Rogelio Polanco.- A principios de febrero, Comandante, dos meses y medio antes de la votación de Ginebra, usted en el discurso en el Tercer Encuentro Internacional de Economistas, vaticinó la posición de Argentina y denunció que iba a votar contra Cuba. Desde esa fecha hasta acá han pasado muchas cosas, muchos acontecimientos, y esto llevó la discusión del tema de la Comisión de los Derechos Humanos, de las cancillerías y los gobiernos, a una discusión popular donde los pueblos votaron mayoritariamente por Cuba.

Ahora, ¿cuán costoso ha sido para Argentina este voto anticubano en medio de las circunstancias económicas gravísimas que tiene ese país?

Cmdte.- No fue casualidad aquello que yo dije, es que le adiviné lo que iban a hacer. La otra vez lo hicieron en compañía de Chile; esta vez Chile no era miembro de esa comisión, pero era Uruguay, yo le adiviné lo que se proponía hacer el gobierno de Argentina. Iban a estar calladitos para evitar resistencia, oposición, e iban a volver a clavar el puñal por segunda vez, y pensé: ahora están callados preparando su golpe artillero, antes del artero ataque; hay que darles un contragolpe. Eso ocurrió en más de una ocasión allá en la Segunda Guerra Mundial, en la propia URSS, en el Arco de Kerch y otros puntos, en que horas antes de que el enemigo lanzara su preparación artillera recibía un contragolpe cuando estaban fuera de las trincheras, y eso fue lo que le ocurrió al caballerito ese Garivaldini, Gavildini, realmente. Y no lo digo en un sentido despectivo, no me acuerdo sinceramente, me cuesta trabajo recordar ese extraño nombre. Dímelo, por favor, Randy.

Randy Alonso (que preside la mesa).- Giavarini.

Cmdte.- Giavarini. Bueno, correcto, lo voy a escribir, aunque no hace falta mencionarlo mucho más.

Lo tenían planeado todo, y nosotros le lanzamos el contragolpe antes de que hicieran la traición, esa es la realidad.

Claro, yo sabía también que allí estaban todos los periodistas, y los periodistas todo lo que sea un rollo, un lío, algo de eso, es a lo que más atención le dan, y lo colaron allá, y después, bueno, nosotros nos encargamos de poner una versión más completa, real, de lo que dijimos. No está todo, pero, bueno, lo esencial sí.

Nosotros tenemos una gran confianza en el pueblo argentino, que se la merece, que la tiene, y siempre tenemos muy presente que de allí vino el Che, uno de los hombres más extraordinarios y excepcionales que he conocido. El pueblo argentino ha sido solidario, amigo.

Nos duele el sufrimiento del pueblo argentino, las traiciones, los abusos, los engaños, el daño que le ha hecho el montón de hipócritas que, salvo excepciones, están gobernando ese país.

Usan hasta palabras que producen sonrojo, que no se entienden bien, que no se adaptan a nuestro vocabulario. Nadie sabe lo que quiere decir "relaciones carnales", ni qué tipo de relaciones hay, ni veo por qué tienen que estar hablando de eso; pero es un poco impúdico, ¿no?, porque sea cualquiera el sentido del vocablo, o el que se le quiera dar, no hay duda de que es una grosera palabra, así, o una grosera frase, que sirve como termómetro para medir la ausencia total de sentido común y de pundonor; la ausencia total del concepto del ridículo que tienen determinados dirigentes políticos en este hemisferio. De modo que el pueblo argentino ha reaccionado con una gran solidaridad y dignidad.

Recordábamos cómo el año pasado, en una mesa redonda aquí estuvo Claudia y estuvieron las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo, y esos son allí los que sufren, tanto los que sufrieron en el pasado los crímenes, los horrores, como los que sufren en el presente la vergüenza, el desempleo y otras calamidades. Esos sí conocen la verdad, esos sí que no se dejan engañar.

