“(…) si se derrama una gota de sangre, hay que derramarla por la humanidad y hay que derramarla por ese planeta del cual tiene que vivir y vivirá un día la familia humana, y bajo principios que no serán la explotación y el egoísmo despiadado, que no serán la desigualdad y la injusticia; serán realmente la fraternidad, la verdadera fraternidad, la hermandad y la justicia entre todos los seres humanos que habitamos este planeta, y por eso sí vale la pena cualquier sacrificio.”
Riferimento al testo originale:
Conferencia Magistral en el acto convocado por la Universidad Autónoma de Santo Domingo, 24 de agosto de 1998