Joven Club: Hechos y realizaciones en el 30 aniversario
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Fidel ha empujado el mundo hacia donde él cree que debe ir, ha dicho el cineasta Sidney Pollack, y las realizaciones de los Joven Club de Computación y Electrónica en estos 30 años son una confirmación de esta idea.
“La sociedad que no se prepara para el uso de la computación está liquidada”, diría Fidel, aquel 8 de septiembre de 1987, cuando junto a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), creó el programa de los Joven Club de Computación y Electrónica.
Pero muchos años antes – en la década del sesenta -, el Comandante había vislumbrado la necesidad de introducir el estudio de la computación en las universidades y en los demás niveles de enseñanza de la educación cubana; iniciar investigaciones con el objetivo de diseñar y construir computadoras, y disminuir la brecha de comunicación básica entre la capital y el interior del país, que en aquel momento era un 73% en la ciudad de La Habana y un 27% en el resto del territorio nacional.
El jefe de la Revolución avizoró desde muy temprano que sin el conocimiento de la computación no es posible el dominio de la ciencia y la técnica en el mundo de hoy.
Entonces, el programa de los Joven Club, que comenzó por uno en el Pabellón Cuba en julio de 1987, puso de manifiesto la visión de futuro de Fidel y permitió materializar varias de sus ideas: introducción de nuevos conceptos y de un modelo diferente de enseñanza de la computación; que la informática estuviera al alcance de todos, al promover un acceso más social e inteligente de estas tecnologías, incluso en los años más duros del período especial – en estos años se crea el Palacio Central y otras instalaciones hasta llegar a 174 en 162 municipios al finalizar el siglo pasado, se funda TinoRed, de las primeras redes informáticas en el país -; también su idea de crear una perspectiva de inserción y de acceso al conocimiento y la cultura para todos que tomó auge con los programas de la Batalla de Ideas, así como, su lucha de siempre para no quedarnos rezagados con respecto a los adelantos científico técnicos del mundo, que lo llevó a expresar en el 2006 que, “nuestros puntos fundamentales de avances en estos momentos son medicina y computación y ya veremos que ocurre cuando todos esos talentos se desplieguen o se consagren a la creación”.[1]
En 1989 se concluyeron las primeras 35 instalaciones con 252 trabajadores y se construyó el primer Joven Club móvil de computación en Villa Clara. Al siguiente año se alcanzó la cifra de 73 centros funcionando y se realizó por primera vez un encuentro nacional de intercambio de experiencias informáticas para niños y jóvenes, nombrado Infoclub, en la provincia de Cienfuegos, que se celebra en la actualidad cada dos años.
El 7 de Marzo de 1991, cuando ya funcionaban 106 Joven Club en 86 municipios, se inaugura el Palacio Central de Computación por el líder histórico de la Revolución, que lo denominó “La capital de los Joven Club”. En este año también comenzó a funcionar el Joven Club móvil de Pinar del Río y la red nacional de transmisión de datos de los Joven Club, con acceso internacional, TinoRed.
El décimo aniversario de la organización en 1997 se conmemoró con 155 instalaciones distribuidas en 141 municipios del país. El 4 de abril del 2001 se concluyeron 126 nuevos Joven Club y se arribó a la cifra de 300, en acto con Fidel en el Joven Club Central. Con este esfuerzo se llegó con instalaciones a todos los municipios del país. Se inició a partir de esa fecha un intenso trabajo para la generalización de la introducción de la computación en la enseñanza primaria con la decisiva participación de este movimiento. En febrero del 2006 se alcanzó la cifra de 600 Joven Club con 6448 computadoras funcionando.
En la actualidad cuentan con 610 instalaciones, de las cuales 138 se encuentran ubicadas en zonas rurales, 39 en áreas montañosas y nueve son móviles. Reciben 3,5 millones de personas anualmente y cada municipio del país tiene como mínimo dos centros con dos laboratorios y diez computadoras conectadas en red como promedio.