Recientemente estuvieron 50 jóvenes argentinos, trabajadores e intelectuales, que fueron invitados por nuestro país, tuvimos contactos con ellos. Yo los vi en el programa de televisión, cómo se pronunciaban con fuerza. Esos han desfilado, los mismos de aquella vez, hace dos meses también desfilaron, fueron allí frente al Ministerio de Relaciones Exteriores y otras instalaciones gubernamentales. Mucha gente ha mostrado solidaridad, amistad.

Ahí está Claudia, ayer mismo habló por teléfono para la mesa redonda, aquí dijo grandes verdades el primero de mayo, y por su cuenta —ni la conocía nadie antes en nuestro país— escribió aquellas cartas cuando votaron contra Cuba el pasado año. Así hay mucha gente. Esa mujer es muy activa, esa mujer a través de Internet no se sabe los miles de mensajes que envía y las veces que multiplica sus mensajes. A toda esa gente la tenemos nosotros muy presente siempre y nos sentimos agradecidos del pueblo; tan agradecidos a ellos como repugnados por los que de tal manera tratan de mancillar, no digo que mancillan, porque la bandera argentina y la bandera de cualquier pueblo está demasiado alta, para que tales pigmeos... Perdónenme los pigmeos. Saben que tampoco puedo decir enanitos, porque es ofender a los enanitos. Bueno, tales cucarachas, Randy, pretendan alcanzar la bandera; no lo pueden hacer ni para mancillarla.

Eso es lo que pienso, han sido más despectivos, y expreso mi repugnancia y sin ningún temor de que hagan lo que hagan; porque se creen algunos que por hache o por be aquí le tenemos miedo a alguien. Y no, todavía no, no conozco a ningún alguien así. Con la verdad en la mano hay que decirla y con toda la expresividad necesaria. Es lo que estoy haciendo.

¿Y qué voy a decir del Presidente? No puedo decir nada del Presidente, porque ya no hay Presidente, porque ya no preside este señor que hace declaraciones. Por ahí, no sé quién tendrá el cable, pero lo leí de pasada hace unos días, las cosas ridículas que dijo, cuando anunciaron que Argentina iba a ser la sede de la próxima Cumbre en el 2004, un hombre que fue testigo del polvorín que había en Quebec y del volcán que había en esa prestigiosa y culta ciudad, en un país civilizado y pacífico, se había convertido en un verdadero volcán.

Aquel hombre viene del volcán y en vez de sacar alguna conclusión de eso, llega y dice que en el 2004 no habrá protestas, sino que habrá aplausos. Yo no sé de qué manera va a haber aplausos en el 2004. En el 2004 me imagino que haya otro gobierno allí, porque se está hundiendo aquel país. No lo salva el lacayismo, no lo salvan ni los 40 000 millones que le ofrecieron para eso.

Ahora, han sido muy hipócritas, nosotros lo adivinábamos; pero ellos estuvieron diciendo hasta el final que no habían decidido. ¡Qué táctica de ratones! Le tienen miedo al gato popular; le tienen miedo al tigre que es el pueblo argentino, entonces sacan la cabeza y la guardan como el ratón, no dicen lo que van a hacer, buscan la noche, a ver cuando se descuida el gato, y hacen algo. Eso estaba decidido de antemano.

Bien, ¿es que acaso estoy, sencillamente, inventando cosas? Pues les voy a leer una cartica que manos amigas argentinas nos hicieron llegar. Hay también cositas que los argentinos nos han contado de las cosas que habló el caballerito Giavarini con su socio del Departamento de Estado norteamericano; muy interesantes, pero por ahora me limitaré a la carta recibida por el señor Canciller argentino.

Muy bien, la cartica es más breve.

De Colin Powell a Giavarini.

"Estimado señor Ministro:

"Nuestra reunión en Washington fue particularmente fructífera" —esto se refiere a su viaje a Washington cuando fue a mendigar y a lamer botas, porque hay lamebotas de distintas categorías, este señor fue a lamer las botas de Powell— "y estimo que sentó las bases para una cooperación más estrecha con relación a la resolución sobre Cuba en la sesión de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas de este año. La República Checa y Polonia nos informaron que una vez más piensan presentar una resolución.

