DISCURSO PRONUNCIADO POR FIDEL CASTRO RUZ EN EL ACTO CENTRAL NACIONAL POR EL VIGESIMO ANIVERSARIO DE LA CONSTITUCION DE LOS COMITES DE DEFENSA DE LA REVOLUCION, CELEBRADO EN LA PLAZA DE LA REVOLUCION, EL 27 DE SEPTIEMBRE DE 1980
Data:
Excelentísimo Señor Muwanga, Presidente de la Comisión Militar Revolucionaria de Uganda, que dirige a ese país (APLAUSOS);
Distinguidos invitados;
Cederistas;
Compatriotas:
No es hoy, será mañana cuando se cumplirán exactamente los 20 años. Se decidió por la Dirección de nuestro Partido celebrarlo en el día de hoy, para no sacrificar a los cederistas y al pueblo de La Habana su descanso de mañana (APLAUSOS).
Por eso celebramos hoy el XX aniversario en esta Plaza. ¡Y qué modo de celebrarlo! Porque antes de llegar aquí, veíamos en las calles de nuestra ciudad las mismas imágenes de ausencia total de personas que pudimos ver cuando las Marchas del Pueblo Combatiente el 19 de abril, o el 17 de mayo, o el Primero de Mayo (APLAUSOS). Nosotros habíamos imaginado, habíamos supuesto que nunca se volvería a dar en esta Plaza un acto tan grande como el pasado Primero de Mayo (APLAUSOS). Sin embargo, demostrando una vez más el entusiasmo de nuestro pueblo y la fuerza de los Comités de Defensa de la Revolución, hemos podido apreciar que este acto es tan grande como lo fue el Primero de Mayo (APLAUSOS).
Esta formidable y pujante organización de masas ha escrito en estos 20 años una hermosa historia de servicios a la patria y a la Revolución. A lo largo de muchos años nos reuníamos en esta Plaza, en otra tribuna, para conmemorar los 28 de septiembre, hasta que se tomó la decisión razonable de realizar esos grandes actos de masa, cada determinado período. A lo largo de cada uno de aquellos actos se fueron analizando los éxitos de los Comités de Defensa de la Revolución en los primeros años y en el trabajo de cada año.
Sería imposible concebir la historia de nuestra Revolución sin los CDR (APLAUSOS). En primer lugar, por los servicios que prestaron en defensa de la Revolución en los años más difíciles, cuando era mayor la hostilidad del enemigo, cuando eran más intensos sus planes de agresión, de subversión y de sabotaje. Esa fue, es y será —repito—, ¡fue, es y será! la primera tarea y el primer deber de los Comités de Defensa de la Revolución (APLAUSOS). Porque la lucha cambia de aspecto, cambia de formas, y mañana —como decía Armando— pueden volver de nuevo días difíciles, y ello —como él señalaba— puede estar en dependencia de qué ocurra en las próximas elecciones de Estados Unidos: si triunfa una plataforma de guerra, o una plataforma de paz. De ello dependerán las perspectivas de que nuestro país, América Latina y tal vez el mundo, se puedan encaminar de nuevo hacia la distensión y la paz, o hacia la guerra fría, e incluso la guerra caliente. Pero nadie puede predecir el futuro, y es por ello que siempre debemos estar preparados para afrontar las circunstancias más difíciles.
Pero, además de este deber primero y fundamental de los Comités, esta organización ha prestado extraordinarios servicios al país en todos los campos: en la formación de la conciencia política y revolucionaria de las más amplias masas de nuestro pueblo; en la constante movilización de nuestras masas; en la salud. ¿Quién sabe cuántas decenas de miles de vidas han ayudado a salvar los Comités? Porque no hay que pensar que el símbolo esté solo en que una tarde hermosa como hoy, se presente en esta tribuna una joven que nació el mismo día en que se fundaron los Comités. Estoy seguro de que aquí están presentes, y en todo el país, decenas de miles de jóvenes y de personas que lograron preservar sus vidas gracias al trabajo de los Comités (APLAUSOS). En la lucha contra las epidemias, en la lucha contra enfermedades tan terribles y dolorosas como la poliomielitis, el tétano y otras; en la lucha por prevenir las enfermedades, o detectarlas a tiempo y en las donaciones de sangre. El trabajo de los Comités en la producción: preparación de tierras para la mecanización de la caña, para citar un ejemplo; en las zafras; en los planes agrícolas; en las limpias de las cañas; en las siembras de árboles.
