Un padre y un maestro
Soy la coordinadora de dos misiones de la Revolución Cubana en Argentina: la Operación Milagro y el Yo sí puedo de alfabetización. El Comandante significa en mi vida muchas cosas, primero que todo es un padre, segundo un maestro. Luego de muchos años de estar peleada con la historia de mi país, por las dictaduras, la impunidad, llego a este país siendo solidaria con Cuba, sintiendo que el único faro que existe en América Latina es este país.
Y es el propio Comandante el que me devuelve a las entrañas de mi pueblo con estas misiones cubanas. Gracias Comandante. No solo en nombre mío sino en nombre de los 25 graduados de la ELAM que usted pidió que se sumaran a la operación Milagro. Ellos le mandan un cálido abrazo y le dicen: Pa’ lo que sea Fidel pa’ lo que sea.