El exitoso combate de el Uvero acrecentó la moral y esperanza de triunfo del naciente Ejército Rebelde, al derrotar la dotación de un cuartel de fuerzas del ejército de Fulgencia Batista, el 28 de mayo de 1957, hace 60 años.
 
La sangrienta acción comenzó con un disparo de fusil de Fidel Castro, al amanecer de ese día y, en aproximadamente dos horas y 45 minutos, se impusieron los guerrilleros con un alto saldo de bajas de ambas partes aunque mayores de los soldados.
 
La decisión del jefe rebelde Fidel Castro de atacar el Uvero, en la vertiente sur de la Sierra Maestra, fue tomada tras conocer el 25 de mayo la noticia del arribo días antes por el norte de Oriente de la expedición del yate Corynthia, cuyos integrantes, que pretendían sumarse a la lucha armada contra la dictadura batistiana finalmente resultaron masacrados después de ser apresados.
 
El 27 Fidel reunió a su Estado Mayor y dispuso preparar a las tropas y enseres para entrar en combate dentro de las próximas 48 horas.
 
En ese momento ya participaron cuatro pelotones en el combate de el Uvero, al incorporarse desde el 17 de marzo, 53 nuevos combatientes que fueron recibidos por Ernesto Che Guevara.
 
Este refuerzo fue organizado por Frank País, con los mejores combatientes de del Movimiento 26 de Julio en la provincia de Oriente, y Celia Sánchez que preparó las condiciones para su envío a la Sierra Maestra.
 
En el curso de los primeros meses de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra -suroeste de la antigua provincia de Oriente-, vivieron tiempos difíciles a los que lograron sobreponerse, a veces a punto de perecer por ataques del ejército y la aviación.
 
El 17 de enero de 1957, en el ataque al pequeño cuartel de La Plata, en la vertiente sur de la Sierra Maestra, derrotaron a las fuerzas enemigas cuando todavía eran sólo un puñado de hombres con el método de ataques relámpagos bautizado como 'de muerde y huye' por los combatientes mambises en la guerra contra el colonialismo español.
 
En el combate de Llanos o Arroyo del Infierno, el 22 de enero, emboscaron al ejército en marcha, dejaron pasar su vanguardia y le causaron cinco muertos y un herido, ocuparon un fusil y 60 balas sin tener bajas.
 
COMBATE DEL UVERO
 
Según narró en una de sus célebres crónicas de guerra el comandante Ernesto Che Guevara, el enemigo tuvo 46 bajas (11 muertos, 19 heridos y 16 prisioneros) y otros seis escaparon, de un total de 53.
 
También hubo siete muertos y ocho heridos por parte de los atacantes.
 
El Che narró detalladamente este combate, ocurrido en el actual municipio de Guamá en la provincia de Santiago de Cuba, en el cual por 'ambos lados se hizo derroche de coraje'.
 
'Para nosotros fue además -escribió-, la victoria que marcó la mayoría de edad de nuestra guerrilla. A partir de este combate, nuestra moral se acrecentó enormemente, nuestra decisión y nuestras esperanzas de triunfo aumentaron también...ya estábamos en posesión del secreto de la victoria sobre el enemigo'.