Desde hace unos años lideran varios proyectos de un amplio impacto en la sociedad cubana. Tal es el caso de la Enciclopedia Colaborativa, EcuRed, que cuenta con más de 170 mil artículos con una visión descolonizadora, recibe como promedio unas 300 mil visitas diarias desde Cuba y el exterior, así como posee versiones portátiles y para móviles; la plataforma de blog Reflejos, con más de 2300 blogs se mantiene accesible desde cualquier espacio .cu y con visibilidad internacional, dando la posibilidad a usuarios que tienen sus blog en plataformas extranjeras de compartir sus contenidos, y el producto cultural Mochila que se distribuye en su segunda versión con una frecuencia semanal a un número ascendente de personas.
Los crecientes desafíos que nos impone el desarrollo tecnológico requieren, cada vez más, de la formación de una cultura informática. En sus treinta años de trabajo han preparado de forma gratuita a unos 4,5 millones de cubanos en cursos en las modalidades presencial, semipresencial y a distancia, y prestado importantes servicios a la comunidad, centros de la salud, escuelas y otras instituciones en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), contribuyendo a que la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), perteneciente a la Organización de Naciones Unidas (ONU), en sus informes de los últimos años situara a Cuba en un lugar destacado entre todos los países en habilidades en el uso de las TIC, que ha generado una situación privilegiada para la informatización de los procesos productivos y de servicios, la creación científica, el desarrollo cultural y educacional, la asimilación de tecnologías y el enfrentamiento a las campañas subversivas contra nuestro país.
Quizás lo anterior sea el mayor aporte de los Joven Club, que corrobora como ha dicho el compañero Fidel que:
“El secreto está en el hecho real de que el capital humano puede más que el capital financiero” y lo define como: “Capital humano implica no solo conocimientos, sino también y muy especialmente, conciencia, ética, solidaridad, sentimientos verdaderamente humanos, espíritu de sacrificio, heroísmo y la capacidad de hacer mucho con muy poco”.[2]
Además de la formación, se vislumbra un tremendo potencial de participación en la industria del entretenimiento, la industria del software, la generación de productos y servicios para la red cubana, el desarrollo de aplicaciones y soluciones para la informatización de los procesos en el sector productivo para contribuir al crecimiento económico y en la creación de alianzas con otras organizaciones.
Un bloqueo comercial, económico y tecnológico real y no virtual, más de 200 millones de dólares para la subversión en Cuba a través de las TIC en los últimos años y la existencia de centros de estudio al servicio del imperialismo como la Rand Corporation, investigando el comportamiento y perspectivas de la red informática de los Joven Club, dan fe de las difíciles condiciones en que se ha desarrollado esta institución de la Revolución.
Bajo estas premisas resulta de mucho valor la obra de los Joven Club, y sus infinitas posibilidades en las esferas tecnológica, cultural y espiritual, en el contexto de una lucha sin precedentes entre el desarrollo y el subdesarrollo, los conocimientos y la ignorancia, la verdad y la falsedad, la igualdad y la desigualdad.
En los Joven Club está el concepto de desarrollo de Fidel y su idea de lo que representan las TIC en el mundo actual. A propósito manifestó: “No se progresa solo produciendo automóviles, se progresa desarrollando inteligencias, impartiendo conocimientos, creando cultura, atendiendo a los seres humanos como deben ser atendidos, que es el secreto de la enorme fuerza de nuestra Revolución”.[3]
Este aniversario está dedicado en particular a Fidel, fundador y guía del Programa de los Joven Club de Computación y Electrónica, y a los jóvenes, porque son ellos los que acompañaron al Comandante en el empeño por crear las condiciones que permitieran el desarrollo pleno de los cubanos en esta esfera.
Transitar a través del desarrollo de los Joven Club en estos 30 años es, parafraseando a Fidel, como “escrutar el infinito universo de un futuro para la patria y para el mundo”, que aporta amplios conocimientos capaces de enfrentar los retos del presente y del mañana.
Notas:
[1] Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado en el acto por el 15 aniversario del Palacio Central de Computación, 7 de marzo de 2006.
[2] Fidel Castro Ruz: Discurso en el acto de graduación de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), 20 de agosto de 2005.
[3] Fidel Castro Ruz: Reflexión “El imperio y la mentira”, 11 de septiembre de 2007.