Los Comités han trabajado en el embellecimiento de nuestras ciudades; en la recogida de materias primas, ahorrando al país decenas de millones de pesos en divisas. Los Comités han trabajado en el aseguramiento de todas las grandes actividades que se han efectuado en nuestra patria. Los Comités no solo defienden la Revolución, sino defienden las riquezas del pueblo, y esto se refleja en el hecho de que todas las noches, normalmente, y sin contar las circunstancias extraordinarias, 30 000 hombres y mujeres del pueblo, pertenecientes a los Comités montan guardia junto a nuestras fábricas, a nuestros establecimientos públicos, a nuestras viviendas (APLAUSOS).
De modo que los servicios prestados por esta organización a la Revolución y al país, se pueden calificar de extraordinarios.
Pero aún más: contribuyen a la defensa, no solo política, no solo interior, sino a la defensa contra la agresión exterior en la medida en que su trabajo crea condiciones superiores y mejora las posibilidades combativas en el terreno moral de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias (APLAUSOS).
Pero no solo por los servicios se ha de medir la importancia y los méritos de esta organización; ella implica algo más, y más profundo. Implica una experiencia, en primer lugar, que otros pueblos hermanos han comenzado también a aplicar. Pero implica una experiencia política extraordinaria; implica lo que realmente necesita una revolución para defenderse y para ser fuerte; ¡implica lo que no puede olvidar jamás un partido marxista-leninista, y es la vinculación más estrecha con las masas! (APLAUSOS)
Los Comités de Defensa de la Revolución junto a nuestros gloriosos sindicatos, junto a la Federación de Mujeres Cubanas, junto a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, junto a las organizaciones estudiantiles, junto a las organizaciones pioneriles, significan un poderosísimo mecanismo e instrumento insuperable de vinculación de nuestro Partido con las masas (APLAUSOS). Y me atrevería a decir, que significan un caso único en el mundo (APLAUSOS). Y no es que otras muchas revoluciones y otros muchos partidos carezcan de vinculación con las masas, porque todos los partidos verdaderamente revolucionarios se han caracterizado siempre por esa vinculación; quiero decir que en nuestro país tenemos el más completo mecanismo de vinculación del Partido con las masas, y en esa vinculación los Comités de Defensa de la Revolución constituyen uno de sus baluartes fundamentales (APLAUSOS). Y los hechos demuestran, y la experiencia demuestra que un partido marxista-leninista no puede descuidar ¡jamás!, repito, la vinculación con las masas (APLAUSOS).
Esta realidad cubana nos da mucha confianza en el porvenir de nuestra Revolución. Y nuestra Revolución no es ya una recién nacida, no tiene 2 años, no tiene 5, no tiene 10, ni 15, ¡tiene ya más de 20! (APLAUSOS.) ¡Y los Comités de Defensa cumplen hoy 20! (APLAUSOS), y de 20 en 20, de 50 en 50 y por qué no decir también de 100 en 100 (APLAUSOS), contará un día su historia y celebrará sus victorias la Revolución Cubana (APLAUSOS) .
Es mentira que el tiempo debilite el entusiasmo, lo que ha demostrado nuestra propia experiencia es que el tiempo multiplica el entusiasmo y le añade además la conciencia (APLAUSOS).
Se hicieron ilusiones meses atrás, nuestros enemigos, acerca de la fortaleza de la Revolución; pero el pueblo mostró su puño, y de tal manera lo mostró, que hubo que pedirle ecuanimidad al pueblo (APLAUSOS); mostró su espíritu, mostró su conciencia, y hoy la Revolución es más fuerte que nunca (APLAUSOS) .
Con un partido estrechamente vinculado a las masas, con una política justa, con una política honesta, una revolución es indestructible (APLAUSOS). Y eso debemos preservar siempre los revolucionarios cubanos de ésta y de las futuras generaciones, la Dirección actual de nuestro Partido y las futuras generaciones de dirigentes: vinculación con las masas, política justa, política honesta (APLAUSOS). Pudo haber cometido errores, y los cometió, nuestra generación revolucionaria, ¡pero jamás faltó el propósito de la política justa, y jamás faltó honestidad en la política! (APLAUSOS) Y estas son reflexiones que vienen a nuestra mente un día como hoy.
Ya los Comités de Defensa de la Revolución cuentan con más de 5 350 000 miembros (APLAUSOS), casi 81 000 CDR y, si mal no recuerdo, casi 10 000 zonas; pero lo importante es la cifra de 5 350 000, es decir, prácticamente el 80% de la población adulta del país. Y no hay más, porque en los últimos años la organización ha estado velando celosamente la calidad (APLAUSOS).
