La huella que Fidel grabó en Guatemala y en su gente
“El 25 de noviembre, en el silencio de una tarde noche de sábado, uno de los tantos agradecidos en Guatemala dejó está nota y flores en la entrada de la Embajada para Fidel. Sobran los comentarios. Gracias, Mil gracias”. Escribió el embajador cubano Carlos de Céspedes Piedra, en una nota en Facebook.
Fueron muchos los sitios del mundo donde sucedieron actos como éste, no solo en recordación y homenaje, sino como reafirmación de seguir el legado de Fidel, que no sólo pretenece a los cubanos sino también al mundo.
La imagen de un sencillo ramo de flores sobrecoge, pues muestra que es obra de gente sencilla del pueblo guatemalteco que agradece a Fidel. La embajada cubana en Guatemala, como todas las sedes diplomáticas de nuestro país, hizo su homenaje al líder de la Revolución y a teatro lleno, hubo emoción, nostalgia, tristeza, satisfacción y hasta alegría para los que tuvimos la suerte de disfrutar de la presencia de Fidel y aprender de sus lecciones.
La vida sigue, Fidel también junto a nosotros y junto a todos los hombres y mujeres sin voz del universo. Esta imagen sencilla y de corazón, desde la Guatemala que acogió a nuestro José Martí, a la que un cubano, José Joaquín Palma, tiene la autoría de la letra de su himno nacional, donde médicos de esta isla salvan vidas y devuelven la salud a muchas personas, es muestra de lealtad.
No sé quien es la persona que colocó el ramo, pero su gesto callado y solemne lo dice todo. Creo que homenajes como éste, son los que –sin demeritar otros- está agradeciendo Fidel desde el Olimpo donde yacen los grandes.