"Como analizamos, la situación de los derechos humanos en Cuba se deterioró en el pasado año" —en realidad nunca mejoraron más los derechos humanos de nuestro país con todos los programas que estamos llevando a cabo. Vaya, ¿para qué hablar? "El arresto de un miembro del Parlamento checo" —el héroe checo del cual hablamos en la Interparlamentaria— "y su colega y la detención de más de 200 personas el Día de los Derechos Humanos en diciembre, acentuaron esta desafortunada tendencia" —cuando los agentes a sueldo del imperialismo se ponen demasiado descarados y quieren organizar provocaciones, las autoridades hablan con ellos, no usan la fuerza y gozan de seguridad y garantía totales. En cualquier otro país, ninguno de estos descarados, que viven realmente de eso, algo que sabe todo el mundo, habría estado ni un día en la calle. En realidad ellos lo saben bien, desde el fondo del hueco donde debe estar el corazón, saben mejor que nadie la ética y las normas que rigen esta Revolución. A Powell le conviene creer cualquier cifra o datos que ellos le suministren. Este no va a preguntar cómo ha sido el curso escolar, no, no, nada de eso. "Considero necesario llamar la atención del mundo sobre esta situación con una resolución fuerte", dice Colin. El cree que está allá en un cuartel, o en la frontera de Iraq, víspera de la Guerra del Golfo donde, cuando tenía 250 000 hombres, pidió otros 250 000 para ir al seguro. Es cuidadoso.

Ahora dice: "Su voto fue decisivo el año pasado" —¡qué emoción debe haber sentido Giavarini! "El apoyo de Argentina a la democracia y los derechos humanos resuena por toda Cuba, América Latina y el mundo..." —Ni Napoleón Bonaparte ante las pirámides de Egipto, ¡desde lo alto de estas pirámides cuarenta siglos os contemplan! Le está escribiendo al bobo este (Risas). Realmente no sé para qué se toma la molestia de hacer esta carta. Es un simple formalismo, la redactó alguien allí, Powell tiene mucho trabajo. Bueno, lo halaga, porque no tenía que tener ninguna duda, si él sabía bien lo que iba a hacer el señor Giavarini, pero ustedes verán por qué se interesa y por qué introduce esta arenga.

"El apoyo de Argentina a la democracia y los derechos humanos resuena por toda Cuba, América Latina y el mundo. Estimula a los activistas cubanos por la democracia que esperan un mañana diferente." Van a tener que esperar bastante, si es el mañana que ellos se imaginan.

"Sé que podemos volver a contar con usted este año, en que la conformación de la comisión es mucho más favorable. Espero trabajar con usted en el cabildeo" —véase la palabra, cabildeo— "por los votos que requerirán para la aprobación de esa resolución.

"El significativo status de Argentina" —estaría pensando seguramente en la crisis económica y la deuda— "y su influencia serán decisivos para lograr el apoyo de Uruguay, Costa Rica, México, Guatemala, Ecuador, Perú, e incluso tal vez Brasil." Eran grandes las ambiciones de Colin si de verdad creía en esas cosas, pero eso es algo que le está diciendo a aquel hombre para entusiasmarlo en la tarea que este Giavarini va a escribir mejor. ¿Con "v" corta o "b" larga? (Le dicen que corta.) Tiene que ser tan corta como el talento y el honor del hombre (Risas).

"Sinceramente suyo" —¡qué deliciosas deben haber sabido estas palabras al caballerito!—, "Colin Powell", general en Jefe desde Washington, la tropa de lacayos de América Latina.

Bien, ya ven: estaba el gobierno de Argentina diciéndole por ahí a todo el mundo y haciendo declaraciones de que no habían decidido todavía, y ya estaban en plena conspiración, y de acuerdo con los checos, y moviéndose por todas partes.

Entonces, señores, eso no se puede tomar en serio. Uno tiene que reírse.

Ahora, vean ustedes algunos datos nada más que voy a añadir. Vean la situación de Argentina.