Eso explica que si un día en una relativamente pequeña avenida, hace 20 años, frente al viejo Palacio se fundaran los Comités, hoy, al cabo de 20 años, los cederistas prácticamente no quepan en esta gigantesca Plaza (APLAUSOS). Y no se trata de que sean millones en números teóricos, sino millones de hombres y mujeres presentes; se trata del grado de comprometimiento. Y cuando yo leí que los Comités se proponían reunir más de un millón, a mí me parecía realmente difícil, ¡y hoy vemos aquí más de un millón! (APLAUSOS)
Bien saben ustedes que no nos gusta exagerar. Y actos como estos solo pueden verse desde lo alto de la torre, o desde el aire en un avión, o en un helicóptero; pero creo que las fotos de esta concentración pasarán a engrosar también la hermosa historia de los Comités de Defensa de la Revolución (APLAUSOS).
En estos días nuestro pueblo ha vivido minutos y días de los más felices, más emocionantes y más brillantes. Ha vivido días de máxima satisfacción y máximo orgullo por el altísimo hecho, la extraordinaria proeza de haber podido enviar un hombre al cosmos (APLAUSOS). No vamos a considerarnos autores exclusivos de la proeza, no vamos a vanagloriarnos; sabemos cuántas cosas han sido necesarias para que nuestra patria tuviera esa oportunidad y ese honor de ser el primer país de América Latina en enviar un hombre al cosmos (APLAUSOS). Y cuando decimos de América Latina, podemos decir de América Latina y de Africa, porque Arnaldo Tamayo representaba en el espacio no solo a Cuba, representaba a América Latina (APLAUSOS), representaba al Africa, y representaba al Tercer Mundo (APLAUSOS).
Pero, ¿cuántas cosas precedieron esa posibilidad? Podríamos remontarnos, en primer término, a la gloriosa Revolución de Octubre (APLAUSOS); al extraordinario esfuerzo creador y al heroísmo del pueblo soviético (APLAUSOS), a sus extraordinarios avances científico-técnicos, a las decenas de millones de trabajadores que con su sudor pudieron crear los recursos cuantiosos que se necesitan para actividades de esta importancia y de esta complejidad (APLAUSOS). Habría que recordar, en primer término, el trabajo de decenas de miles de científicos, ingenieros y técnicos en general, que hicieron posible el desarrollo de esas potentes y perfeccionadas máquinas (APLAUSOS); habría que remontarse a los precursores, como fue Gagarin (APLAUSOS), aquel valeroso y heroico joven que un día se reunió aquí con nosotros, en esta misma Plaza; habría que recordar a las decenas y decenas de cosmonautas soviéticos que abrieron el camino de los viajes cósmicos (APLAUSOS), enriquecieron la experiencia y perfeccionaron los instrumentos; habría que recordar entre ellos a los que murieron intentando viajar al cosmos, o cuando descendían del cosmos, o en el período de entrenamiento, porque muchos de los primeros cosmonautas soviéticos murieron, es decir, dieron su vida en esa tarea. No digo muchos en números absolutos; pero un día viendo la Galería de Mártires, vi que el porcentaje con relación a los primeros cosmonautas era relativamente alto, mientras se alcanzaba más y más seguridad en los viajes. Y aquí, entre nosotros, tenemos el honor de contar con la presencia de quien ostenta el récord de tiempo en el espacio (APLAUSOS PROLONGADOS), a quien ustedes conocen perfectamente bien por haber estado presente en nuestro país durante varios días, de lo cual han hablado nuestra prensa y nuestros medios de divulgación masiva; habría que recordar muchas cosas: en fin, el espíritu internacionalista de la Unión Soviética (APLAUSOS), que le ha dado a países pequeños como Cuba, Viet Nam y otros, esta posibilidad y este honor; pero no habría sido posible que un cubano viajara al espacio en esta fecha sin nuestra Revolución (APLAUSOS), sin la lucha heroica de nuestro pueblo durante estos 20 años, sin el internacionalismo de Cuba, sin la política de principios de nuestra Revolución (APLAUSOS), sin la justicia y las posibilidades que abrió a nuestra juventud nuestra Revolución.
