Fotos: Roberto Chile
 

Creo que difícilmente hoy estaríamos hablando de las condiciones en que se desarrolla América Latina en el siglo XXI sin la gran proeza, sin el gran aporte que en el siglo XX le hizo Fidel al continente y a la humanidad en su conjunto. Esto tiene que ver, a mi juicio, porque con la historia de la Revolución Cubana, de la cual es inseparable Fidel Castro, se inaugura un tercer momento emancipatorio en el continente. Un momento emancipatorio que no ha concluido aún, que se inicia en 1959 y se traduce, después de largos períodos de introducción y retroceso, en la constitución de gobiernos revolucionarios y populares en América Latina y de poderosos movimientos sociales que los acompañan o que han sido los forjadores de estos gobiernos.
 
El pensamiento y la obra de Fidel tienen una riqueza extraordinariamente grande que todavía ni desde la academia, ni desde la política, y ni el propio Fidel tienen la conciencia de lo bien y de lo lindo que él les ha otorgado a América Latina y a la humanidad entera.
 
En 1799 y hasta 1804 fueron los negros de Haití quienes sembraron las futuras luchas independentistas e influyeron en hombres como Bolívar. Al igual que ese momento, es el segundo momento emancipador en América Latina, hoy el tercer momento no puede lograrse sin mencionar a Fidel, pero al mismo tiempo sin mencionar a la Revolución Cubana y, por lo tanto, al pueblo de Cuba.
 
Creo que Fidel ha transcendido el siglo XX y creo que también va a trascender el XXI, porque América Latina está en un momento envidiable, donde están sentadas las condiciones de posibilidad de avanzar no solo hacia la emancipación política de nuestros pueblos, sino a la plena emancipación.
 
 

Fidel es un adelantado a su tiempo y hoy sigue hablando de los grandes problemas del siglo XXI. Está clarísimo que ha tenido una capacidad de previsión de los grandes problemas que estamos enfrentando hoy. Advirtió sobre la deuda externa a mediados de los años 80, que América Latina se iba a convertir en un polvorín  y que iban a haber grandes crisis sociales y políticas de las que no se iba a  saber quién era el partero. Así sucedió, y esta vez felizmente el partero estuvo del lado de los pueblos, de los movimientos sociales y ahí tenemos precisamente a los gobiernos revolucionarios.
 
Fidel fue uno de los primeros en advertir los peligros que enfrenta el planeta, y dentro de esto los efectos del cambio climático. Fue uno de los primeros en advertir sobre la crisis alimentaria y años después Naciones Unidas a través de la FAO llegó a la conclusión de que el mundo está ante el riesgo de que miles de personas sufran de hambre y de sed.

Tiene una gran capacidad de previsión. Ya alguien ha dicho que Fidel viaja en el tiempo, que va, mira los problemas, retorna y nos los cuenta en sus discursos, sus escritos. Fidel es inigualable.