"Es nuestro deber crear las condiciones, desarrollar esa conciencia. Es nuestro deber, deber tanto más sagrado y al que estamos moralmente obligados, por cuanto pienso a veces que todavía nuestro partido es en gran parte un partido de hombres, y nuestro Estado es en gran parte un Estado de hombres."
Riferimento al testo originale:
Discurso pronunciado en la clausura del III Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, Teatro Karl Marx, 8 de marzo de 1980