Sin la Revolución, ¿qué habría sido de aquel joven humilde y pobre que hoy es un héroe de nuestra patria y un prestigio internacional? ¿Qué habría sido de su porvenir? (APLAUSOS) Porque Tamayo representa lo que significó para nuestro pueblo humilde la Revolución (APLAUSOS), como ha significado para cientos de miles, para millones de ciudadanos de este país, donde hace 20 años había cientos y cientos de miles de analfabetos y millones de semianalfabetos; este país donde ya no se habla de analfabetismo, se habla de un mínimo de 6to grado y un mínimo de secundaria. La Revolución significó para Tamayo lo que significó para decenas de miles de actuales médicos, ingenieros, investigadores, técnicos, administradores, etcétera. Nuestra Revolución hizo posible esa especie de milagro, porque recogió los mejores valores del pueblo, los educó y los desarrolló. Y Tamayo es, por ello, un orgullo de nuestro pueblo, ya que representa el espíritu de nuestra juventud, el valor de nuestra juventud, la honestidad de nuestra juventud y el heroísmo de nuestro pueblo (APLAUSOS).
Igual que un día dijimos que en el pueblo había muchos Camilos (APLAUSOS), hoy podemos decir con orgullo, ¡que nuestro pueblo es un pueblo de Tamayos! (APLAUSOS)
Por ello, nos volcaremos a la calle dentro de breves días, el 10 de octubre, para tributar la bienvenida que merecen (APLAUSOS) los héroes Arnaldo Tamayo y Yuri Romanenko (APLAUSOS), a los cuales nuestro país les concederá el título de Héroes de la República de Cuba (APLAUSOS), que añadirán al de Héroes de la Unión Soviética (APLAUSOS). Es propósito también de la Dirección de nuestro Partido y Gobierno, conceder estos títulos a los dos cosmonautas soviéticos que trabajaron con ellos en el espacio (APLAUSOS), porque esos hombres son, sin duda alguna, orgullos de la humanidad. También le será concedida la Orden "Camilo Cienfuegos" al otro piloto cosmonauta José Armando López (APLAUSOS), porque aunque no realizó el viaje, estaba perfectamente preparado y listo para cumplir la misión tan pronto se le ordenase (APLAUSOS).
Es obligado hacer referencia en el día de hoy a ciertas situaciones internacionales. Me refiero, en primer término, a la peligrosa y grave situación creada en el Medio Oriente con la guerra entre Iraq e Irán.
En esta misma Plaza, recordarán ustedes que el Primero de Mayo, expresamos nosotros nuestra preocupación con relación a este peligro y nuestra exhortación a evitar una guerra entre los dos países, por cuanto es una guerra entre dos pueblos que llevan a cabo procesos revolucionarios, dos pueblos islámicos, dos pueblos No Alineados, dos pueblos del Tercer Mundo, que están, además, ubicados en una de las zonas neurálgicas del planeta, por donde se dice que se transporta más del 60% de los suministros de combustible de Occidente; es una guerra entre dos grandes países petroleros. Esa guerra divide las fuerzas que se enfrentan al imperialismo; esa guerra divide las fuerzas que se enfrentan a la agresión sionista; esa guerra divide las fuerzas de los Países No Alineados y del llamado Tercer Mundo; esa guerra debilita a ambos países, causando destrucciones mutuas considerables.
Esa guerra, además, puede tener una gran incidencia de consecuencias catastróficas para los países subdesarrollados no petroleros y que ya están pagando a más de 30 dólares el barril de petróleo, cifra tan astronómica que prácticamente es inaccesible para muchos de esos países.
Si no se encuentra una pronta solución política y justa a esa guerra, las consecuencias económicas pueden ser desastrosas para muchos países del Tercer Mundo y agravar la ya crítica situación económica internacional.
Es por ello que consecuente con estos principios y tomando en cuenta su condición de país que preside el Movimiento de los No Alineados, Cuba está realizando esfuerzos, dada nuestras relaciones con ambos países, en la búsqueda de una solución política y justa a esa contienda.
Sabido es que cuando los sentimientos nacionales y las emociones se encrespan, es mucho más difícil a veces buscar la paz que hacer la guerra. Y por ello, junto con otras fuerzas progresistas e instituciones internacionales sumaremos nuestros mayores esfuerzos a esos objetivos y no nos desanimaremos cualesquiera que sean las dificultades que encontremos en la búsqueda de ese noble y humanitario propósito (APLAUSOS).
Hay también en estos instantes una amarga, dolorosa noticia que nos toca muy de cerca. Nos referimos, en primer término, a la decisión del Fiscal del Tribunal Militar de Venezuela, no ya de retirar los cargos, o abstenerse de hacer cargos, sino de pedir la absolución de los autores del monstruoso asesinato de 73 personas que viajaban en un avión el 6 de octubre de 1976. Y luego la noticia de que unos días después los criminales fueron absueltos por el Tribunal Militar.
