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No me quito este uniforme ni estas barbas

Fidel firma el acta de la toma de posesión del cargo de Primer Ministro.
Fidel firma el acta de la toma de posesión del cargo de Primer Ministro.

Data: 

22/02/2019

Fonte: 

Periódico Granma

Autore: 

Era la madrugada del 16 de febrero, cuando Fidel llamó por teléfono al doctor Luis Buch, como secretario del Consejo de Ministros, y lo citó para el hotel Habana Hilton. Allí le planteó que hablara con Miró Cardona para informarle que Fidel se haría cargo del Premierato a las 6:00 p.m. de ese día y le preguntó: «¿Tengo que quitarme el uniforme?». Le respondió Buch: «Bueno, Fidel, no sé; pero fíjate en las opiniones que priman en América sobre los militares como jefes de Gobierno». A lo que Fidel replicó: «¡Ah, no, no; este uniforme y estas barbas significan la rebeldía de la Sierra Maestra y de nuestra Revolución, y no me las quito de ningún modo, búsquense otro Primer Ministro!».
 
Horas antes de la toma de posesión, en el Salón de Actos del Colegio Nacional de Arquitectos, Fidel se reunió con esos profesionales y les solicitó, especialmente a quienes no tenían trabajo, que organizaran el Departamento de Construcciones del Instituto de Ahorro y Viviendas, en un plazo no mayor de 45 días, para que construyeran las primeras cien casas que disfrutaría el pueblo en La Habana del Este, lo que también daría trabajo a miles de obreros en esa nueva ciudad.
 
En horas de la tarde del 16 de febrero, Fidel tomó posesión del cargo de Primer Ministro. El líder revolucionario manifestó que, de todas las tareas que había realizado en su vida, ninguna otra era tan difícil como esta, por las dificultades y obstáculos que había que enfrentar.
 
Y reitera algo que siempre ha expuesto: «Los cargos, como cargos, no me importan; los honores, como honores, no me importan. Aquí, desde esta posición, sigo siendo el mismo ciudadano que he sido siempre (...). Soy igual que cualquier otro, modesto y humilde cubano».
 
El 19 de febrero de 1959, por vez primera se reúnen de manera formal y con carácter deliberativo los distintos factores sobre los que descansaba fundamentalmente la responsabilidad del proceso revolucionario.
 
La significativa reunión convocada por Fidel cuenta con la presencia del Consejo de Ministros del Gobierno Revolucionario en pleno y de los jefes militares: comandante Raúl Castro Ruz, capitán de Corbeta Juan M. Castiñeira y comandantes Pedro Luis Díaz Lanz (traidor) y Efigenio Ameijeiras, jefes del Ejército, la Marina, la Aviación y la Policía, respectivamente.
 
La reunión se convocó para estudiar cómo, de manera coordinada, afrontar los problemas vitales de la Revolución e impulsar, con mayor dinamismo, las tareas de la organización estatal, provincial y municipal.
 
En la sección En Cuba se publica un resumen de los principales problemas que plantea Fidel en su intervención; algunos de ellos fueron los siguientes:
 
«Aquí hay una evidente falta de coordinación (…). Necesitamos que la maquinaria estatal funcione sistemáticamente si queremos hacer avanzar el programa revolucionario. Cada uno está haciendo lo que le viene en gana, sin ajustarse a una línea que coincida con la de los demás. Compañeros, esta es la única Revolución en el mundo que cuenta con el noventa y cinco por ciento del pueblo. Tenemos un apoyo casi total. Y en la medida en que logremos mantener ese respaldo, será posible viabilizar la gran tarea que nos encargamos de desarrollar.
 
«Hay casos de nepotismo. Me informan de algunos en Hacienda (…). Compañeros, debemos vivir con la preocupación constante de que la Revolución no puede crearse enemigos de más. Ya tendremos bastante, sin necesidad de buscarlos».