El presidente de la República de Ecuador, Rafael Correa Delgado recibió este viernes el título Doctor Honoris Causa en Ciencias Económicas que otorga la Universidad de La Habana.
 
Al acto de ceremonia asistió Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
 
El Rector de la Alta Casa de Estudios, Dr. Gustavo Cobreiro, dio a conocer la resolución que fundamenta las razones académicas y políticas para el otorgamiento de tal reconocimiento al mandatario.

Al respecto, distingue su trayectoria política, estrechamente relacionada con la Revolución Ciudadana, su apoyo a la creación de los mecanismos de integración regional como el ALBA, CELAC, y UNASUR.
 
Tras recibir el Doctorado Honoris Causa de manos del rector de la Universidad de La Habana, Rafael Correa expresó sentir un gran honor ante tal distinción que le otorgan en la Patria de Fidel.
 
Durante su conferencia magistral “Economía para el desarrollo. La experiencia ecuatoriana”, el dignatario resaltó que nuestro sistema universitario es el que más avanza en América Latina, y Cuba, en particular ha inspirado al mundo para luchar sin descanso por una sociedad más justa.

Estamos en el continente más desigual del planeta. Cuba es una maravillosa excepción en la región, puntualizó Rafael Correa durante su intervención.
 
Al referirse a la nación suramericana dijo que en “Ecuador tenemos hoy estabilidad política, democracia plena, soberanía, justicia, dignidad, es un país en franco desarrollo”.
 
"Vivimos en el continente más pobre, pero hay que seguir avanzando”, resaltó, al tiempo dijo “el modelo de Socialismo del siglo XXI ha tenido más éxito en eficiencia. En América Latina podemos encontrar los ricos más ricos y los pobres más pobres del planeta”. Al respecto, dejó claro que en la década neoliberal el crecimiento fue pro-rico, mientras que el último periodo fue pro-pobre.

No podrá existir verdadera justicia social sin la supremacía del trabajo humano sobre el capital, aseveró. “La supremacía del ser humano sobre el capital es la máxima del Socialismo del Siglo XXI, es lo que nos define”, expresó Correa
 
Hoy tenemos en Ecuador estabilidad política, democracia plena con soberanía, los invito a visitar mi país y a disfrutar sus tesoros. Sin dudas, enfatizó ha sido una década llena de sueños cumplidos para los ecuatorianos. Hemos logrado reducir considerablemente la pobreza extrema en un 12.5 por ciento.
 
Al referirse a la inversión pública manifestó que es falso que tal inversión excluya a la privada. En Ecuador por ejemplo se duplicó con relación al 2006. Al respecto, Rafael Correa dejó por sentado que “no podemos salir del subdesarrollo sin la inversión pública”.

La educación es un derecho, una obligación del Estado, que también atrae inversión privada, acotó.
 
Con la Revolución Ciudadana, los proyectos multipropósito evitaron pérdidas de por lo menos 300 millones de dólares “No hay mejor ahorro que una buen inversión, el tiempo nos ha dado la razón”, dijo. “El adecuado manejo de los recursos públicos nos ha permitido pagar la deuda fundamental: la deuda social”.
 
El destino de los recursos sociales demuestra las relaciones de poder al interior de una sociedad. El objetivo de la economía es el bienestar del ser humano, puntualizó. Asimismo expresó que la soberanía, la dignidad también significa eficiencia económica, por tanto, es menester, recuperar los recursos para el Estado. “En la Década Ganada en Ecuador ha existido soberanía y mejor administración de los recursos”.

El mandatario ecuatoriano ostenta varios títulos como economista y político, entre ellos 14 Honoris Causa de diferentes universidades del mundo y es el líder de la Revolución Ciudadana de su país, movimiento que fue reelegido para un nuevo mandato presidencial con Lenín Moreno a la cabeza del gobierno.
 
Líder de la Revolución Ciudadana del Ecuador que ha sido capaz de obtener 14 victorias electorales consecutivas, Rafael Correa está perfectamente preparado con el saber teórico y la experiencia para hacer frente al cambio de época que vive nuestra América, en la búsqueda de su segunda y definitiva independencia.