Recordamos todavía esta Plaza; recordamos el día en que vinimos a despedir a nuestros hermanos tan atrozmente asesinados; recordamos el dolor y las lágrimas de todo nuestro pueblo. Y cuando todavía está caliente la sangre de las víctimas, cuando todavía están húmedas las mejillas de nuestro pueblo por aquel infinito dolor, recibimos estas noticias, en los precisos instantes en que nuestro país acaba de hacer una extraordinaria contribución para poner fin a la piratería aérea; esfuerzo que ha sido reconocido por todos los países, ya que si prácticamente la piratería aérea comenzó por Cuba cuando los enemigos empezaron a secuestrar nuestros aviones, es posible que las medidas recientes tomadas por Cuba con gran sentido de responsabilidad internacional signifiquen también el comienzo del fin de la piratería aérea. Y en esos precisos instantes tiene lugar un hecho, a nuestro juicio, tan monstruoso como el crimen, más monstruoso que el crimen. Porque si en aquella ocasión el crimen fue cometido por un grupo de terroristas lleno de odio y enloquecido, en esta ocasión el crimen lo comete un Estado, y lo comete más fríamente, más deliberadamente: es aún más grave que el crimen y de peores consecuencias que el crimen, porque si un grupo de criminales fue capaz de realizar semejante sabotaje, el hecho de que queden impunes los autores, habiendo estado en manos de las autoridades, habiendo estado en las prisiones, puede estimular extraordinariamente a que se repitan hechos semejantes y entonces en vez de una vez sean diez veces, veinte veces, cien veces que los pueblos tengan que llorar atrocidades semejantes (APLAUSOS).
No caben aquí excusas ni pretextos de ninguna clase. Todo el mundo sabe que ellos fueron los autores del sabotaje, todo el mundo lo supo desde los primeros días y las pruebas eran irrebatibles, las autoridades venezolanas saben que están absolviendo a los culpables. Pero sabíamos también hace meses cuáles eran las intenciones del Gobierno de Venezuela con relación a estos criminales. Sabíamos las intenciones de ponerlos en libertad. Sabíamos y sabemos las medidas que tenían planeadas para protegerlos una vez que estuviesen en libertad, y a qué país pensaban enviarlos, al menos a los principales, a qué país enviarían al principal responsable de los hechos, precisamente a Chile, con cuyo régimen este sujeto mantuvo y mantiene inmejorables relaciones. No cabe el pretexto ni la argucia de una supuesta independencia de poderes.
Recordamos muy bien que por aquellos días de 1976, cuando comenzaron a producirse presiones para proteger a los autores del sabotaje, el ex presidente Carlos Andrés Pérez, cuyas diferencias políticas e ideológicas con nuestra Revolución son conocidas, actuó, sin embargo, con absoluto sentido de responsabilidad y con profunda preocupación por el honor nacional de su país, y adoptó medidas enérgicas y firmes para frenar e impedir los planes y presiones de proteger a los culpables.
El Presidente de la República es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, además, el Presidente de la República, según el Artículo 28 del Código Penal Militar venezolano, es el primer funcionario de la justicia militar en Venezuela. Es evidente, es incuestionable y es conocido, que el Fiscal del Tribunal Militar recibió instrucciones superiores para solicitar la absolución de los asesinos. Ese mismo fiscal, en los primeros meses, actuando en ese Tribunal Militar y tomando en cuenta los elementos de prueba, solicitó la sanción de 30 años para los asesinos, y ahora, de repente, solicita la absolución.
Todo el mundo sabe qué manejos son esos, qué triquiñuelas son esas, para después escudarse en una supuesta independencia de poderes. El mecanismo ha sido tan repugnante como simple: sencillamente instruir al Fiscal del Tribunal Militar a pedir la absolución de los acusados, con lo cual casi automáticamente los acusados son absueltos. La impunidad de ese crimen será una mancha eterna para las Fuerzas Armadas de Venezuela, será una mancha eterna para el Estado venezolano y será una mancha eterna para el Gobierno de Venezuela.