"Como expresión del estancamiento económico de los últimos dos años, el Producto Interno Bruto argentino se contrajo en un 3,2% en 1999 y en alrededor de 0,2% - 0,5% en el 2000. La estancada economía argentina no crece desde hace 34 meses."

Uno de los países más ricos de este hemisferio, que tiene más ganado, más recursos naturales, más granos, más alimentos, el más rico hasta desde el punto de vista agrícola, cierto desarrollo industrial. ¡Ah!, claro, lo han vendido todo, desde luego. Alguien dice aquí que hasta los cementerios, creo que es Osvaldo el que lo dice. ¿Es allí precisamente donde vendieron los cementerios, o en otros lugares, Osvaldito?

Osvaldo Martínez.- No sé en el caso argentino, en el caso chileno sí.

Cmdte.- ¡Ah!, bueno, no sé si esa es una profanación de cadáveres o algo de eso, vender los muertos en sus tumbas, en sus lugares de reposo, es horripilante.

Pero bien, los gobernantes argentinos han vendido calles y carreteras, hasta las tierras las están vendiendo en grandes extensiones, ya no les queda nada.

Lázaro Barredo.- La lotería nacional y la aseguradora del banco.

Cmdte.- ¿También?

Lázaro Barredo.- No, es lo único que les queda por vender. Dos cosas nada más.

Cmdte.- ¡Ah!, les queda la lotería. Será para robar allí más fácilmente, porque siempre la lotería se prestó para esas cosas.

"El crecimiento del déficit fiscal superó en 1 000 millones de dólares la meta de 2 100 millones de dólares acordadas con el FMI para el primer trimestre del 2001." Fíjense si están mal que ni siquiera pueden cumplir los compromisos que tienen, porque se comprometieron a reducirlo por debajo de 6 500 en el 2000, y ya en este primer trimestre lo han sobrepasado en 1 000.

Vamos a ver lo que logran, qué hacen. Total, al FMI y al Banco Mundial no les quedará más remedio que darles el dinero porque no pueden permitir que se hunda ese portaaviones de Estados Unidos en Suramérica; y, además, no puede tratar tan mal a esa pobre gente, que vayan ahora a tomar medidas como la de sobrepasar en 1 000, en 2 000 ó 3 000 millones el déficit, ¿entonces aquellos qué es lo que van a hacer?

"En los últimos 10 años, la tasa de desempleo en Argentina ha oscilado entre 15% y 20%", desempleo que no incluye el subempleo.

"El ingreso real disponible cayó un 10% en dos años y la inversión per cápita es inferior en un 25% a la de 1998, según datos de abril del 2001.

"Al cierre del 2000, la deuda externa argentina ascendía a 147 000 millones de dólares. Argentina debe pagar este año unos 11 000 millones de dólares en servicios de la deuda, y acumulará un total de 60 000 millones de dólares hasta el 2005, según cifras del Ministerio de Economía." Tendrá que pagar, hasta el año 2005, 60 000 millones de dólares que es el doble de la deuda que tenía en 1965.

Añádale, además, las repatriaciones de capitales y lo que puede estar ocurriendo allí cuando hay crisis y hay temores.

Tienen, además, la gran pugna entre el nuevo poder, el que tiene realmente el poder, el que puso condiciones, que es el señor Cavallo —creo que en italiano se pronuncia "Cavalo" y se escribe Cavallo—, que entró allí como un caballo en una cristalería (Risas), exigió condiciones, y se rindió el débil gobierno. El señor De la Rúa ya no es el presidente de Argentina, quien tiene el poder, el poco poder que tienen los presidentes en esas condiciones. Tiene un gran conflicto con el director del banco, están en guerra porque el Cavallo que tomó el poder o al que le regalaron el poder, ya que estaban desesperados, no hallaban qué hacer con esa situación catastrófica, piensa que no debe haber ya un dólar por cada peso; que el respaldo de este no sea solo el dólar, sino también el euro.

