Consternados y afligidos pero con la convicción de seguir adelante con las ideas inculcadas durante sus estudios, el grupo de graduados argentinos de Cuba dio aquí gracias eternas al líder Fidel Castro.
 
Llegados desde diversas parte del país, médicos egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) y de centros de deportes de la isla, entre otros, firmaron la víspera el libro de condolencias en honor al Comandante en Jefe de los cubanos.
 
Rostros jóvenes que muestran con orgullo su título de profesionales graduados bajo las enseñanzas de las universidades de esa nación caribeña, apuntaron que no bastarán las palabras para agradecer a Fidel y a su pueblo.
 
En nombre de los graduados en Cuba, la hoy doctora Laura Fainland leyó un texto en el que subrayó que el proyecto transformador, revolucionario y profundamente humanista que Fidel supo conducir, estuvo a lo largo de todos estos años acompañando las causas más justas para la construcción de un mundo mejor.
 
Por eso, señaló en las universidades públicas cubanas se graduaron en diferentes carreras cientos de miles de jóvenes de diferentes latitudes de la tierra, mil 100 de ellos somos argentinos. Hoy lloramos en un puño la ida del Comandante. Nuestras vidas no serán lo mismo, en este mundo injusto, 'desmerengado', como él dijo una vez.
 
El embajador cubano en Argentina, Orestes Pérez, agradeció a los jóvenes presentes y destacó que ellos también son hijos de Fidel.
 
Ustedes, dijo, están trabajando y dando lo mejor de sí pensando siempre en ser útil a su pueblo en esa enseñanza que les trasladó Fidel.