Diplomáticos, expertos en derechos humanos y activistas demandaron esta semana en Naciones Unidas el levantamiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba durante más de medio siglo.
 
En declaraciones a Prensa Latina, sus voces contra el cerco económico, comercial y financiero se alzaron cuando faltan pocos días para la votación en la Asamblea General de la ONU, el 1 de noviembre, sobre un proyecto de resolución que aboga por su fin inmediato, el vigesimosexto que se presenta desde 1992.
 
De acuerdo con el representante permanente de Bolivia, Sacha Llorenti, las sanciones unilaterales de Washington constituyen una grave y recurrente violación del derecho internacional.
 
Por eso no tenemos dudas de que recibirán una nueva condena en la Asamblea, dijo a propósito de la nueva resolución, similar a la que siempre ha logrado un respaldo abrumador desde los cinco continentes, hasta llegar el año pasado a contar con el voto de 191 de los 193 países miembros de la ONU, mientras Estados Unidos e Israel se abstuvieron.
 
Llorenti insistió en que tanto rechazo mundial no es difícil de explicar, porque el bloqueo a la isla es una medida unilateral, que además de violar las leyes internacionales tiene un repudiable componente extraterritorial.
 
'No solo vulnera la soberanía de Cuba, también la de otros Estados, y responde a una lógica imperial demostradamente fracasada, con la cual se pretende castigar a la isla y a cualquier pueblo que decida tomar decisiones más allá de los designios de Washington', afirmó.
 
También los embajadores de Palestina y Argelia, Riyad Mansour y Sabri Boukadoum, respectivamente, llamaron a la eliminación de un cerco impuesto y recrudecido por las últimas 11 administraciones en la Casa Blanca.
 
'Cuba merece tener relaciones, comercio y comunicación libres con todos los países, una aspiración obstaculizada por el bloqueo', subrayó Mansour.
 
Por su parte, Boukadoum advirtió que Argelia desconoce todas las medidas unilaterales establecidas contra naciones soberanas, y en especial contra Cuba, 'porque es un buen amigo con el que siempre hemos estado desde el principio'.
 
Al referirse a la votación del 1 de noviembre en la Asamblea General, la líder independentista puertorriqueña Olga Sanabria manifestó sus expectativas de que nuevamente el planeta defenderá el levantamiento del bloqueo.
 
Genera mucha esperanza ese proceso, y nos complace la postura de la comunidad internacional año tras año, abundó la presidenta del Comité de Puerto Rico en Naciones Unidas e integrante de la dirección del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano.
 
Sanabria destacó la solidaridad de la mayor de las Antillas, mantenida pese al impacto del cerco económico, comercial y financiero en su desarrollo.
 
Puerto Rico -comentó- también conoce esa solidaridad, porque tras los daños provocados por el huracán María, el mes pasado, Cuba ofreció su ayuda técnica y médica desinteresada, 'sin la intención de desangrar lo poco que queda allá'.
 
Lamentablemente, el problema colonial que tenemos y la falta de poderes impidieron que esa ayuda llegara, expuso la activista, quien recordó que la dominación estadounidense impide a los puertorriqueños relacionarse de manera independiente con el resto del mundo.
 
EL BLOQUEO JUEGA CON LA VIDA HUMANA
 
Expertos independientes de la ONU en derechos humanos alertaron que sanciones unilaterales como el bloqueo estadounidense contra Cuba juegan con la vida de las personas, carecen de lógica y deben cesar.
 
El relator especial para el impacto negativo de las sanciones unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Idriss Jazairy, criticó las negativas consecuencias de las mismas sufridas por los habitantes de la isla durante más de medio siglo.
 
Jazairy recordó que el anterior presidente de Estados Unidos, Barack Obama, comenzó un proceso dirigido a levantar el cerco, en sintonía con los avances en las relaciones bilaterales con Cuba, pero la situación parece regresar al pasado, a partir de la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump.
 
Retroceder no me parece lógico, debe de haber consistencia, por lo que espero la continuidad del diálogo para encontrar mejores soluciones, estimó.
 
El experto independiente para la promoción de un orden internacional democrático y equitativo, Alfred de Zayas, expresó una coincidencia total con lo señalado por Jazairy.
 
Las sanciones unilaterales son incompatibles con las leyes internacionales y con un orden democrático y equitativo, y deben eliminarse en nombre de las víctimas, sentenció.
 
Según el jurista norteamericano, estas acciones resultan incompatibles con las obligaciones de los gobiernos en materia de derechos humanos, sobre todo porque transgreden el derecho a la vida.
 
Cuando no llega una medicina a un paciente por este tipo de medidas coercitivas unilaterales y la persona muere, el país que las aplica es responsable, dijo de Zayas, quien defendió la compensación de los afectados cuando tales casos ocurran.
 
Hacer daño no tiene ningún sentido, y menos que se haga con impunidad, subrayó aquí.