Ester y el sueño de su vida
Data:
25/09/2012
Fonte:
Sistema informativo de la Radio en Holguin, Radio Angulo
Autore:
Es una jornada de remembranza, de poesías y canciones y de mucho amor, cada aniversario del intercambio del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz con pioneros y trabajadores del centro educacional seis de agosto de Birán, en la provincia de Holguín.
Ahora en el noveno onomástico del inolvidable encuentro sostenido por el líder de la Revolución Cubana, desde su natal Birán donde arribó para la presentación del libro Todo el Tiempo de los Cedros, la maestra Ester Rodríguez Martínez recuerda cada minuto sostenido.
“Se iba a reinaugurar el centro, entonces trabajamos ese día mucho, trabajamos como hasta la 01:00 am y al otro día teníamos que estar aquí a las 06:00 am y dormimos un pedacito, y en ese pedacito de noche que dormí soñé que la que había hablado con Fidel era yo”.
“Por la mañana cuando veníamos le dije a mi sobrina que es maestra, la que va a conversar con el Comandante soy yo, y ella me dice ¿Por qué?, le digo porque yo lo soñé, y ella me dijo: ¡ah, tu siempre con tus cosas”!
“Nada, vinimos para acá, Fidel pasó por todas las aulas y cuando llegó a mi aula, entró, saludó, miró para la pizarra y dijo Lengua Española, y preguntó ¿quién escribió eso ahí? Le dije que yo, entonces me dijo que eso era una pintura, una obra de arte, que era lindísimo, que quién me había enseñado a escribir así”.
“Le respondí: Comandante es que llevo años trabajando con primer grado, y hay que hacer los trazos a la perfección; entonces me dijo: búscame una tiza, cuando me dijo así yo pensaba que era para el escribir, entonces me dice es para que escribas tu, ahí entonces me puse más nerviosa, me dice escribe mi nombre, yo puse el nombre de él, luego cogió la tiza, primero trató de escribir Lengua Española, después trató de hacer la F igual que yo, firmó, y posteriormente trazó la F igual que la mía”.
“Entonces se acercó a mi y me dijo: ninguno de mis maestros me enseñaron a escribir, me preguntó también que de dónde yo era y le dije: yo soy nacida y criada aquí, y no quise decirle nada más porque mis padres fueron compañeros de él, de escuela, jugaban juntos, mi padre fue fundador del Partido Comunista Popular que cuando eso Fidel pertenecía al Partido Ortodoxo, fue dependiente de Castro en el batey, no quise mencionarle nada de eso porque no me gusta aprovechar una oportunidad para eso”.
Me han dicho, Ester que aquí también dejó otros recuerdos: ”Yo le dije Comandante quisiera que usted me dejara un recuerdo porque esa pizarra la van a borrar, y me dijo bueno sí, entonces yo le busqué el registro, me firmó el registro, y entonces me dijo no quiere algo más, le dije sí Comandante, yo quiero cumplir con el sueño de mi vida, y me dijo cuál es el sueño de tu vida, le dije poder darle un beso, entonces me dio un beso”.
“En la historia de mi vida, y en la historia de ser maestra, mire que yo he vivido emociones fuertes, pero un hombre tan grande, no solo para Cuba sino para la humanidad completa, imagínese poder darle un beso a esta sencilla maestra, todavía siento el beso y lo voy a sentir mientras viva”.
“Todavía parece que yo estoy viviendo ese momento, cada vez que tengo la oportunidad de contar lo ocurrido vuelvo a vivir esa historia, y quisiera que el Comandante dure 100 años más, aunque lo tengamos viejito”.
Ahora en el noveno onomástico del inolvidable encuentro sostenido por el líder de la Revolución Cubana, desde su natal Birán donde arribó para la presentación del libro Todo el Tiempo de los Cedros, la maestra Ester Rodríguez Martínez recuerda cada minuto sostenido.
“Se iba a reinaugurar el centro, entonces trabajamos ese día mucho, trabajamos como hasta la 01:00 am y al otro día teníamos que estar aquí a las 06:00 am y dormimos un pedacito, y en ese pedacito de noche que dormí soñé que la que había hablado con Fidel era yo”.
“Por la mañana cuando veníamos le dije a mi sobrina que es maestra, la que va a conversar con el Comandante soy yo, y ella me dice ¿Por qué?, le digo porque yo lo soñé, y ella me dijo: ¡ah, tu siempre con tus cosas”!
“Nada, vinimos para acá, Fidel pasó por todas las aulas y cuando llegó a mi aula, entró, saludó, miró para la pizarra y dijo Lengua Española, y preguntó ¿quién escribió eso ahí? Le dije que yo, entonces me dijo que eso era una pintura, una obra de arte, que era lindísimo, que quién me había enseñado a escribir así”.
“Le respondí: Comandante es que llevo años trabajando con primer grado, y hay que hacer los trazos a la perfección; entonces me dijo: búscame una tiza, cuando me dijo así yo pensaba que era para el escribir, entonces me dice es para que escribas tu, ahí entonces me puse más nerviosa, me dice escribe mi nombre, yo puse el nombre de él, luego cogió la tiza, primero trató de escribir Lengua Española, después trató de hacer la F igual que yo, firmó, y posteriormente trazó la F igual que la mía”.
“Entonces se acercó a mi y me dijo: ninguno de mis maestros me enseñaron a escribir, me preguntó también que de dónde yo era y le dije: yo soy nacida y criada aquí, y no quise decirle nada más porque mis padres fueron compañeros de él, de escuela, jugaban juntos, mi padre fue fundador del Partido Comunista Popular que cuando eso Fidel pertenecía al Partido Ortodoxo, fue dependiente de Castro en el batey, no quise mencionarle nada de eso porque no me gusta aprovechar una oportunidad para eso”.
Me han dicho, Ester que aquí también dejó otros recuerdos: ”Yo le dije Comandante quisiera que usted me dejara un recuerdo porque esa pizarra la van a borrar, y me dijo bueno sí, entonces yo le busqué el registro, me firmó el registro, y entonces me dijo no quiere algo más, le dije sí Comandante, yo quiero cumplir con el sueño de mi vida, y me dijo cuál es el sueño de tu vida, le dije poder darle un beso, entonces me dio un beso”.
“En la historia de mi vida, y en la historia de ser maestra, mire que yo he vivido emociones fuertes, pero un hombre tan grande, no solo para Cuba sino para la humanidad completa, imagínese poder darle un beso a esta sencilla maestra, todavía siento el beso y lo voy a sentir mientras viva”.
“Todavía parece que yo estoy viviendo ese momento, cada vez que tengo la oportunidad de contar lo ocurrido vuelvo a vivir esa historia, y quisiera que el Comandante dure 100 años más, aunque lo tengamos viejito”.