Si son liberados en definitiva los autores de ese repugnante y monstruoso crimen, Cuba considerará a ese fiscal, a esos jueces y fundamentalmente al Gobierno de Venezuela, como responsables del monstruoso crimen cometido el 6 de octubre de 1976 (APLAUSOS PROLONGADOS). ¿Qué justificación puede tener esta provocación contra nuestro país? Y no es la única, ni es nueva, porque, como todos sabemos, los problemas en las embajadas: la protección a elementos antisociales y delincuentes y a lumpens empezó por la embajada de Venezuela, incluso mucho antes que la de Perú. Ocurrió, sin embargo, que en la embajada de Perú tuvo lugar el accidente en que pierde la vida un combatiente nuestro. Pero estos problemas empezaron por la embajada de Venezuela. Y hay allí 21 elementos antisociales, de los que han penetrado por la fuerza en esa embajada.
Todavía le queda una oportunidad al Gobierno de Venezuela de evitar que se llegue a consumar totalmente esa monstruosidad, puesto que el 11 de octubre la Corte Marcial tendría que decir la última palabra. Esperaremos, pues, cuál es la decisión final de la Corte, de las autoridades y del Gobierno de Venezuela.
Pero nadie puede esperar que nuestro pueblo olvide alguna vez o perdone alguna vez semejante agravio, semejante herida, semejante agresión. Y luego, los que no respetan en absoluto los principios y las leyes internacionales que no reclamen y que no protesten de la actuación de Cuba en defensa de su dignidad, en defensa de sus hijos, en defensa de sus legítimos derechos (APLAUSOS PROLONGADOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, aprieta que a Cuba se respeta!")
Por lo pronto, aunque aún se mantienen formalmente las relaciones oficiales, hemos dado instrucciones a nuestro personal diplomático, a nuestros becados y al resto del personal cubano que desempeña allí alguna actividad, 27 en total, de regresar a Cuba (APLAUSOS PROLONGADOS). Cerrada la embajada. Y por supuesto que si las relaciones se rompen no tenemos intención de pedir a ningún país —repito—, no tenemos intención de pedir a ningún país que se haga cargo de los intereses de Cuba en Venezuela (APLAUSOS PROLONGADOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, aprieta que a Cuba se respeta!")
Creo que la opinión mundial podrá contrastar entre las actitudes de ambos Estados, el Gobierno de Cuba dando un paso decisivo para poner fin a la piratería aérea, el Gobierno de Venezuela dando pasos que pueden estimular no solo la piratería sino crímenes monstruosos como el de Barbados. La opinión pública latinoamericana y mundial tienen aquí una prueba sobre la forma desvergonzada, cínica, impúdica con que se llevan a cabo las provocaciones y las agresiones contra nuestro país (APLAUSOS). Podría decirse que no es extraño que un gobierno que apoya a una Junta genocida como El Salvador, tal como lo hace el Gobierno demócrata cristiano de Venezuela, sin importarle el hecho de que esa Junta genocida haya asesinado más de 7 000 salvadoreños en lo que va de año, sea capaz de absolver a los autores del infame asesinato de 73 seres humanos en un sabotaje aéreo (EXCLAMACIONES Y APLAUSOS).
Con relación al pueblo de Venezuela no tenemos ningún agravio, en su día el pueblo de Venezuela condenó unánimemente aquel crimen, y hoy sabemos de la profunda repulsa del pueblo venezolano a la monstruosidad de absolver a los criminales. Numerosos líderes políticos, numerosas figuras públicas venezolanas han condenado con la mayor energía, tanto la conducta del Fiscal como la conducta del Tribunal, y la conducta del Gobierno. Cualesquiera que sean los hechos y las provocaciones, de la farisaica e hipócrita camarilla copeiana que gobierna a ese país siempre consideraremos al pueblo de Venezuela como un pueblo noble y fraternal (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES) .
Nuestro país se enfrenta en el futuro inmediato a importantes tareas; e igual que la otra vez, que mientras nos encontrábamos enfrascados en una serie de medidas para perfeccionar la eficiencia y elevar la exigencia, tuvieron lugar las provocaciones que se iniciaron en la embajada de Perú, esta vez, cuando estamos consagrados a otras importantes tareas y en momentos en que nos preparamos a recibir con júbilo a nuestro héroe y al héroe soviético, se producen de nuevo estas provocaciones; pero nadie se imagine que nos van a sacar del cauce, nuestro país y nuestra Revolución han sabido más de una vez librar batallas simultáneas (APLAUSOS). Y si fuera necesario movilizarnos, nos movilizaremos (APLAUSOS).
