Ahí nació mi admiración
Omar Torrijos le tenía simpatías a la Revolución Cubana aun cuando no conocía a Fidel. Por la trayectoria pública lo veía como un hombre dedicado a la violencia revolucionaria. Ese es el concepto original que tenía de Fidel.
Cuando las autoridades cubanas detuvieron a los barcos "Layla" y "Johnny Expres”,Torrijos quedó muy preocupado y atrapado en dos situaciones: la de protestar por el ataque a unos buques que tenían la bandera panameña, aunque a bordo no había ningún panameño, y por otro lado la preocupación de que enfrentarse a Cuba por ese hecho era situarse en una posición en contra de la Revolución. Él no quería eso.
Recuerdo que él estaba muy atento a los pronunciamientos que pudiera hacer Fidel en relación con estos acontecimientos. La noche en que nos enteramos que Fidel iba a hablar nos encontrábamos los dos solitos en Farallón y escuchamos el discurso por onda corta.
Fidel plantea que está en disposición de darle explicación al gobierno panameño por estos hechos, pero nunca al de Estados Unidos. No se me olvidará que saltó y me dijo "este es el momento para enviar una delegación Cuba".
Al frente del grupo fui yo. Conversé con Fidel. Él me explicó todo. Me dijo que él no conocía a Omar, pero que lo ha visto en películas y tenía la impresión de que era un hombre que creía profundamente en lo que estaba haciendo y que estaba dispuesto a morir en la lucha por la liberación de su país.
Fidel me pidió que le dijera que estaba arriesgando a quedarse atrapado en una esquina sin salida y que los gringos iban a masacrar al pueblo panameño como estaban haciendo con Viet Nam.
Y que él como dirigente tiene una responsabilidad: manejarse de tal forma que si podía evitar la violencia que la evitara.
Cuando le transmití el mensaje Torrijos quedó azorado. Me comentó: "Eso fue lo que te dijo". Hizo que se lo repitiera. Me dijo: “Yo estaba convencido de que ese hombre me iba a mandar una ametralladora.” Le respondí que a mí también me había asombrado que él me diera ese mensaje, pues tampoco lo conocía.
Se quedó sorprendido de que Fidel no le mandara un mensaje violento, sino uno de preocupación. Ese mensaje influyó mucho en Omar. En ese momento fue realmente importante. Ahí nació la estimación, admiración y gran cariño que Torrijos le toma, a Fidel. Ahí nació también mi admiración hacia Fidel.