¿Saben por qué? A mi juicio, saben que va a ser imposible sostener esa paridad y están ya preparando condiciones y así introducen el euro que sube y baja, ya entonces el peso puede subir o bajar una fracción, ir acostumbrando a la gente a que el peso vale uno o dos centavos de dólar menos, y así ir preparando las condiciones para proceder a una sinuosa y sigilosa devaluación del peso.

Yo me rompo la cabeza pensando a qué viene esto; si el peso fijo con el dólar, tan pronto lo asignen a otra moneda, estará sujeto a los vaivenes de una de esas monedas, y el euro empezó a 1,15.

Un día a unos amigos de la Unión Europea, les dije: "Cuba va a ser el primer país que va a comprar euro, pero uno solo", comenzó efectivamente a caer y caer y llegó hasta menos de 90 centavos. Después comenzó a subir algo. El euro no tiene todavía el poder del dólar.

¿Por qué quiere introducir esa moneda? No es por ayudar a los europeos, el euro tal vez salga beneficiado, lo que nadie sabe incluso cuántos pesos argentinos se podrán conseguir en cualquier momento por un euro.

Esa es la situación que tienen. Llegan los cables con noticias de todo eso, no se sabe... Entonces, De la Rúa otra vez. El hombre no puede dormir —él no—, se dice que él es el que decide; la bronca la armó el otro y se hará lo que el otro quiera, porque el poder real se lo entregaron a él.

Vean esto, allí donde gobiernan los defensores de los derechos humanos, los defensores de la integridad física y de la vida, que es esencial. Sin ella no existirá ningún derecho.

Matar a un niño espero que siga siendo un crimen en el concepto elemental del hecho, asesinar a un niño es un horrendo crimen; asesinar a un anciano es un horrible crimen, los códigos penales lo castigan fuertemente.

Pues bien, estos que han condenado a Cuba, ¿qué tasa de mortalidad tienen en el primer año de vida? Diecinueve por 1 000, tres veces la de Cuba. Hay que proceder a hacer el cálculo, ver cuántos nacen, qué significa 19 por 1 000 y qué número de miles de niños argentinos mueren.

Yo hice ese cálculo en el Parlamento de Venezuela y eran más los que morían allí por la herencia que dejaron los que ostentaron el poder en ese país durante 40 años, y eran más que todos los que habían muerto en las batallas fundamentales, Boyacá, Carabobo, Pichincha, Junín y Ayacucho, las más famosas; contando los que murieron de un lado y de otro, eran menos que los niños que mueren anualmente en Venezuela, al no tener la tasa de mortalidad infantil que tiene de Cuba. ¡Son unos cuantos miles!

Así que en Argentina hay que sacar la cuenta. Osvaldito saca en cualquier momento la natalidad y la diferencia, más o menos alrededor de doce y medio por cada 1 000 nacidos vivos que en Cuba; es decir, hay el equivalente de 12 a 13 por 1 000 más que en Cuba, que mueren y no morirían si allí alguien se ocupara de la salud del pueblo; en vez de vender, regalar, robar, atender a los niños, que es lo que hace Cuba, la Cuba condenada en Ginebra.

"Se estima que el 16,5% de la población no alcanza a vivir 60 años." Allí las diferencias no son tan grandes, ellos deben tener relativamente elevada perspectiva de vida, pero tienen casi 5% menos que en Cuba los que tienen perspectivas de pasar de los 60 años.

"La tasa de mortalidad materna es de 38 por 100 000." En Cuba es de 25. Mueren 13 madres menos que allá por cada 100 000 nacimientos. ¿Quiénes sufren todo eso?

Nosotros posiblemente este año bajemos el desempleo de 4%, es casi seguro, y ellos entre 15% y 20%, tienen por lo menos un porcentaje cuatro veces mayor que nosotros y como es una población mayor, el número total sin empleo es mucho más que el de Cuba; y aquí muchas veces el desempleo no es porque no haya oferta, en la propia Ciudad de La Habana hay más de 100 000 plazas no cubiertas, sino que ya nuestra población selecciona: tal y más cual empleo.

