Lavrov condena bloqueo de EE.UU. contra Cuba y destaca su vigencia
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, condenó el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba que, afirmó, se mantiene hoy vigente pese al restablecimiento de nexos diplomáticos entre Washington y La Habana.
Por muchos años, nosotros, junto a Cuba y la gran mayoría de los estados miembros de la ONU, apoyamos la resolución sobre el carácter inadmisible del bloqueo económico-comercial contra Cuba, declaró Lavrov a una pregunta de Prensa Latina.
La mencionada resolución se aprueba en la ONU con la oposición de Estados Unidos que prácticamente lo hace en solitario, acompañado por apenas una o dos delegaciones, explicó el diplomático ruso.
Claro está, la perseverancia de la comunidad internacional en el respaldo a la resolución cubana contra el cerco económico también jugó su papel, estimó el jefe de la diplomacia rusa.
La normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos por ahora está lejos de ser completa, entre otras cosas porque se mantiene la base naval estadounidense en la bahía de Guantánamo, en el oriente cubano, contra la voluntad del pueblo de isla, comentó Lavrov.
Aún así, declaró, consideramos que el proceso de normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos debe ir hasta el final,
El bloqueo se mantiene por ahora. El presidente estadounidense.
Barack Obama, no logra ninguna decisión específica para derogarlo en el Congreso, aunque al menos admitió que esa política fracasó, opinó.
Lavrov se mostró seguro que el mismo destino le depara a otras sanciones unilaterales impuestas en sustitución de la diplomacia, cuando algunos países que consideran pueden alcanzar sus objetivos por cualquier forma, emplean el garrote de las sanciones.
Lamentablemente, la práctica de Estados Unidos de dejar a un lado la diplomacia y empuñar el mazo de las restricciones se entronizó entre los socios europeos de Estados Unidos, comentó.
Sin embargo, en los últimos tiempos parece predominar el sentido común entre algunos aliados europeos para considerar la referida política como inconsistente e ilegal, afirmó.