"Nuestros pueblos están expuestos como ninguno a los efectos más inmediatos y devastadores de los cambios climáticos provocados por la conducta irresponsable del hombre. Ya no se trata tan solo de la radical transformación de su ambiente y de sus condiciones físicas de vida: lo que está en juego es la supervivencia de sistemas culturales únicos y de riqueza singular, la existencia misma de naciones cuyos frágiles territorios corren el peligro de ser borrados del mapa mundial por la marea creciente del calentamiento global."