No haremos innecesariamente lo que no sea indispensable hacer; pero si nos enfrentan a provocaciones, el pueblo combatiente está listo para dar la pelea (APLAUSOS). El enemigo, sin embargo, no nos hará perder la serenidad y la ecuanimidad (EXCLAMACIONES DEL PUBLICO: "¡Vamos a hacerles una Marcha Combatiente frente a la embajada!")
Me refería a tareas que tenemos delante, muy importantes: una de ellas la confección del próximo Plan Quinquenal, la otra el II Congreso de nuestro Partido (APLAUSOS).
En estos años, en estos últimos cinco años, nuestro país ha hecho un enorme esfuerzo de organización y de institucionalización. ¡Cuántas cosas en este breve lapso de tiempo!: la Constitución de nuestro Estado socialista, aprobada por más de 90% de nuestro pueblo; la División Político-Administrativa, que hoy es una sólida realidad; el establecimiento de los Poderes Populares, que hoy trabajan con eficiencia creciente; la ejecución de una serie de medidas para la progresiva implantación del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía; se han multiplicado los controles financieros y económicos.
En el próximo quinquenio, sobre todo, empezaremos a cosechar los frutos de las decisiones tomadas por el Primer Congreso del Partido y que se han ido aplicando a lo largo de este quinquenio. Se han construido numerosas instalaciones industriales, que están empezando a producir, o comenzarán a producir en período próximo; otras importantes instalaciones se terminarán en el próximo quinquenio. Estas nuevas industrias aumentan nuestras posibilidades productivas y nuestras disponibilidades de importantes productos para la economía. Digamos, por ejemplo: han crecido notablemente las capacidades de producción de cemento, las capacidades de producción de acero para la construcción, las capacidades textiles, para citar algunos casos.
Se ha estado elaborando un plan realista para el próximo quinquenio, que esperamos que con la experiencia acumulada y las medidas tomadas se pueda cumplir cabalmente.
Los niveles de vida de nuestra población, si bien no darán saltos espectaculares, mejorarán progresivamente en el próximo quinquenio. Dispondremos, por ejemplo, de muchos más productos electrodomésticos: la disponibilidad de nuevos televisores para nuestra población será aproximadamente de un millón en los próximos cinco años, cientos de miles de refrigeradores, cientos de miles de lavadoras, cantidades considerablemente altas de ventiladores, algunas decenas de miles de aire acondicionado de producción soviética (APLAUSOS). Ingresarán al país 58 000 automóviles en los cinco años, de procedencia soviética fundamentalmente: 15 000 de ellos se destinarán a reemplazar parte de los actuales vehículos de alquiler; alrededor de 30 000 serán distribuidos, o serán vendidos a la población; otra parte se destinará a los usos institucionales. La construcción de viviendas crece en cierta medida considerable y en número mayor cada año, tomando en cuenta nuestras disponibilidades de materiales. También seguirá recibiendo, durante todo el quinquenio, atención preferente el problema de las reparaciones. Se hará un esfuerzo especial en la producción de viandas, frutas, vegetales y otros renglones alimenticios.
Con los acuerdos adoptados de coordinación de planes, tenemos asegurado ya todo el combustible que necesita nuestro país en el quinquenio (APLAUSOS). No nos faltará combustible, lo cual no nos exonerará de la obligación de realizar el máximo esfuerzo por ahorrarlo. Está asegurada también la disponibilidad de otras numerosas materias primas para el quinquenio: cantidades crecientes de laminados, productos químicos, fertilizantes, etcétera.
Se asegura la disponibilidad de los necesarios vehículos de transportes de carga y de pasaje, y de equipos e implementos para la agricultura. Y creo poder asegurar que si mantenemos la eficiencia que estamos alcanzando y que hemos alcanzado en los últimos meses con el transporte de pasajeros de la capital, el transporte de la Ciudad de La Habana no tendrá dificultades criticas (APLAUSOS). Hace algunos meses se producían solo 19 000 viajes, ahora se producen alrededor de 26 000. Y si los trabajadores y la Administración de la Empresa de Omnibus nos acompañan en este justo propósito, esperamos alcanzar los 29 000 viajes diarios para fines de año (APLAUSOS). A pesar de eso, dado el hecho de que solo disponemos de transporte por ómnibus, de que una ciudad de más de 2 millones de habitantes no dispone de un tren subterráneo, digamos, que es lo que usan las grandes ciudades; el hecho de depender solo de los ómnibus, siempre mantendrá una cierta tensión en el transporte de pasajeros.
