“La Revolución Angolana era como una flor a la que los reaccionarios quisieron liquidar, y la imagen que yo veo hoy del pueblo angolano es la de una flor hermosa, fragante, prometedora. Es la imagen de un pueblo cuyo futuro, cuyo porvenir nada ni nadie podrá ya jamás, ¡jamás!, truncar”.
Riferimento al testo originale:
Discurso desde el Balcón del Palacio de Gobierno en Luanda, a su llegada a Angola, 23 de marzo de 1977