“Partiendo de nuestros esfuerzos sanos, patrióticos e internacionalistas en las tareas manuales e intelectuales que realizamos cada día, me atrevería a expresar: todo lo que fortalezca éticamente a la revolución es bueno, todo lo que la debilite es malo”.
Riferimento al testo originale:
Carta al VII Congreso de la UNEAC, 1 de abril de 2008