El número de médicos que hoy asciende a 16 000, al final del próximo quinquenio será de 24 000 (APLAUSOS). A pesar de que en lo fundamental nuestras necesidades educacionales están siendo satisfechas, al igual que nuestras necesidades hospitalarias, se continuarán construyendo policlínicos, clínicas estomatológicas y un número de hospitales. Se continuarán construyendo escuelas, aunque en número ya mucho menor, dado el hecho del nivel de capacidades con que contamos actualmente. Pero seguirán mejorándose los servicios médicos, seguirán mejorándose los servicios educacionales, seguirán mejorándose nuestros servicios generales, seguirán mejorándose los servicios de orden interior con las medidas que se han ido tomando; seguirán desarrollando su capacidad combativa nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias (APLAUSOS); se llevará a cabo el establecimiento de las Milicias Territoriales (APLAUSOS); deberán desarrollarse considerablemente los controles financieros y económicos, estará plenamente implantado el Sistema de Dirección y Planificación de la Economía. Es de esperar que el próximo quinquenio sea un período de importantes avances.
Esperamos que la disciplina mejore, no solo como consecuencia de las últimas medidas legales adoptadas, sino también como resultado del esfuerzo de nuestro Partido, de nuestras organizaciones obreras y de masas, de una mayor información y de una mayor conciencia. Esperamos igualmente que como resultado de las medidas legales tomadas, y del esfuerzo del Partido y del Estado, mejore la eficiencia y el sentido de responsabilidad de las administraciones. Esperamos que no se descuide un minuto y que se siga elevando la exigencia (APLAUSOS).
Aunque hay dificultades internacionales y hay riesgos, aunque no podemos descontar ni mucho menos que la ya grave situación internacional se puede hacer aún más crítica, no tenemos el derecho a ser pesimistas; no debemos renunciar al deber de luchar y poner aunque sea un grano de arena a favor de la distensión internacional y de la paz. El mundo necesita paz (APLAUSOS), nuestro país necesita paz para consagrarse al trabajo creador.
Frente a la crisis económica internacional tenemos las ventajas de nuestras relaciones económicas con el campo socialista, y coyunturalmente este año los precios del azúcar han mejorado. Es de esperar tal vez otro año más con buenos precios, lo que significa una ayuda a nuestro desarrollo y a la realización de nuestros planes económicos. No podemos hacernos tampoco ilusiones de que porque suba el precio ahora hay que gastar, no; ahora que sube el precio hay que ahorrar y administrar mejor que nunca esos recursos (APLAUSOS).
Este año se han hecho las mayores limpias en todo el período revolucionario —me refiero, no a la limpia de la escoria que fue gigantesca, me refiero a la limpia de la caña (RISAS). Recibieron atenciones de un nivel superior a todo el período revolucionario. Según tenemos noticias, las siembras de primavera fueron también las mejores del período revolucionario, para contrarrestar los efectos de la roya, y se ha llevado a cabo un extraordinario esfuerzo para que todos los centrales comiencen puntualmente su tarea para asegurar la zafra y para optimizar la zafra. Ahora que los precios han subido no tenemos derecho a desperdiciar un grano de azúcar, por tanto, debemos prepararnos en todos los sentidos para hacer una zafra óptima, es importante, es decisivo.
Estas son las perspectivas inmediatas. Con este ánimo, con este espíritu y con este entusiasmo, marcharemos al Segundo Congreso de nuestro Partido (APLAUSOS) con una fuerza de alrededor de 400 000 militantes y aspirantes al Partido (APLAUSOS), con una poderosa organización juvenil. Una fuerza de 400 000 combatientes revolucionarios es algo realmente considerable y extraordinario, sobre todo si se tiene en cuenta el celo con que el Partido preserva la calidad y el celo con que el Partido ha trabajado en estos últimos años para aumentar el número de militantes trabajadores directamente vinculados a la producción y a los servicios. Cuatrocientos mil combatientes de vanguardia es una fuerza considerable, sobre todo si se toma en cuenta que junto a ella marcha también un pueblo de vanguardia (APLAUSOS), un pueblo en cuyas filas militan millones de hombres y mujeres como ustedes (APLAUSOS). Eso es lo que le da fuerza indestructible a nuestra Revolución.
Prácticamente lo tenemos todo, solo falta que los que contamos con responsabilidades seamos capaces de estar a la altura de la tarea (APLAUSOS). Con ustedes, con nuestros trabajadores sindicalizados, con nuestros campesinos, con nuestras mujeres, con nuestros estudiantes, con nuestros niños, marcharemos adelante. Y por eso un día como hoy, con más razón que nunca tenemos derecho a decir:
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)