“Hay que sembrar dignidad, porque los pueblos pequeños, los pueblos pequeños como el nuestro, solo pueden sobrevivir y marchar adelante con mucha dignidad; los pueblos pequeños solo se salvan de la sumisión cuando tienen mucha dignidad. Porque solo la dignidad, que quiere decir también valor, que quiere decir espíritu de sacrificio, que quiere decir heroísmo, salva a los pueblos e inspira respeto”.
Riferimento al testo originale:
Discurso pronunciado en la Cena Martiana ofrecida por el Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda, 27 de enero de 1960