Nación y Emigración celebrada en La Habana en 1994.
Fruto de sus interacciones y de la experiencia vivida a raíz de ese hecho es el libro Kissing Fidel: a Memoir of Political Persecution in the United States (Besar a Fidel: una memoria de persecución política en Estados Unidos), que será publicado el próximo año, tras recibir un reconocimiento como obra de no ficción en la Universidad de Iowa.
Asimismo, Nefta Freeman, también miembro del movimiento de solidaridad con Cuba en Estados Unidos, dijo que el Comandante en Jefe de la mayor de las Antillas es de esas personas merecedoras de gratitud por lo mucho que han dado al mundo.
Sostuvo que en la década de 1990 y en los primeros años del siglo XXI consideró muy necesaria la lectura de las transcripciones de los discursos pronunciados por Fidel Castro, en los cuales hacía grandes análisis acerca del momento que se estaba viviendo.
Freeman, quien es organizador del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos, destacó, por ejemplo, sus opiniones sobre la deuda externa de los países en vías de desarrollo o sus acertadas alertas sobre los peligros que enfrentaba el medio ambiente en una conferencia de la ONU celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en 1992.
Tras escuchar las presentaciones de los cuatro panelistas, así como las intervenciones de miembros del público que expresaron sus propios criterios sobre el legado del luchador revolucionario, el embajador cubano en Estados Unidos, José Ramón Cabañas, señaló que en la isla existe el sentimiento 'de que Fidel nos pertenece'.
Ahora hemos podido recordar a cuántas otras personas también les pertenece, y estamos muy orgullosos de eso, expresó el diplomático.