Tener un hombre en la calle humillado, avergonzado ante su familia, viviendo de nada, casi de limosna, como hemos visto en esas imágenes, ¿no es eso una violación de los derechos humanos? No, ellos son los campeones, como dice Powell, el gran país. ¿Es que acaso se preocupan por los que tienen que ir a buscar el alimento en los basureros de Buenos Aires? Qué se va a preocupar Colin Powell por eso. Debiera preocuparse, porque descuidarse excesivamente, olvidarse excesivamente de eso puede dar lugar a sorpresas. Si es buen diplomático —no lo ha demostrado todavía; se sabe que estudió, que tiene experiencia militar—, no se debe olvidar de eso.

Pero, bueno, que un hombre se muera de hambre, eso no es una violación de derechos humanos; que sea infeliz, que sea desgraciado, que incluso a veces la desesperación lo arrastre al suicidio, carece de importancia para tan democrático y humano sistema.

Si vemos las tasas escolares va a pasar lo mismo, que un hombre que se quede ignorante, que no pueda estudiar, cualquier índice humano y social, todos son bochornosos.

Sí, allá fue el caballero Presidente, que ya ni siquiera tiene el poder en su país, a firmar el pacto de anexión en Quebec como representante de los que tienen el poder en Argentina; sería mejor como representante de Estados Unidos, votó en Quebec a favor de la anexión de Argentina a Estados Unidos. Por eso no resisten, no podían resistir en Quebec, no tienen nada que discutir, no tienen nada de qué hablar.

¡Ah!, se acaba el mundo porque un checo descarado, desvergonzado, mercenario, impúdico ha sido arrestado por venir aquí a conspirar, subvertir, organizar grupos provocadores, pagado por Estados Unidos, como están pagados los amiguitos de Estados Unidos. ¡Ah!, el mundo parece caerse, pero lo que hay que sacar es la cuenta de todos los que mueren en Argentina, decir: "Miren, los muertos de ustedes, los beneméritos defensores de los derechos de los seres humanos"; hacer una lista completa, demostrarlo matemáticamente, y decirles: ¿Qué son para ustedes los derechos humanos? ¿Y qué son unas elecciones? Hablan de elecciones, cuando acabamos de ver esa fenomenal elección en Estados Unidos, ese extraordinario ejemplo de "democracia". Un relajo, un caos, un desorden, una mentira, un país fragmentado es el prototipo que desea el imperio para los países del Tercer Mundo. Es lo que quieren hacer todos para que no puedan resistir.

Imagínense nuestro país con esas recetas, ¿cuánto dura nuestra integridad? ¿Qué bloqueo habría resistido? ¿Qué logros habríamos alcanzado en la educación, la cultura, la salud y en otros muchos campos? ¡Tonterías! Tienen que sentir envidia por un pueblo tan unido, y un pueblo que vota, y que vota cada dos años y medio, y que elige a los delegados de circunscripción que son los que postulan y los cuales envían sus representantes hasta casi constituir la mitad de la Asamblea Nacional, ¿en qué país del mundo ocurre eso? ¿En qué país los vecinos se reúnen para proponer los candidatos libremente?

Esas sí son elecciones libres, desde la postulación; no son los partidos, hay en Cuba uno, pero no postula. En otros lugares, en la propia Europa, hay unos cuantos, pero todos postulan. Aquí hay uno y no postula, ¿quién postula?, el pueblo, el soberano, sin fraude, sin gastarse un centavo, ¿en base a qué? Al mérito, al prestigio, porque son los que lo conocen mejor los que los postulan y los que por ellos votan. Eso es algo... Inventen algo que se le pueda parecer. Tienen que sentir envidia por nosotros, se han embarcado para toda la vida, no hicieron una revolución, no pudieron crear, por tanto, un modelo de democracia nuevo, verdaderamente revolucionario, inexpugnable, y son los delegados de base los que constituyen en Cuba casi la mitad de la Asamblea Nacional, y, además, esos mismos delegados son los que constituyen las asambleas y eligen la administración municipal, postulan a los candidatos a las asambleas provinciales y a la Asamblea Nacional que deben ser elegidos por voto directo y secreto.

