Discorsi

Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz ante los soldados del regimiento mixto número 41 de la 12 División del Ejército Popular de Polonia que participaron en las maniobras, en Polonia, el 10 de junio de 1972

Data: 

10/06/1972

Queridos amigos del Regimiento Mixto Número 41 de la 12 División del Ejército Popular de Polonia:

Ustedes no hacen fácil la tarea de pronunciar unas palabras, porque nos han emocionado mucho con sus actos.

Ha sido para nosotros un gran honor y una gran dicha presenciar la maniobra de hoy.  Hemos podido apreciar la magnífica técnica, la extraordinaria preparación combativa de los soldados y oficiales del Ejército Popular de Polonia.

Hemos observado muchas maniobras militares, pero pocas veces se puede ver a un equipo militar trabajar con la precisión y la exactitud con que trabajaron ustedes en el día de hoy.

Esa es una técnica muy moderna.  Es una técnica compleja, es una técnica difícil, pero ustedes la han manejado con una precisión y un dominio absolutos.  Por algún instante nos hicieron imaginar que nos encontrábamos en un campo de batalla real (APLAUSOS).  Y estamos absolutamente seguros de que si en determinada circunstancia tuvieran que enfrentarse a un agresor, ustedes atacarían y avanzarían con el mismo ímpetu como atacaron y avanzaron en el día de hoy (APLAUSOS).

Es famoso en todo el mundo el patriotismo del pueblo en Polonia.  Todo el mundo conoce su historia.  Es conocido en todo el mundo el valor de los soldados de Polonia (APLAUSOS).  Todo el mundo conoce de la historia de su patria, todo el mundo conoce sus luchas por la independencia; pero todo el mundo —sobre todo el mundo contemporáneo— conoció la cobarde agresión fascista sobre Polonia.  Todo el mundo conoce los sufrimientos y los sacrificios del pueblo de Polonia.  Todo el mundo conoce el heroísmo con que se enfrentó a los ocupantes nazis.  Todo el mundo conoce que millones de hombres, mujeres y niños murieron en esa lucha.  Todo el mundo conoce también cómo el pueblo de Polonia se mantuvo firme, se mantuvo erguido.  Todo el mundo conoce cómo organizó su Ejército Popular, cómo los soldados de Polonia combatieron en casi todos los campos de batalla del mundo para destruir el fascismo y para liberar a Polonia (APLAUSOS).

Recordamos también con dolor que en 1939 el pueblo de Polonia estaba virtualmente desarmado, el pueblo estaba políticamente mal conducido; terratenientes, señores feudales y burgueses fueron sordos al peligro, fueron ciegos ante las realidades, y facilitaron el camino a los fascistas, a los enemigos de Polonia.

En aquella época no había la Polonia socialista de hoy; en aquella época no había el Ejército Popular de Polonia; en aquella época no había esas armas formidables, parte de las cuales han sido construidas aquí.  En Polonia en aquella época no existía el campo socialista; en aquella época no se podía contar con el actual poderío de la Unión Soviética (APLAUSOS).  Por eso los fascistas pudieron atreverse a atacar a Polonia.  Por eso Polonia tuvo que pagar un precio tan alto de sacrificio y de sangre.

Hace unos días nosotros visitamos el campo Oswiencin, y allí vimos todavía los restos de la barbarie y del crimen.  Un profundo dolor aprisionaba nuestros corazones cuando pensábamos en los millones de personas indefensas, desarmadas —niños, mujeres y ancianos— que fueron conducidos a las cámaras de gas y a los crematorios.

Esos hechos no volverán a ocurrir jamás.  Semejantes escenas de crimen y de barbarie no volverán a tener lugar jamás en Polonia (APLAUSOS).

Hoy no solo tenemos el campo socialista y su fuerza actual.  Hoy tenemos al movimiento revolucionario en todo el mundo:  los pueblos de América Latina, de Asia y de Africa.

En 1939, cuando los fascistas dominaron en Europa, tampoco existía ningún país socialista en América Latina.  Hoy existe Cuba socialista a 90 millas de Estados Unidos (APLAUSOS), que es un baluarte de las ideas revolucionarias, de las ideas marxista-leninistas, de las ideas internacionalistas.  Porque con el apoyo del campo socialista y con el apoyo de la Unión Soviética, que nos envió el armamento y nos ayudó a resistir el bloqueo económico, Cuba ha podido mantenerse y se hace cada vez más sólida, cada vez más firme.

y algún día no habrá un solo país en América Latina —ya otros pueblos empiezan a pensar seriamente en el camino del socialismo—, algún día también todos los pueblos de América Latina serán libres, serán revolucionarios y serán socialistas (APLAUSOS).

La fuerza del movimiento revolucionario crece. La fuerza del campo socialista crece, y los enemigos lo comprenden; y los enemigos sienten y sentirán cada vez más respeto por esa fuerza, porque además de las armas, además de los tanques modernos, además de los cañones, además de esa técnica formidable, están los hombres que la manejan, están sus ideas, y está la causa que defienden.

Queridos hermanos soldados y oficiales del Ejército Popular de Polonia:  gracias por sus palabras, gracias por sus atenciones, gracias por sus hermosos gestos de solidaridad.

Y por nuestra parte les decimos igualmente, que Polonia hoy no es solo fuerte, no solo es sólida, no solo cuenta con el apoyo de todo el campo socialista y del movimiento revolucionario mundial, sino que también si hoy o mañana los imperialistas agredieran al pueblo de Polonia, junto al pueblo de Polonia estará el pueblo de Cuba y estarán los soldados, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (APLAUSOS).

¡Que viva el glorioso Ejército Popular de Polonia!

¡Que viva la amistad entre los pueblos de Polonia y Cuba!

¡Que viva el internacionalismo proletario!  (APLAUSOS)

VERSIONES TAQUIGRAFICAS DEL CONSEJO DE ESTADO