El problema no es que los ciudadanos voten, tienen derecho a votar por uno, varios, todos o ninguno. Nuestros diputados a la Asamblea Nacional son elegidos por más del 90% de los votos emitidos, y los emiten ciudadanos que se encierran en una cabina, cuya valentía política es proverbial. ¿Quién puede dudar de la valentía de este pueblo, de su coraje, de su patriotismo, que se puede apreciar en cualquier instante, cuando más de un millón han desfilado para protestar contra las leyes asesinas y las leyes genocidas de Estados Unidos? ¿Quién puede dudarlo? ¿Quién puede cuestionarlo?

Tratan de ocultar estas realidades, ignorando, sencillamente, que en Cuba hay elecciones. Pues algún día a lo mejor copian algo; pero para eso tiene que haber primero una revolución, se debe comprender que eso no puede caer del cielo, que de la Constitución Cubana de 1940 no podía salir eso, ni mucho menos, tenía que salir de una Revolución verdadera, radical, profunda. Vean cuál poder de la justicia y de una Revolución verdadera, que se ha enfrentado al coloso, a la superpotencia única y más grande que ha existido jamás. ¿Cómo, cómo puede ser ese milagro? ¿Por qué cualquiera de nosotros puede salir por las calles? ¿Por qué Lage, Felipe, todos nuestros ministros, Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional, pueden ir en bicicleta a un lugar? ¡Ah!, aquí no hay democracia, señores (Risas).

Habría que preguntar cuántas cuentas tienen en los bancos, cuántos dólares, cuántos tienen guardados en algún lugar o en un banco extranjero. Vean, se le puede dar todo el dinero del mundo al que encuentre una cuenta de los ministros, de los dirigentes de nuestro país. Que tengan una cuenta y eso se sepa y se tolere. Si un día alguien deposita 10 000 dólares en un lugar, eso, aunque sería muy raro, no se podría impedir de modo absoluto, aunque es muy difícil; pero que alguien tenga 10 000 dólares robados y se tolere y se admita, todo el dinero del mundo se le puede dar al que pueda demostrarlo.

Hoy nuestro pueblo sabe eso, cree en eso, y nosotros sabemos cómo piensa nuestro pueblo, y lo hemos visto también cómo avanzó en los últimos 17 meses, el 5 de abril se cumplieron 17 meses de batalla, y no se cansa, es más activo cada vez, está más unido, más combativo, más culto políticamente, más consciente. Y nosotros conocemos esas opiniones, por miles todos los días, de una mesa redonda o de otra, o de un acto, o de una tribuna abierta.

En realidad el imperialismo y sus lacayos no tienen la menor idea de cuál es la fuerza de la Revolución, medida matemáticamente; no tienen ideas de cuántos son los que verdaderamente no se sientan militantes o no compartan las ideas de la Revolución. ¡Ni lo digo!, no vale la pena. Y es más fuerte cada vez. ¿Por qué, porque se empleen las bayonetas, gases lacrimógenos, palos, escafandras, golpes de todo tipo, chorros de agua, las esposas con que los amarran y los arrastran? ¿Cómo y por qué? Esa es la pregunta filosófica que tienen que hacerse. ¿Por qué? Sencillamente hay una sola respuesta: Por consenso, porque este es un gobierno de consenso, un partido de consenso y un poder revolucionario de consenso. Y ese consenso existe, sencillamente, porque la inmensa mayoría, una incalculable mayoría de los ciudadanos del país saben que esa es su Revolución, su poder, su gloria, su prestigio, que hoy se levanta como un Himalaya ante los ojos del mundo. Lo sabemos por las cartas que envían, por las cosas que nos escriben desde el exterior.

El pueblo sabe que eso no es de nadie, sabe que es de él, y la cultura acumulada, el porvenir luminoso que espera a este país, que está convirtiéndose en uno de los pueblos más cultos del mundo; por lo menos en materia política está ya por encima de todos los demás, sin excepción, es que lo va a estar en todos los demás campos del conocimiento y la cultura. Eso el pueblo lo ve y lo comprende, y ve que la Revolución, si hay un niño en la montaña cuya escuela esté a cuatro o cinco kilómetros, allí tiene un maestro, un niño, o dos, o tres. ¿En qué lugar del mundo?

Ahora, en septiembre, van a tener el panel solar, para que no quede uno solo sin los programas educativos por televisión, y en las 184 escuelas donde hay zonas de silencio, donde no pueden ver la televisión, verán los casetes con las clases, casetes con los filmes recreativos; hasta los juegos de pelota podrán ver. Se quedarán sin la televisión directa, pero tendrán la electricidad, podrán ver los casetes. ¿En qué país del mundo? Y el pueblo lo sabe.

Son estas cosas las que crean el consenso, además de la dignidad, el orgullo, saber que la sangre derramada desde 1868 hasta hoy no ha sido en vano, que la Revolución ha sido la gran reivindicadora de toda la sangre derramada durante tanto tiempo, y que lucharon, cada uno en su época, por determinadas metas, y nosotros hoy luchamos por aquellas y otras nuevas metas; y esas metas se elevan cada vez más, porque el mundo se hace cada vez más complicado, más complejo, para entenderlo, abordarlo y enfrentar esas realidades hace falta una preparación especial.

Ya nuestras ideas no son solo la lucha por la patria; ya la lucha es por la humanidad, esa patria de que habló Martí, es hoy una de nuestras grandes banderas, casi casi hay que decir que la principal, porque si el mundo no se salva, entonces Cuba, nuestra queridísima patria, no se salvaría. Son metas bien altas y el pueblo lo comprende.

Me he extendido mucho. Vamos a ver qué hacemos. Faltan algunos puntos. ¿Habrá que hablar algo más de estos mentecatos que gobiernan Argentina? No hay que perder más tiempo.

Randy Alonso.- Solo agregar, Comandante, que hoy precisamente el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, argentino, publicó en el periódico La Jornada, de México, un artículo sobre Cuba, y dice:

"Hay quienes se venden en la oferta y en la demanda, y para esos sectores, dominados por el odio o el sometimiento, los valores de dignidad y solidaridad entre los pueblos no existen.

"Aunque el gobierno y el pueblo cubanos esperaban ese golpe de Estados Unidos, acompañados por gobiernos como los de Argentina y Uruguay, entre otros, no deja de ser una acción cobarde y mezquina. Alegan que en Cuba se violan los derechos humanos como si no tuvieran noticia alguna de lo que está pasando en Latinoamérica en nuestros propios países.

"La actitud oficial argentina de votar contra Cuba produjo aquí una enorme reacción, un marcado repudio, incluyendo desde sectores populares amplios hasta el propio partido gobernante. El gobierno argentino actuó con cobardía, no tuvo el coraje de recibir debidamente al Embajador cubano aquí y el voto estuvo preparado para la foto y la sonrisa de Georges W. Bush y el presidente Fernando de la Rúa mientras este visitaba Washington.

"Es triste la decisión claudicante de nuestro gobierno, porque, a su vez, viola la voluntad popular que se expresó en octubre de 1999 en base a un programa que fue lo que este pueblo votó, como anteriormente se violentaron todas las promesas y compromisos asumidos.

"Este gobierno no tiene ni decisiones ni pensamiento propio, y nosotros debemos señalarle que hay cosas que no tienen precio, que no se compran ni se venden, la dignidad y la libertad.

"El brasileño Paulo Freyre decía que lo contrario del amor" —y hay que recordar el amor de que hablaba el canciller Giavarini.

Cmdte.- ¿Qué tú quieres decir con eso, Randy?

Randy Alonso.- Sí, que Giavarini decía que había votado contra Cuba por amor, y le responde el Premio Nobel argentino con una frase del brasileño Paulo Freyre, que decía que "lo contrario del amor no es lo que muchas veces se piensa, el odio, sino el miedo a amar, que es el miedo a ser libres." Y esto está firmado por Adolfo Pérez Esquivel y sale hoy publicado en el diario La Jornada.